El hospital materno infantil José Domingo De Obaldía, en la provincia de Chiriquí, clama por un mejor presupuesto para el próximo año, en materia de atención a la población.
El José Domingo De Obaldía se une a los reclamos de otros centros hospitalarios de carácter nacional como lo son el Santo Tomás o el Instituto Oncológico Nacional, los cuales también demandan más recursos para 2023.
Su director médico Johny Parra subrayó que para el próximo año solicitaron $83 millones, pero le recomendaron $53.5 millones, lo que complica la operación y funcionamiento de la instalación hospitalaria.
“Para manejar un hospital como el nuestro, de referencia regional, ya que nosotros no remitimos pacientes a los hospitales de la provincia de Panamá, se necesita un presupuesto adecuado”, acotó.
Como cuenta Parra, no sólo atienen a pacientes de la provincia de Chiriquí, sino que reciben a aquellos que provienen de la comarca Ngäbe Buglé, así como de las provincias de Bocas del Toro y Veraguas e incluso la frontera con Costa Rica.
Datos suministrados por las autoridades médicas de este hospital dan cuenta que atienden alrededor de 8 mil 900 nacimientos por año, lo que lo convierte en la segunda maternidad del país que más partos atiende, después del hospital Santo Tomás, en la capital.
Para el director médico, es “entendible” que haya un ajuste presupuestario, ya que ocurre todos los años, pero no esperaba que el recorte fuera tanto.
En este hospital del interior del país laboran mil 500 colaboradores y el 75% de su presupuesto se va en planilla; de acuerdo con Parra, lo que quedará en el presupuesto para funcionamiento solo servirá para los primeros tres meses del próximo año.
“Entraremos en un colapso y en una crisis, y eso nos tiene profundamente preocupados, por lo cual estamos elevando nuestra voz de alerta al Gobierno”, remarcó.
Consecuencias
Con el ajuste presupuestario recomendado, el hospital José Domingo De Obaldía no podrá, a partir de abril de 2023, adquirir más medicamentos. Y los insumos médicos ya se habrán acabado. También se quedarían sin combustible para las plantas eléctricas y los incineradores, y sin alimentos para los pacientes hospitalizados.
Parra calculó que se requieren al menos $10 millones más, para funcionar en 2023.
“Estamos pidiendo auxilio sobre una situación que podría volverse compleja, luego del primer trimestre del próximo año”, puntualizó el médico.
Hace poco, el Ministerio de Salud (Minsa) presentó en la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional una solicitud de reconsideración de al menos $428 millones más a su presupuesto de 2023 y reconoció que el ajuste presupuestario no solo afecta al José Domingo De Obaldía, sino también a los hospitales del Niño, Oncológico y Santo Tomás.
Específicamente, el Minsa presentó una vista presupuestaria para la vigencia fiscal 2023 de $3 mil 542.2 millones y el Ministerio de Economía y Finanzas le recomendó $2 mil 564.1 millones.