La Caja de Seguro Social (CSS) enfrenta una de las etapas más críticas de su historia, según un diagnóstico realizado por sus propios directivos. Marcos Young, director ejecutivo nacional de Servicios y Prestaciones de Salud, comparó la situación de la institución con la de un “paciente en paro cardiaco”, donde cada medida implementada equivale a una maniobra de resucitación cardiopulmonar. Sin embargo, advirtió que el verdadero desafío es estabilizar al “paciente” y garantizar una recuperación sostenida que permita un funcionamiento adecuado del sistema.
Entre los principales problemas, Young señaló la falta de insumos médicos esenciales, los extensos tiempos de espera para cirugías y la burocracia administrativa. Estos factores han llevado al sistema de salud pública a un estado de crisis alarmante, afectando tanto a los pacientes como a la operación diaria de la CSS.
Un ejemplo concreto de esta situación se da en el área de ortopedia, donde más de 40 pacientes permanecieron hospitalizados durante meses sin poder ser intervenidos quirúrgicamente debido a la falta de prótesis y otros insumos. “Un paciente que debería ser operado en 24 a 48 horas terminaba hospitalizado por 60 o 90 días. Esto no solo genera costos excesivos para la institución, sino que también aumenta los riesgos de infecciones nosocomiales y otras complicaciones”, destacó el funcionario.
Para hacer frente a esta situación, la CSS implementó una fuerza de tarea destinada a atender los casos más urgentes. Este esfuerzo permitió la adquisición rápida de insumos y la movilización de pacientes para ser operados. Además, incluyó intervenciones en el Instituto de Cirugía Cardiovascular y Torácica, donde algunos pacientes habían esperado hasta seis meses por una cirugía.
Medidas de emergencia
Como parte de las medidas correctivas, la CSS realizó pagos a proveedores por un monto total de $162 millones en los primeros 15 días de octubre. Este desembolso ayudó a reducir los problemas de abastecimiento y a agilizar los servicios, marcando un paso hacia la estabilización del sistema, que se espera se logre por completo en seis meses. “El retraso en los pagos atrasaba todo el proceso, pues nadie está dispuesto a despachar un producto si no le pagan”, agregó.
Aunque se han logrado avances significativos, como reducir el hacinamiento en las camillas de ambulancia y reorganizar la ocupación de camas hospitalarias en el Complejo Hospitalalrio Dr. Arnulfo Arias Madrid, el funcionario reconoce que estas son soluciones temporales. “Estamos haciendo todo lo posible para salvar vidas, pero trabajar bajo este nivel de estrés no es sostenible a largo plazo”, afirmó Young.
El principal desafío para la CSS radica en transformar estas acciones de emergencia en una gestión eficiente y sostenible. Según el funcionario, es imperativo establecer un sistema de abastecimiento de medicamentos e insumos que funcione por sí mismo y permita al sistema operar con fluidez. Además, enfatizó la necesidad de un cambio estructural dentro de la institución, donde la toma de decisiones sea más ágil y responda directamente a las necesidades de los pacientes.
“El objetivo no es solo sacar al paciente de cuidados intensivos, sino rehabilitarlo para que camine por sí mismo y sea productivo”, destacó, utilizando nuevamente la metáfora médica para ilustrar el estado actual de la CSS.
Consideró que la situación fiscal y administrativa añade más presión a una institución que, según el entrevistado, está “contra las cuerdas”. Con un cierre fiscal inminente y restricciones legales que complican las compras urgentes, la CSS necesita superar barreras burocráticas mientras lidia con las expectativas de la población y los cuestionamientos públicos.
A pesar de los esfuerzos realizados y los pagos históricos a proveedores, el camino hacia la recuperación total parece lejano. Las medidas implementadas hasta ahora son solo el inicio de una larga lista de reformas necesarias para asegurar que la CSS no solo sobreviva, sino que prospere como la institución esencial que representa para el sistema de salud panameño.
Young prevé que los actos de compra programados para enero y febrero de 2024 garantizarán el suministro de insumos médicos durante los meses de marzo y abril, y contribuirán a la estabilidad del sistema de abastecimiento a mediano plazo.
Estos actos, que incluirán la modalidad de precio único, permitirán agilizar las adquisiciones al depender directamente de la disponibilidad presupuestaria, eliminando así la necesidad de repetir extensos procesos administrativos en cada compra.
La implementación de este esquema responde a las lecciones aprendidas en experiencias previas, enfocándose en la adquisición de insumos básicos y médico-quirúrgicos de manera más eficiente y planificada. Con esta estrategia, la CSS busca fortalecer el abastecimiento continuo y garantizar una atención de calidad para los usuarios del sistema de salud pública.
Marcos Young, director de Prestaciones Médicas de la CSS
La situación fiscal y administrativa añade más presión a una institución que está contra las cuerdas”.
El funcionario anunció, además, el rediseño de la logística de adquisición de insumos de alta complejidad para reactivar las cirugías. Subrayó que el objetivo primordial es que los pacientes se operen de las patologías que más muertes causan en Panamá.
En conclusión, a pesar de los esfuerzos y avances logrados hasta el momento, la situación de la CSS sigue siendo delicada. Las medidas adoptadas representan solo el inicio de un proceso largo y desafiante. La recuperación completa dependerá no solo de la estabilización financiera y la agilización de los procesos, sino también de una profunda reforma estructural que permita a la institución operar de manera más eficiente y responder con rapidez a las necesidades de los pacientes. Aunque el panorama actual sigue siendo complejo, el compromiso de transformar la CSS en una institución verdaderamente resiliente es crucial para garantizar un sistema de salud pública que no solo sobreviva, sino que también pueda ofrecer atención de calidad a los panameños en el futuro cercano. El tiempo será esencial, y el reloj ya ha comenzado a correr.