La pesadilla de la hemodiálisis en Panamá: máquinas averiadas y salas saturadas

La pesadilla de la hemodiálisis en Panamá: máquinas averiadas y salas saturadas
Hay máquinas de hemodiálisis que requieren piezas. Cortesía


Cada mañana, Carmela se levanta sabiendo que, para seguir adelante, debe conectarse a una máquina que actúa como sus riñones. A sus 52 años, la hemodiálisis se ha convertido en su compañera inseparable durante los últimos cinco años; un tratamiento que no solo le ayuda a eliminar toxinas de su cuerpo, sino que también le recuerda diariamente la fragilidad de su salud. Como ella, miles de panameños dependen de este procedimiento para sobrevivir.

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Los pacientes con esta enfermedad deben enfrentarse a una serie de desafíos para recibir su atención. En el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid de la Caja de Seguro Social (CSS), muchos pacientes tienen que llevar su propia silla para colocar los pies mientras reciben el tratamiento. Al caminar por la sala de hemodiálisis, se pueden leer notas en algunas máquinas que dicen: “En espera de piezas, no usar”. Estas fallas en el equipo son una preocupación constante.

Alonso Rodríguez, presidente del Grupo de Pacientes de Diálisis (Grupadi), ha denunciado en múltiples ocasiones que varios sillones de hemodiálisis están inservibles, que la sala de espera es insuficiente para la cantidad de pacientes y que los baños están en condiciones deplorables. “Además, no contamos con suficientes médicos generales, enfermeras ni personal técnico, especialmente en horas de la madrugada”, subraya Alonso, resaltando que el hospital tiene cinco turnos para que los pacientes reciban tratamiento, pero el personal es insuficiente para cubrir la demanda.

La pesadilla de la hemodiálisis en Panamá: máquinas averiadas y salas saturadas
Los pacientes piden un tratamiento de hemodiálisis más humano. Cortesía

La insuficiencia renal crónica es una enfermedad que cambia drásticamente la vida de quienes la padecen. Luis Carlos, de 45 años, tuvo que abandonar su empleo como conductor de bus cuando los médicos le diagnosticaron la enfermedad. “Al principio, no lo quería creer”, recuerda. “Pensaba que podría seguir trabajando, pero la fatiga y el malestar eran demasiado. Ahora, mis días giran en torno a las sesiones de diálisis”. Tres veces por semana, durante cuatro horas, Luis Carlos se conecta a una máquina que filtra su sangre. Este procedimiento le permite seguir viviendo, pero también limita su libertad.

Muchos pacientes, como Luis Carlos, enfrentan dificultades para adaptarse a esta nueva rutina. Las sesiones de diálisis no solo son largas, sino que también provocan agotamiento físico y mental. “Siento que mi energía se va cada vez que termino una sesión”, explica Luisa, otra paciente que desde hace tres años recibe tratamiento. “Me pregunto si algún día volveré a sentirme como antes”.

El presidente de Grupadi afirma que la primera sala en la que se deben realizar mejoras es en el Complejo, pues el servicio en este centro hospitalario es pésimo debido al deterioro de las instalaciones y al exceso de capacidad.

A juicio de Alonso, la meta de las autoridades de la CSS debe ser replicar la sala de hemodiálisis de la Ciudad de la Salud en el resto de las instalaciones que ofrecen el tratamiento.

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Los pacientes de hemodiálisis en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid deben llevar sillas para poder sentarse. Cortesía

Contrato está sin refrendar

Los pacientes también están a la espera de que la Contraloría General de la República refrende el nuevo contrato con la empresa ganadora de la licitación del “Servicio de Hemodiálisis y suministro de kits de hemodiálisis, así como diseño, construcción y habilitación de unidades de hemodiálisis, según especificaciones técnicas”.

La licitación del servicio de hemodiálisis fue adjudicada, el 19 de julio pasado, al Consorcio Damos Vida Davita-Sintec por la suma de $178,188,796.18, luego de que la Comisión Verificadora realizara un análisis sobre la propuesta de la empresa y determinara que esta representa los mejores intereses para el Estado. En esta licitación también participaba el Consorcio PMC-PM, que presentó una oferta por el orden de $190,402,654.08. Este acto público se inició en septiembre de 2023; sin embargo, presentó diversas complicaciones, como la suspensión en varias ocasiones de la licitación y acciones de reclamo por parte de las empresas participantes.

La pesadilla de la hemodiálisis en Panamá: máquinas averiadas y salas saturadas
En Panamá, hay 2,500 pacientes en terapia de reemplazo renal, de ellos 2,000 están en hemodiálisis, 500 en diálisis domiciliaria. Cortesía

Con este contrato se deberán habilitar 270 máquinas de hemodiálisis para atender a más de 3,000 pacientes mensualmente, superando los 2,200 pacientes que se atienden actualmente. El contrato incluye la construcción de seis nuevas salas de hemodiálisis, ubicadas en Panamá Este, Panamá Norte, Panamá Oeste, Colón, Chiriquí y Coclé. Además, se deberán mejorar las 18 unidades de hemodiálisis existentes. La entidad de seguridad social, a través de un comunicado, informó que el proceso fue ampliamente revisado y negociado con los proponentes y las asociaciones de pacientes, con el acompañamiento de la Defensoría del Pueblo, que ha participado como veedor del proceso.

La CSS informó que el programa de hemodiálisis se realiza de lunes a sábado durante todo el año, de manera ininterrumpida, en diversas unidades. También se brinda atención a los pacientes hospitalizados y en terapia crítica.

Además, se ofrece el programa de diálisis peritoneal en casa, por lo que la capacidad de atención real es de aproximadamente 2,200 pacientes.

Además, la institución asegura invertir $25 millones al año en insumos para la atención de los pacientes renales en las salas de hemodiálisis. No obstante, el monto se eleva a $80 millones anuales al incluir el gasto en recurso humano y medicamentos recetados a los pacientes, según la entidad.

(Los pacientes pidieron reserva de su nombre)



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