Uno de los principales desafíos que enfrenta el sistema educativo panameño y que inquieta a educadores como a autoridades y oenegés es el de la marcada deserción escolar.
Un reporte del Ministerio de Educación (Meduca) da cuenta que durante dos últimos años de pandemia por la covid-19 (2020 y 2021), se registró la salida de 12 mil 785 estudiantes del sistema educativo.
No obstante, en el año académico 2022 se retiraron de las aulas escolares 12 mil 408 alumnos de primaria, 3 mil 409 de premedia y, en media, 4 mil 293 jóvenes. Eso hace un gran total de 20 mil 110 estudiantes.
Para Edy Pinto, coordinador de la Asociación de Educadores de San Miguelito, no se podía esperar menos de las estadísticas sobre deserción escolar en la pandemia, ya que considera que el gobierno fue “tacaño” al no proveer suficientes herramientas y conexión a internet a los estudiantes.
A juicio del educador, en los años posteriores a la pandemia hubo muchos padres de familia que se quedaron sin empleo y no pudieron enviar a sus hijos a las escuelas.
“Por factores económicos los padres no enviaron a sus hijos a estudiar y también está el poco importa del Estado. Un niño de primaria no debería desertar y la cifra es alarmante en primaria”, manifestó.
Los programas
Mientras que Meduca indica que a través de programas de aprendizaje acelerado, modalidades flexibles y el trabajo que se realiza desde el Consejo Permanente Multisectorial para la Implementación del Compromiso Nacional por la Educación (Copeme), contribuyen a reducir la ruptura de los estudiantes con sus escuelas.
En el caso de las modalidades flexibles, la entidad educativa señala que se brindan nuevas oportunidades de estudios a los jóvenes. Por ejemplo, el año pasado, al igual que este año, también se imparte en las diferentes áreas comarcales, donde se observa un alto porcentaje que no ha terminado sus estudios.
A su vez, menciona que el Copeme, en conjunto con las direcciones regionales y los educadores, realizan campañas de retención y reinserción escolar, para lograr sumar la mayor cantidad de estudiantes en el sistema educativo, pues cada niño y joven, que no reciba educación, es de preocupación para la institución.
Además, indican que en este año 2023, se espera instruir a más 80 mil padres de familia de todo el país, en talleres virtuales que empezaron en abril, y en mayo de forma presencial, como otra estrategia para evitar la deserción escolar.
El estudio
El informe ‘Dos años después: salvando a una generación’ publicado el año pasado por el Banco Mundial y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en colaboración con la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) dio cuenta que Panamá, junto a Venezuela, fueron los países de la región que más tiempo mantuvieron sus escuelas cerradas.
El documento también sugiere que luego de dos años de cierre de escuelas en la región a causa de la covid-19, los resultados del aprendizaje podrían haber retrocedido más de 10 años. Incluso, estas pérdidas de aprendizaje podrían costar a los alumnos de hoy una reducción en sus ingresos del 12% a lo largo de su vida.
Frente a este alarmante escenario, tanto docentes como autoridades coinciden en que tienen dos retos: recuperar el tiempo perdido, para que la población de estudiantes pueda retomar los aprendizajes, y también rescatar a estos alumnos que están por dejar las aulas de clases.