El Instituto Especializado de Análisis (IEA) de la Universidad de Panamá (UP), el guardián de medicamentos, alimentos y otros productos que ingresan al país, enfrenta una serie de necesidades, entre ellas, la falta de espacio.
El IEA opera como el brazo técnico de la Dirección Nacional de Farmacia y Drogas, del Ministerio de Salud, pero desde que se inauguraron las instalaciones a mediados de los años 70 no han sido ampliadas.
Así lo manifestó en una entrevista a La Prensa el director del IEA, Goy Navas, quien detalló que existen limitaciones que están normalmente presentes en edificaciones de esta edad, por lo que trabajan en los planos para refaccionar algunos laboratorios, incluyendo la infraestructura eléctrica y de plomería.
El instituto también necesita urgentemente modernizar los equipos analíticos y la tecnología de información y comunicación.
Además, Navas mencionó que tienen la necesidad de una mayor cantidad de recursos humanos, así como su formación especializada para optimizar a capacidad sostenida de respuesta del IEA.
“Ninguna carrera en Panamá prepara a los especialistas que requiere el IEA, con competencias en control de calidad analítica. Por esta razón, recurrimos a contratar personal con mínima experiencia y formarlos en los laboratorios del IEA bajo la supervisión de preceptores que monitorean de cerca la capacitación en servicio en las distintas técnicas que se requieren para adquirir las competencias necesarias”, explicó.
La institución cuenta con un personal técnico y administrativo que suma 83 personas, de las cuales, 44 son analistas y asistentes técnicos, y 39 son directivos, coordinadores y administrativos.
Las especialidades de los grados académicos de los analistas son de licenciatura en química, farmacia y biología (microbiología), en su mayoría.
El equipo técnico del IEA analiza por año, en promedio, alrededor de 500 productos. En el año 2022 fueron analizados 503 productos farmacéuticos, mientras que, en el año 2021, la cifra fue de 484.
De hecho, Navas aseguró que el tiempo de espera de los análisis de medicamentos ha sido reducido a un periodo que va de 3 a 6 meses, cuando antes se tenía que esperar de 18 a 24 meses.
“Algunos clientes han expresado su satisfacción de lograr obtener los resultados de sus análisis en menos de 3 meses y han reconocido que los tiempos actualmente están muy por debajo de países vecinos de Panamá”, dijo.
La cantidad de pruebas depende del tipo de medicamento, de la forma farmacéutica (tabletas, jarabes, cápsulas, cremas, ungüentos, inyectables, supositorios, parches medicinales, etc.). Por ejemplo, una tableta requiere que se realicen las pruebas de disolución para verificar si la matriz es capaz de liberar el ingrediente activo en los tiempos fijados en los estándares de las farmacopeas, mientras que esta prueba no es necesaria para los inyectables endovenosos, ya que el ingrediente activo ingresa directamente a la sangre y no requiere disolverse en el sistema gastrointestinal y absorberse para obtener el efecto terapéutico deseado.
En el instituto de referencia del país se analizan, además de medicamentos, alimentos, desinfectantes, productos sanitarios, cosméticos, dispositivos médicos, etc.
Presupuesto
El IEA no es que cuente con un gran presupuesto para enfrentar todas su necesidades, pues, para este año cuenta con un presupuesto de funcionamiento de fuente estatal de $1.27 millones, el cual es un 8% menos que el año pasado.
Mientras que para inversión, a mediados del año 2022, el Gobierno central aprobó un crédito extraordinario para el IEA de $4.5 millones, que sería desembolsado en dos partes para el año 2022, $1.17 millones y para el período 2023, la diferencia, pero debido a lo avanzado del año 2022, no se logró la totalidad de los fondos asignados, pero se espera devengar su totalidad en el primer trimestre del año 2023, precisó Navas.
También el IEA deberá contar con el presupuesto de inversión aprobado para el 2023, de unos $3 millones, el cual estará destinado a la compra principalmente de instrumental analítico para actualizar y modernizar el 50% de su equipo.
De igual modo, el instituto utiliza para su operación los fondos provenientes de los ingresos por autogestión, que para este año ha sido aprobada la suma de $497 mil 698, un 4% menos que el año 2022