Los resultados del estudio “Relación entre el gasto público en educación en Panamá y los resultados de aprendizaje basados en las pruebas estandarizadas” del Centro de Investigación Educativa de Panamá (Ciedu) reflejan que a pesar de que la inversión en educación o los recursos destinados en los últimos años han mejorado, esto no se refleja en los resultados de la calidad de la educación y en la preparación de los estudiantes, especialmente cuando les toca hacer pruebas internacionales.
El estudio realizado por Jorge Bloise estudiante de postgrado de Quality Leadership University (QLU) e investigador tesista de Ciedu y Mariana León, investigadora y vicerrectora académica de QLU e investigadora residente de Ciedu plantea que la calidad de la educación es un factor crucial para el desarrollo humano y competitividad del país y el gasto público en educación es la inversión que debe garantizar mejores resultados de aprendizaje de los estudiantes.
La investigación indica que Panamá, en el 2021, invirtió 4.1% de su Producto Interno Bruto (PIB) solamente superando a Paraguay, que invierte 3.3% del PIB. Es decir, el país es de los que menos invierte en educación.

Mientras que hay países como Costa Rica, Brasil invierten 6% del PIB y países OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), Canadá y Colombia más del 5% como porcentaje del PIB.
Así lo detalló Bloise, quien explicó que ahora Panamá tiene un aumento considerable en el presupuesto, por eso la importancia de este estudio, puesto que no es cuánto más se invierte, es cómo se invierte dado que, Panamá es de los países que mayor porcentaje de su presupuesto se va a gasto de personal.
En ese sentido, el 93% del presupuesto del Ministerio de Educación (Meduca) se destina al pago de personal, esto pese a que es el recurso humano (vital para el rubro de educación) supera con creces cualquier inversión adicional que se hiciese al sistema educativo.
La investigación, que abarca los últimos 20 años, tuvo como objetivo esclarecer si el incremento del presupuesto destinado a la educación se traduce en una mejora o detrimento en la calidad educativa del país.
El estudio se basó en datos obtenidos de la Gaceta Oficial, el Meduca y entidades internacionales como la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia). Se implementó una metodología cuantitativa y longitudinal para asociar el gasto público en educación con los resultados de pruebas estandarizadas nacionales e internacionales, acotó Bloise.
Los resultados fueron contundentes al demostrar que en Panamá no hay una relación entre el gasto público en educación y los resultados en las pruebas de aprendizaje. Por tanto, no se encontraron correlaciones significativas entre el aumento del presupuesto y mejores resultados en las pruebas estandarizadas en todas las regiones y áreas evaluadas. Incluso con un análisis más detallado por regiones, las correlaciones no fueron consistentes.
El investigador tesista de Ciedu, manifestó que entre 1995 y 2013 la inversión promedio en educación aumentó del 3.6% al 5.3% en América Latina y el Caribe, es decir, la región está invirtiendo más pero no saliendo mejor, de allí el origen del estudio.
El estudio contó con el apoyo de la Dirección Nacional de Evaluación Educativa del Meduca, de QLU y del propio Ciedu. La participación de estas instituciones destaca la importancia de este tipo de investigaciones y su impacto en las políticas públicas en materia económica y educativa.
Estos resultados sostienen la teoría de importantes economistas de que, a mayor inversión, no necesariamente significará mejores resultados. La investigación de Bloise arroja luz sobre la compleja relación entre el gasto público en educación y los resultados de pruebas estandarizadas en Panamá. Este análisis crítico puede ser crucial para informar futuras políticas educativas y fomentar investigaciones más exhaustivas en esta área.
De hecho, los resultados obtenidos por los estudiantes de Panamá en el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) en el 2022 de la OCDE volvieron a dejar en evidencia las debilidades de la educación en Panamá.
A pesar de las leves mejoras en ciencias y lectura, los estudiantes distan mucho de alcanzar la media de América Latina y, mucho menos, la de los países de la OCDE.
Esta prueba educativa, de referencia mundial que se hace cada tres años, fue realizada entre julio y agosto del año pasado por 5,308 estudiantes de 15 años de edad, distribuidos en 243 escuelas oficiales y particulares de las 16 regiones educativas, evaluó las competencias en áreas claves del aprendizaje como lectura, matemáticas y ciencias.
El retrato de la educación panameña que dejan los resultados correspondientes a 2022, presentados el pasado martes 5 de diciembre de forma simultánea en varios continentes, evidencia que hay mucho trabajo para mejorar la calidad de los estudiantes en el país.
Panamá, ocupó el puesto 74, de 81 países evaluados incluyendo 14 de América Latina y el Caribe.
Bloise indicó que un factor muy importante en este tema es el docente, a quienes se deben destinar los esfuerzos no solo para que cuenten con las herramientas y formaciones adecuadas sino también para como se hace con los estudiantes; evaluarlos, medirles, contar con un sistema escalonado que premie la meritocracia y no la mediocridad.

Meduca: histórico presupuesto en el 2024
En septiembre pasado, la ministra de Educación, Maruja Gorday de Villalobos, junto a su equipo de trabajo acudió a sustentar el presupuesto para el 2024 que asciende a $3,539 millones a la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional, que representa el más alto en la historia de la institución.
Durante la presentación la ministra de Educación explicó que de los recursos recomendados por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), $1,845.5 millones son para funcionamiento (52.4%) y $1,683.5 millones (47.6%) son para inversiones.
El 90.5% ($1,678.4 millones) será para cubrir los salarios de personal docente y administrativo; $101.9 millones para pago de servicios no personales como agua, electricidad, telecomunicaciones y otros; $10.8 millones para materiales y suministros, entre otros gastos.
Recordó que el año pasado, a través de una iniciativa legislativa y de los compromisos que el gobierno adquirió con el sector gremial, se tomó la decisión de presentar una ley que garantiza un mayor presupuesto, como el que sustento para el próximo año.
Cuando finalizó la sustentación la ministra de Educación dijo sentirse satisfecha con el presupuesto de 2024, ya que con este presupuesto “nos equipara a muchos países de la región lo que nos puede llevar a cerrar las brechas de pobreza multidimensional”.


