Las estadísticas del 8 de marzo de 2024 van más allá de simples cifras: son un reflejo de la realidad y de las complejidades que enfrentan las mujeres en la sociedad panameña.
El Día Internacional de la Mujer conmemora la lucha por los derechos integrales de las mujeres, desde la economía y la educación profesional hasta la autonomía en aspectos cruciales como la democracia y la sexualidad. Los datos muestran la realidad de las mujeres en Panamá y la región.
En Panamá, el Ministerio Público registró en enero pasado 1 femicidio y 2 muertes violentas hacia mujeres. Mientras que de enero a diciembre de 2023 se contabilizaron 15 feminicidios, 19 tentativas de femicidio y 31 muertes violentas. La cifra de femicidio del año pasado es menor a la reportada en el 2022, cuando la cifra fue de 21 femicidio, 20 tentativas de femicidio y 20 muertes violentas, indicando una disminución en las estadísticas.
Las armas o métodos que más se utilizan en estos casos de femicidio son arma de fuego, objetos contundentes, asfixia mecánica y golpes.
El femicidio en Panamá está tipificado con la Ley 82 de octubre de 2013. Esa norma (artículo 3) dice que “se entenderá por violencia contra las mujeres cualquier acción, omisión, o práctica discriminatoria basada en la pertenencia al sexo femenino en el ámbito público o privado, que ponga a las mujeres en desventajas con respecto a los hombres, les cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico o patrimonial, entre otros”.
Un problema en cadena
Las mujeres tienen más probabilidades de experimentar pobreza, niveles más bajos de educación y peores resultados de salud. Además, las niñas que sufren violencia de género corren un mayor riesgo de contraer el VIH y otras infecciones de transmisión sexual.
Así lo plantea el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, que detalla que aproximadamente el 18% de las niñas en América Latina y el Caribe experimentan violencia sexual antes de los 18 años.
Mientras que el embarazo adolescente es un grave problema en América Latina, ya que la región tiene la segunda tasa más alta de embarazo adolescente en el mundo: 2 de cada 10 embarazos en la región ocurren en mujeres menores de 20 años, según un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas..
En Panamá, según el Ministerio de Salud (Minsa), para el primer semestre de 2022 se reportaron aproximadamente 4 mil adolescentes embarazadas. Mientras que los Juzgados de Niñez y Adolescencia alertan que desde 2010 a 2022, el abuso sexual hacia niñas, niños y adolescentes se ha duplicado, pasando de 660 a 1,393, respectivamente, siendo las niñas y adolescentes las más afectadas.
Las autoridades de salud plantean que los motivos por los cuales se dan estos casos van a variar según el contexto de cada joven, aunque la pobreza, la falta de educación y el poco acceso a la información son pilares fundamentales para mantener el ciclo.
En el país, hace exactamente un año, la Fundación Espacio Creativo y la Aids Healthcare Foundation (AHF-Panamá) lanzaron el programa Girls Act, creado para ayudar a niñas y jóvenes a empoderarse en sus comunidades y promover el bienestar en sus familias. Además, prevenir el virus de inmunodeficiencia humana y las infecciones de transmisión sexual, así como reducir los embarazos en adolescentes.
Natasha Dormoi Eluf, coordinadora de AHF-Panamá, indicó que con este programa se busca empoderar a las niñas y jóvenes para que promuevan, dentro de su comunidad, escuela y entorno familiar, un estilo de vida saludable. Además, que las niñas asuman su propio cuidado, añadió.
El programa comenzó con niñas y jóvenes en el corregimiento de Santa Ana, ciudad de Panamá.
A juicio de Dormoi, “esta iniciativa conjunta no solo representa una colaboración estratégica entre ambas organizaciones, sino que también representa un compromiso tangible con la creación de oportunidades que permitan a las niñas y adolescentes desarrollar sus habilidades, voz y visión, catalizando así un impacto duradero en la sociedad”.