Los pacientes de hemodiálisis viven un calvario: madrugan, viajan de un extremo a otro y esperan largos turnos para recibir un tratamiento de diálisis que les ayuda a vivir. Esta situación se agrava cada día, ya que el número de nuevos pacientes aumenta rápidamente.
Datos de las Asociaciones de Pacientes con Insuficiencia Renal indican que el número de nuevos pacientes renales que ingresan a las salas de hemodiálisis existentes en el país está aumentando, entre 45 y 55 por mes.
Ante este panorama, los pacientes exigen a la Caja de Seguro Social (CSS) que no dilate más el proceso de licitación para el “servicio de hemodiálisis y suministro de kits, así como el diseño, construcción y habilitación de unidades de Hemodiálisis”, que lleva la entidad por un monto de $180,826,476.
El pasado 21 de febrero, por tercera vez, se suspendió este acto público, según consta en la Resolución N° DS-DF-156-2024 de la Dirección General de Contrataciones Públicas (DGCP), donde se ordenó la suspensión después de los reclamos de uno de los proponentes que piden aplicar medidas correctivas al pliego de condiciones.
Los dos primeros reclamos fueron presentados por la empresa Promoción Médica, S.A. (Promed, S.A.). El último reclamo fue presentado por Healthcare Products Centroamérica; en todos los casos, solicitaron aplicar medidas correctivas al pliego de condiciones.
Alonso Rodríguez, vocero del Grupo de Pacientes de Diálisis (Grupadi), señala que esta situación mantiene en incertidumbre a los pacientes, ya que llevan tres años esperando para ampliar la atención de diálisis debido a la demanda, y requieren de las seis nuevas salas que se construirán con esta licitación.
Según Rodríguez, de no darse esta licitación, “pronto habrá un caos de hacinamiento en las diferentes salas de hemodiálisis”, ya que se necesita que se construyan las nuevas salas en Panamá Norte, en el Hospital Irma de Lourdes Tzanetatos en la 24 de diciembre, Colón, La Chorrera en Panamá Oeste, Aguadulce en Coclé y Chiriquí.
Para Rodríguez, el actual proveedor solo entrega los kits; sin embargo, al ampliar la competencia, podrán incursionar otras empresas que sí construyen y pueden suministrar los kits para el tratamiento. Se estima que cada kit tiene un costo de $73.71 por paciente, para un total de 2 mil 700 pacientes.
Actualmente, la demanda es mayor, por ejemplo, en el Complejo Hospitalario Metropolitano de la CSS, donde realizan ocho turnos en total, atendiendo a 180 pacientes por día durante seis días a la semana.
En el Hospital Susana Jones Cano, atienden cuatro turnos por día en las salas de hemodiálisis de la Metro 1 y 2, ubicadas en la Gran Estación, en Santiago Barraza, en Capira, La Chorrera y Colón. En cada una de estas salas, realizan tres turnos por día, seis días a la semana.
Mientras que en Ciudad de la Salud, han habilitado dos turnos, atendiendo a 20 pacientes con algunos hospitalizados, ya que originalmente estas instalaciones son áreas de hospitalización.
Ante este escenario, Rodríguez señaló que existe carencia en la CSS. Se requieren más salas, más proveedores, equipos y más personal, incluyendo enfermeras, técnicos y especialistas en nefrología.
Por su parte, Alexander Pineda, presidente de la Asociación de Pacientes con Insuficiencia Renal Crónica, manifestó que en las últimas dos administraciones de la CSS no se han realizado nuevas licitaciones para construir nuevas instalaciones. En esta ocasión, se ha intentado realizar el acto público, pero ha sido demandado por las compañías debido a consideraciones sobre el pliego mal confeccionado y falta de transparencia.
Pineda destacó que actualmente en Ciudad de la Salud están atendiendo pacientes; sin embargo, esta infraestructura fue diseñada para atender pacientes hospitalizados, y por necesidad se han tenido que utilizar para pacientes ambulatorios debido al hacinamiento en el Complejo y en el resto de las salas de hemodiálisis.
“La CSS insiste en hacer una licitación con todo incluido: edificación, mantenimiento, administración e insumos para las nuevas y actuales salas, pero estamos convencidos de que las nuevas salas deben crearse en función de los pacientes”, explicó Pineda.
El problema no se resuelve creando más salas de hemodiálisis; se resolvería con más diálisis peritoneal y fortaleciendo el programa de trasplante renal, porque de lo contrario, en Panamá se tendrá una sala en cada esquina.
Es la segunda licitación que se lleva a cabo, ya que la primera licitación fue cancelada por la administración de Enrique Lau Cortés. En ese proceso, solo presentó propuesta el Consorcio Renal, integrado por DaVita, Sintec y Constructora Nova, que ofertó $168.8 millones el 22 de marzo de 2023. Mientras tanto, Promed, la otra empresa interesada en el acto público, no pudo participar porque no presentó debidamente la carta de garantía que acreditaba su experiencia en la prestación de este servicio.
La cancelación se decidió en una reunión el pasado 2 de mayo con abogados externos y miembros del Comité de Ética Ad Honorem de la CSS.
Otro aspecto que la CSS tomó en cuenta es que las distintas asociaciones de pacientes de hemodiálisis solicitaron la cancelación del acto debido a su desacuerdo con el equipo que sería adquirido. Este planteamiento fue expresado en una nota enviada por el Defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc, quien solicitó tener en cuenta los argumentos de los pacientes para garantizar el derecho a la salud y a la vida.
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