Las declaraciones de la ministra de Educación, Lucy Molinar, en las que indica que la prueba PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por ejemplo, solo confirmará lo que ya sabemos sobre la educación en el país, vuelven a poner en la palestra la importancia de la medición educativa.
Molinar argumentó que “con ese dinero puedo capacitar a los docentes y equipar las escuelas”. Por ejemplo, tenemos escuelas con bachillerato en ciencias, pero sin laboratorios. ¿Cómo salen estos alumnos? No voy a gastar $8 millones en una prueba para que me diga lo que ya sé”, subrayando así sus dudas sobre la efectividad y el costo de estas evaluaciones académicas.
Cristina Puig, investigadora y directora del Observatorio Intergubernamental de Competencia Lingüística (OICL), en una entrevista con La Prensa, abordó la importancia de la prueba PISA, así como de la comprensión lectora de los estudiantes.
Sostuvo que las pruebas como PISA no solo miden conocimientos, sino habilidades reflexivas y de pensamiento crítico. Estas evaluaciones están diseñadas para identificar si los estudiantes pueden inferir, analizar y utilizar conocimientos recién adquiridos en contextos novedosos. En otras palabras, más allá de entender un texto, se trata de si pueden aplicar esa comprensión para resolver problemas complejos, una habilidad crucial en la universidad y en la vida adulta, precisó.
Las pruebas PISA están diseñadas para evaluar no solo la comprensión de textos, sino también la capacidad reflexiva y crítica de los estudiantes. Estas pruebas buscan medir si los alumnos pueden aplicar conocimientos recién adquiridos para resolver problemas complejos, lo cual es esencial para su desempeño en la universidad y en la vida adulta”.
A juicio de la experta, la participación en PISA no es una decisión trivial ni fácil. Es un proceso costoso y requiere una preparación significativa. Entonces, ¿qué se espera obtener al participar? ¿La información que proveen estas pruebas es nueva o simplemente reafirma lo que ya se sabe? Puig argumentó que si estos resultados se utilizan para implementar estrategias que preparen mejor a los estudiantes para la universidad y la vida, entonces la participación cobra más sentido.
Sostuvo que es crucial que las pruebas no solo midan la capacidad de resolver problemas académicos, sino que reflejen cómo los estudiantes pueden aplicar estos conocimientos en situaciones reales. En la universidad, los docentes a menudo encuentran que los estudiantes pueden resolver ecuaciones matemáticas simples pero fallan en aplicarlas a problemas más complejos, un reflejo de la falta de entrenamiento en habilidades de pensamiento crítico.
Además, que la decisión de participar en PISA debe basarse en una clara comprensión de qué se espera obtener de los resultados y cómo se utilizarán para mejorar el sistema educativo. Preparar adecuadamente a los estudiantes para estas pruebas es esencial para que los resultados sean significativos y útiles. Si bien las pruebas estandarizadas no son la solución definitiva, pueden ser una herramienta valiosa para identificar áreas de mejora y preparar a los estudiantes para un futuro exitoso.
En la última prueba PISA, Panamá ocupó el puesto 74 de 81 países evaluados, incluyendo 14 de América Latina y el Caribe. Esta prueba educativa, de referencia mundial y realizada cada tres años, se llevó a cabo entre julio y agosto de 2022, con la participación de 5,308 estudiantes de 15 años, distribuidos en 243 escuelas oficiales y particulares de las 16 regiones educativas. Evaluó las competencias en áreas clave del aprendizaje, como lectura, matemáticas y ciencias.
Importancia de la competencia lingüística
Puig visitó Panamá para presentarles a las autoridades del Meduca los primeros resultados de una investigación en curso para evaluar la competencia lingüística.
La investigación comenzó en octubre del año pasado, pero debido a interrupciones por protestas, se reinició en marzo con el inicio del año escolar. Los resultados completos del estudio estarán disponibles en el próximo 2025.
La especialista en educación explicó que los resultados iniciales muestran que los estudiantes están por debajo del rango promedio esperado en términos de velocidad de lectura. Normalmente, se espera que los estudiantes lean un determinado número de palabras por minuto según su edad, pero debido a la pandemia y la falta de recursos como bibliotecas en las aulas o en sus hogares, los estudiantes se encuentran un 30% por detrás del rango promedio.
A pesar del retraso inicial, se ha registrado un progreso notable. En las primeras 6-7 semanas de evaluación, los estudiantes empezaron a acercarse al rango promedio esperado. Este patrón de mejora se alinea con lo observado en otros países de la región. Una vez que los estudiantes alcanzan el rango promedio en velocidad de lectura, también se observa una mejora paralela en la comprensión lectora y, eventualmente, en la expresión escrita. Como señaló, “no se puede pretender que los niños escriban bien si no leen”.
A pesar de un inicio lento y un retraso del 30% en la velocidad de lectura, el progreso observado en los estudiantes en las primeras semanas de evaluación ofrece esperanza para la mejora continua en la comprensión y expresión escrita de los estudiantes.
Es crucial medir y entender el nivel de competencia lingüística de los estudiantes para identificar áreas de mejora y desarrollar estrategias efectivas. La habilidad de lectura y comprensión es fundamental para el éxito académico general, y estas mediciones permiten a los educadores y autoridades adaptar las intervenciones necesarias para apoyar a los estudiantes.
La selección de escuelas se realizó a través de una convocatoria de Meduca, con énfasis en la región educativa de Panamá y la costa pacífica. Aunque no todas las escuelas participaron inicialmente debido a la falta de dispositivos o conectividad, cada vez más escuelas se están uniendo al estudio, incentivadas por la inclusión de literatura centroamericana en el material de lectura.
Biografía de Puig
Es conferencista especializada en educación emprendedora en serie. Lleva más de 15 años de su dilatada carrera liderando proyectos en el sector Edtech. Desde 2023 y en paralelo, Puig es directora del OICL, el Observatorio Intergubernamental de Competencia Lingüística, ente del que es miembro fundador junto a Sven Huber y a especialistas de educación de gobiernos de España y Latinoamérica.
La directora del ente, Cristina Puig, elaboró las conclusiones del debate de candidatos a vicepresidente de la República de Panamá en abril pasado.
