Panamá registra un aumento de la malaria, una enfermedad transmitida por el mosquito hembra Anopheles.
El Ministerio de Salud (Minsa) reconoció hace unos meses a este medio que durante la pandemia hubo una disminución en el cumplimiento de los programas causado por el confinamiento que puede estar generando este aumento.
No obstante, los investigadores del Centro de Biología Celular y Molecular de Enfermedades (CBCME) del Instituto de Investigaciones Científicas Avanzadas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat-AIP) tienen otras hipótesis y trabajan en la investigación de la enfermedad.
En ese sentido Ricardo Correa, biotecnólogo egresado del programa de doctorado de la Universidad Acharya Nagarjuna, India, quien se ha incorporado recientemente al Indicasat, manifestó que hay tres factores podrían estar influyendo en este aumento como son la migración de personas, la deforestación y el cambio climático, ya que el vector puede ser más capaz de transmitir la enfermedad.
Detalló que las áreas donde más se reportan casos de malaria son en Darién y la comarca Guna Yala.
El último informe del Minsa indica que este año se han registrado un total de 6 mil 631 casos de malaria. El año pasado cerró con 7 mil 112 casos.
El documento muestra que durante la semana epidemiológica (del 6 al 12 de agosto) se contabilizaron 32 nuevos casos de malaria, de ellos 27 fue en Guna Yala, 4 en Darién y uno en la región metropolitana.
Los planteamientos de Correa se realizaron en el Café Científico sobre “Nuevos Paradigmas en la Lucha contra la Malaria” realizado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Prototipos experimentales
En el Café Científico, los investigadores de Indicasat y de la Universidad Tecnológica de Panamá dieron a conocer que trabajan en la optimización de prototipos experimentales con el fin de crear equipos destinados a tratar la malaria con el uso de energía de microondas.
Un prototipo de uso ambulatorio y dos dispositivos portátiles, son hasta ahora parte de los logros físicos de un anhelo a favor de la salud pública que se inició en el año 2008.
La investigadora de Indicasat Carmenza Spadafora, con base en estudios previos, considera probable que “perturbar” al parásito de la malaria con el uso del electromagnetismo podría ayudar a dar respuestas a la enfermedad como alternativa a los medicamentos.
Mientras que la investigadora Lorena Coronado trabaja con la tecnología de pinzas ópticas, que le permiten estudiar los cambios biomecánicos en las membranas de las células infectadas con el parásito de la malaria el Plasmodium falciparum, y cómo estos cambios están relacionados con la invasión del parásito y al desarrollo de la enfermedad, lo cual podría usarse como una estrategia de cribado para diferentes antimaláricos. Estas pinzas ópticas son únicas en la región.
La malaria se ha convertido en la enfermedad parasitaria transmitida por mosquito más importante durante los últimos 65 años.