Las pruebas nacionales e internacionales sobre educación en Panamá han arrojado resultados bajos de comprensión lectora. Aunque existe información limitada sobre el tema, hay grandes brechas en la desigualdad social, el acceso a la tecnología y el rendimiento de las escuelas oficiales frente a las particulares.
Así lo demuestra el estudio Desigualdad en el desarrollo de la alfabetización y el acceso a la educación en línea en las escuelas públicas y privadas panameñas durante la pandemia de covid-19, que precisa que hubo una disminución significativa en el rendimiento de lectura.
El estudio fue realizado por un equipo de investigadores del Centro de Investigación Educativa (Ciedu), el Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología, la Facultad de Ciencias Médicas y Clínicas de la Universidad Especializada de las Américas y la vicerrectoría de Investigación e Innovación de la Universidad Iberoamericana de República Dominicana, que advierte que durante el periodo de formación 100% en línea, disminuyó el rendimiento de lectura en los estudiantes de colegios oficiales en relación con los alumnos de escuelas particulares.
“Con base en el análisis comparativo, los hallazgos indican que los estudiantes de escuelas oficiales interactuaron en línea con sus maestros significativamente menos que sus contrapartes de escuelas particulares y que, en la misma muestra, solo los estudiantes de escuelas oficiales exhibieron una disminución significativa en la velocidad lectora por vía fonológica léxica con un tamaño del efecto medio en comparación con los estándares prepandemia, mayor a los reportados en otros contextos”, señala el estudio publicado recientemente en la revista científica Frontiers in Education.
Por ejemplo, la disparidad encontrada entre los dos sistemas educativos en cuanto a la cantidad de interacción virtual entre los estudiantes y sus profesores fue de 6 a 10 horas por semana en el sistema oficial y de 16 a 20 en el particular, lo que podría explicar, al menos en parte, el impacto diferencial que tuvo la suspensión de las clases presenciales en el rendimiento lector de los alumnos.
En los análisis prepandemia (2019) y postpandemia (2021) del estudio, se encontró que en la educación pública hay una pérdida importante de velocidad en el reconocimiento de letras y de velocidad en la lectura de palabra y pseudopalabras en los estudiantes de cuarto grado. Sin embargo, en la educación privada no se observa una disminución significativa en el rendimiento lector. Por el contrario, en cuarto grado hay una mejora significativa en la precisión de la lectura de palabras.
Por otra parte, al analizar el impacto diferencial de la educación a distancia en los sistemas educativos oficiales y particulares, los investigadores analizan que la disminución en el rendimiento lector documentada en este estudio solo se da en las escuelas públicas en lo que se refiere a variables relacionadas con la velocidad de reconocimiento de letras y velocidad de lectura (los alumnos de sexto grado redujeron su velocidad de lectura de pseudopalabras en casi una desviación estándar).
Aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa, los estudiantes de sexto grado también registraron una pérdida de comprensión lectora de 5 puntos porcentuales, lo que representa un impacto notorio en una población que ya tenía niveles bajos de comprensión lectora antes de la pandemia.
Sin igualdad de oportunidades
Sobre el estudio, la investigadora y directora del Ciedu, Nadia De León, indicó que la educación ya estaba en crisis antes de la covid-19 y la pandemia generó una crisis aún peor, al ampliar la brecha entre quienes tuvieron acceso prácticamente ininterrumpido a la educación, incluyendo con conexión y herramientas digitales de alta calidad, versus aquellos que estuvieron por dos años sin educación presencial o con educación a distancia no virtual o con dificultades de conexión y sistemas digitales.
Sostuvo que en esta investigación se documentó que durante la pandemia, en las provincias de Panamá y Panamá Oeste, solo los estudiantes de escuelas oficiales mostraron una pérdida significativa de rendimiento lector al comparar estudiantes de cuarto y sexto grado del 2019 con grupos comparables del 2021.
Esta pérdida no se registró con grupos de estudiantes de escuelas particulares, pero además estos últimos indicaron tener muchas más horas de interacción con sus docentes durante la pandemia, señaló.
A juicio de De León, la diferencia en logros de aprendizaje entre estudiantes del sistema oficial y el sistema particular es solo uno de los indicadores de la crisis de inequidad a la que nos enfrentamos. También hay diferencias significativas entre áreas urbanas y rurales y entre las comarcas indígenas y el resto del país, acotó.
“El nivel socioeconómico de las familias está más asociado con los resultados de aprendizaje en Panamá que en otros países de la región, lo cual nos indica que nuestro sistema no está logrando la promesa de la educación, que es ser un igualador de oportunidades”, manifestó la investigadora.
Las estrategias del Meduca
Frente el rezago de aprendizaje causado por dos años de clases a distancia, el Ministerio de Educación (Meduca) continuará con los programas para su recuperación, uno dirigido a los estudiantes y otro a los docentes.
El primero es el programa “Aprendamos a leer todos” (Atal), mediante el cual se conoce el nivel de aprendizaje perdido de los estudiantes y definen las estrategias de intervención pedagógica que se llevarán adelante con el grupo de estudiantes.
De hecho, las pruebas de diagnóstico del programa Atal volverán a ser implementadas por el Meduca este año escolar 2023, para seguir identificando las debilidades y fortalezas en lectoescritura y comprensión lectora entre los estudiantes.
En ese sentido, Antonio Pedroza, subdirector Nacional de Básica General del Meduca, detalló que el pasado 30 de enero se iniciaron las capacitaciones en cuanto al uso de las guías de Atal para los docentes.
Durante todo el periodo escolar 2023 se capacitará a los docentes de primero a cuarto grado que participan en este proyecto.
El otro es el “Programa de Recuperación Integral y Socioemocional de Aprendizajes”, del Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe, que ofrece a los docentes recursos pedagógicos.