Las mujeres y niñas son de los grupos más vulnerables en el flujo migratorio que se reporta en América. Su presencia en este movimiento constante de personas en el continente es cada vez más notable.
En ese contexto, un informe sobre factores de riesgo y necesidades de atención de las mujeres migrantes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), agencia de Naciones Unidas, da cuenta que las mujeres representan el 51% de toda la población migrante en América, cifra superior al promedio mundial, el cual es de 48.1%.
Según el documento, la “feminización de la migración” se asocia con cambios en el rol de las mujeres en los flujos migratorios, es decir, pasaron de ser esposas e hijas dependientes en el hogar a ser “sujetos activos” en la migración y, en algunos casos, siendo el sostén de sus familias.
Motivos para migrar
El informe detalla que la migración de mujeres en Centroamérica y República Dominicana tiene un orden multicausal. Priman asuntos económicos, sociopolíticos y ambientales, estos últimos en menor medida.
Este año, 18 mil 90 mujeres han atravesado el tapón de Darién –una de las rutas más peligrosas para migrar en América–, de un total de 71 mil 12 caminantes que cruzaron la selva. Algunas de ellas son víctimas de violencia y agresión sexual en la zona.
Paola Zepeda, coordinadora del proyecto de la OIM “Fomento de inclusión social de las mujeres migrantes en las políticas públicas en Centroamérica y República Dominicana: prevención de violencia basada en género”, subrayó que la feminización de la migración no es nueva, ya que las mujeres siempre han migrado. No obstante, lo nuevo es que hoy la mujeres están migrando por decisión propia, en búsqueda de mejores oportunidades para ellas y sus familias, mientras que antes lo hacían para reencontrarse con sus parejas.
“Las mujeres y niñas requieren respuestas que vayan enfocadas a atender sus necesidades de protección y asistencia”, puntualizó.
Zepeda, quien visitó la zona selvática de Darién, argumentó que es uno de los puntos más importantes de tránsito por la región y por el que circula una cifra significativa de mujeres migrantes.
“El hecho de migrar de forma irregular ya te pone en una situación de vulnerabilidad, pero además ser mujer te da una doble situación de vulnerabilidad, porque están expuestas a distintas situaciones de violencia”.
La organización Médicos Sin Fronteras informó a La Prensa que este año ha atendido al menos 120 casos de agresiones sexuales contra mujeres y niñas migrantes, que fueron atacadas mientras cruzaban Darién.
En promedio, Médicos Sin Fronteras viene atendiendo a 220 personas por día en las estaciones receptoras de migrantes en esa provincia, principalmente por heridas y lesiones en el trayecto.
Otras entidades, como el Servicio Nacional de Fronteras, plantean que la condición física de los migrantes, la topografía del terreno y las crecidas repentinas de los ríos influyen en que los caminantes se desorienten y eso hace más compleja su travesía por la selva.
Zepeda, quien participó ayer en el conversatorio “Migración y desplazamiento: desde el rostro femenino”, en la Feria del Libro, indicó que la migración no se debe estigmatizar. “Hay que trabajar en erradicar las causas principales de la migración y brindar oportunidades a las mujeres en sus países de origen”, concluyó.