Las revoluciones han marcado el curso de la historia, pero algunas han quedado apartadas en la memoria colectiva, a pesar de su impacto.
Tal es el caso de la Revolución Dule o Revolución Guna de 1925, un levantamiento de los gunas contra los abusos de la policía panameña, que resultó en asesinatos y la declaración de independencia del territorio como la “República Dule”.
Después de los intensos enfrentamientos, se dieron las conversaciones, negociaciones y la eventual firma de los tratados de paz en la cual renunciaban a su independencia pero ganaban el respeto a sus tradiciones y la autonomía de su territorio por parte del gobierno panameño. Territorio que nombraron “Guna Yala”.
Para mantener esta historia viva en las siguientes generaciones, en las islas pobladas realizan dramatizaciones comunitarias, en las que niños, jóvenes, adultos y ancianos recrean los sucesos de 1925 en las calles, escuelas y espacios comunes.
Puedo contar esta historia porque tuve la oportunidad de viajar a Gardi Sugdub y ser testigo directo de estas dramatizaciones. Presencié cómo la comunidad revive con fervor su pasado. Ver a niños y adultos interpretar los sucesos de 1925 con tal intensidad me permitió comprender la profunda importancia de esta práctica en la conservación de la memoria histórica. Tal es el caso de la escena en la que los policias panameños arrancan las molas y las chaquiras de los indígenas gunas y se burlan de ellos.
Se trata de un relato poderoso sobre la memoria histórica y la identidad de los gunas, especialmente por el lugar en el que estamos. Gardi Sugdub es una de las primeras islas cuyos pobladores han sido desplazados debido a la eventual elevación del nivel del mar por el cambio climático.
A pesar de las amenazas climáticas, muchos decidieron quedarse, mientras que otros, ese lunes 24 de febrero, estaban de visita por la celebración de la Revolución.
Los actores son los miembros de la comunidad y su escenario son sus calles y escuelas. La comunidad se convierte en una obra de teatro gigante e inmersiva interpretando a la policia panameña y a los originarios.
Para recrear la brutalidad de los hechos en los cuales los originarios gunas se levantaron en armas contra los policías panameños, los niños, jóvenes y adultos actúan apasionadamente, incluso utilizando bolsitas de sangre falsa que explotan al momento de atacar. También hay fusiles de madera y plástico que apuntan directamente al público y a los actores.
Recrean cada escena del suceso y la mayoría de la comunidad es espectadora, en especial los niños, quienes llegan a ser salpicados por la sangre falsa y llorar del miedo y la tristeza del realismo de las escenas y los actores. Esta dramatización comunitaria se realiza en varias islas para estas fechas cada año.
Estos teatros no solo son una manera de mantener la historia viva de los indígenas. También debe ser un recordatorio y llamado a la reflexión de los roles que los ciudadanos tienen en la historia de los demás, especialmente, en nuestros pueblos indígenas.
Los más pequeños eran los grandes y principales actores del teatro histórico e inmersivo de Guna Yala, esa misma comarca en la que 9 de cada 10 niños viven en pobreza, pero la comunidad se organiza para que no olviden su historia.