Panamá figura entre los 12 países de la región de América Latina y el Caribe con un alto riesgo de sufrir un brote de la poliomielitis o comúnmente llamada polio, una enfermedad muy contagiosa causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede causar una parálisis total.
Así lo informó Ciro Ugarte, director de Emergencias en Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), quién señaló que se mantienen los sistemas de vigilancia para detectar casos de parálisis flácida aguda.
Los otros países donde existe un alto riesgo de experimentar casos de polio son Venezuela, Argentina, Perú, Bolivia, Brasil, Ecuador, República Dominicana, Guatemala, Haití, Bahamas y Surinam.
De hecho, en Brasil, donde el último caso de la polio se había registrado hace 33 años, se confirmó el pasado 7 de octubre un nuevo contagio en un niño de tres años de edad que reside en el estado de Pará.
Sin embargo, la lista puede aumentar; es un tema de alta importancia debido a la disminución de la cobertura. El riesgo de que se presenten casos se encuentra en el nivel más alto de los últimos 25 años, precisó Ugarte.
La situación obedece a que la cobertura de vacunación de la polio en la región de América es de un 79%, la más baja desde 1994, lo cual es una situación muy grave. Antes de la pandemia de la covid-19, la vacunación contra la polio ya había caído en América por debajo de la meta de cobertura de igual o mayor al 95% recomendada para prevenir la reintroducción del virus.
América fue la primera región del mundo en ser certificada hace 28 años como libre de polio por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Xavier Sáez-Llorens, infectólogo, pediatra y jefe del departamento de Investigación del Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel, manifestó que Panamá figura entre los países con un alto riesgo de experimentar casos de polio porque se ha bajado el porcentaje de cobertura de vacunas en los últimos años, especialmente durante la pandemia y en algunas áreas indígenas rurales y áreas de difícil acceso.
Añadió que también se ha reducido la vigilancia de casos de parálisis flácida aguda y la toma de muestras fecales para búsqueda de virus de polio. Esta situación en el contexto de virus de polio (derivado de la vacuna oral atenuada) circulando en Estados Unidos (estado de Nueva York), Israel y Reino Unido, incrementa el potencial de importación del virus, dijo.
A juicio del infectólogo y pediatra se debe incrementar las coberturas de inmunización con vacuna inactivada intramuscular en todo el territorio nacional, mejorar el sistema de vigilancia y buscar virus de polio en aguas residuales (muestreos ambientales, especialmente en áreas de menor cobertura).
Transmisión y síntomas
El virus se transmite entre las personas a través de la boca. Tocar un objeto que ha sido contaminado, como cubiertos o un vaso, puede transmitir el virus, al igual que beber agua contaminada.
Los síntomas, que pueden ser leves y similares a los de la gripe (fatiga, fiebre, dolor de cabeza, rigidez, dolor muscular, vómitos), pueden tardar hasta 30 días en aparecer, tiempo durante el cual una persona infectada puede transmitir el virus a otras personas. Sin embargo, los más graves incluyen parálisis, discapacidad permanente o síndrome pospolio, e incluso la muerte
En ese sentido, el infectólogo Sáez-Llorens indicó que el 75% de los infectados por el virus de polio cursa de manera asintomática; un 20%-25% con síntomas leves inespecíficos (fiebre, malestar general, dolor de cabeza y cuerpo, manifestaciones gastrointestinales) y entre 1% y 2% con meningitis relativamente benigna.
Subrayó que la posibilidad de parálisis ocurre en 1 persona de cada 100-200 infectados. De estos últimos, 5%-10% puede fallecer. Por eso, cuando se detecta un caso de parálisis implica que debe haber 100-200 individuos infectados en esa comunidad, por lo que intervenir enérgicamente para cortar el potencial brote resulta mandatorio, enfatizó.
El resurgimiento de la enfermedad
En la década de 1950 era muy común escuchar las alarmantes cifras de casos de poliomielitis, pero con diferentes estrategias, como la vacunación, el mundo ha estado muy cerca de erradicarla.
Sin embargo, el escenario este año cambió en la región de América, cuando el 21 de julio pasado las autoridades sanitarias del estado de Nueva York en Estados Unidos informaron de la detección de un caso de polio paralítica en el condado de Rockland causado por un poliovirus. El paciente es un varón de 20 años no vacunado.
Pocos días después se conoció que en el mes de junio se había detectado virus de la polio en varias muestras de aguas residuales en la misma región.
También en el mes de junio, se detectó el virus de la polio en aguas residuales en Londres y que ha llevado a las autoridades del Reino Unido a tomar decisiones de refuerzo y recuperación de la inmunización extraordinarias para evitar casos de infección humana.
Se ha comprobado que existe un vínculo genético entre los virus encontrados en aguas de Israel (Sorek), Londres (Beckton), Estados Unidos (condados de Rockland y Orange, estado de Nueva York) y el caso de polio en Rockland.
Vacunación en Panamá
El Ministerio de Salud (Minsa) exhorta a los padres de familia de llevar a sus niños a las instalaciones de salud para que completen su esquema vacunación a fin de protegerlos de las enfermedadesinmunoprevenibles.
Además, el Minsa en mayo pasado informó que Panamá dejaría de usar la vacuna oral y solo se aplicaría la de polio inactivado.
El esquema recomendado es de al menos tres dosis en primer año de vida y dos refuerzos posteriores, idealmente con vacuna inactivada, pues la vacuna bivalente oral (virus atenuado), supone un riesgo potencial, aunque raro, de que este virus debilitado recobre su neurovirulencia original, especialmente en zonas de bajas coberturas de vacunación.