La decisión de que los medicamentos contra la migraña con el principio activo llamado ergotamina, que se comercializan con nombres como Avamigran, Migra Dorixina, Migratam y Migretil requieran receta médica desde el pasado 22 de septiembre, obedece a que Panamá en 1994 aceptó suscribirse en la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas de 1988, en donde se enlistan sustancias que pueden usarse para este fin.
Así lo explicó la decana de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Panamá (UP) y miembro del Comité de Expertos en Farmacodependencias de la Organización Mundial de Salud (OMS), Rosa Buitrago, quien señaló que despúes de más de 25 años se cumple con lo suscrito mediante el Decreto Ejecutivo 115 de 16 de agosto de 2022, que reglamenta la Ley 1 de 10 de enero de 2001 sobre medicamentos.
El Decreto 115 en su artículo 387 estableció que los establecimientos farmacéuticos que importen, distribuyan, reexporten o comercialicen medicamentos o productos terminados que contengan sustancias precursoras de uso médico en humanos, que listados en la Convención de 1988 contra el tráfico de psicotrópicos y estupefacientes, deben cumplir con las normas para sustancias controladas.
Buitrago detalló que las sustancias que se incluyen en ese listado de la Convención pueden usarse como precursores para fabricar esas sustancias controladas, entre las que se incluye anfetamina.
Además, el nuevo decreto indica en su artículo 642: “que si, la farmacia maneja medicamentos con precursores deberá llevar un registro de las existencias de estos medicamentos en el libro récord de sustancias controladas”.
La decana de la Facultad de Farmacia de la UP mencionó que son tres convenciones referentes al tema (1961, 1971 y 1988), pero la lista de sustancias se actualiza periódicamente porque el ingenio humano, así como se utiliza para producir medicamentos que salvan vidas también se emplea para el tráfico y fabricación de sustancias controladas.
Las farmacias que incumplan vendiendo estos productos pueden ser sancionadas como establece el artículo 173, numeral 3 de la Ley 1 de enero de 2001 que dice que“dispensar productos sin receta médica en los casos en que el Registro Sanitario, así lo exija”. Las farmacias también pueden ser amonestadas, multadas o inahbilitadas por incumplir la normativa, pero es la Dirección de Farmacia y Drogas del Ministerio de Salud (Minsa) que determina la sanción.
Faltó divulgación
Por su parte, la directora del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, Ivonne Torres, manifestó que el Ministerio de Salud (Minsa) hizo mal en no divulgar esta disposición.
De hecho, varias personas que padecen migrañas han expresado su preocupación por no adquirir el medicamento sin receta en las redes sociales.
Torres Atencio añadió que las primeras etapas de la migraña la persona puede mejorar tomando una acetaminofén.
Sostuvo que hay migrañas que pueden ser un síntoma subyacente de una patología más grave y las personas no se atienden. “El público en general utiliza un medicamento porque otra persona se lo recomendó”, dijo.
Para la farmacóloga, es importante que las personas conozcan en qué etapa está la migraña. Si una persona tiene el aura o los problemas visuales, allí se toma un antiinflamatorio no esteroideos (Aines) de venta libre.
Etapas de la migraña
Las migrañas suelen evolucionar en cuatro fases. Muchas personas no pasan por todas las etapas, y las fases pueden ser distintas, ya que algunas tardan horas y otras días.
Las cuatro fases de la migraña son pródromo (cambios sutiles uno o dos días antes del ataque), aura (alteraciones que pueden incluir destellos de luz, puntos ciegos y otros cambios), cefalea (dolores de cabeza recurrentes) y postdromo (después de un ataque de migraña es posible que te sientas agotado, confundido y sin fuerzas hasta por un día).
De acuerdo con la OMS, la migraña es la octava enfermedad más discapacitante de la humanidad en días de capacidad por años vividos. El 40% de los pacientes sufre más de un ataque al mes, que dura al menos 24 horas en el 50% de casos, y es de intensidad de dolor moderado en el 20% y grave en el 80%.
