Este lunes 24 de marzo, padres de familia y estudiantes de la Escuela Profesional Isabel Herrera de Obaldía llevaron a cabo una protesta que llevó al cierre total de la vía Israel, en el corregimiento de San Francisco. La manifestación se debe a que, hasta la fecha, el plantel no ha podido iniciar el año lectivo 2025 debido a severos problemas de infraestructura.
Este centro educativo es uno de los que, a nivel nacional, no lograron abrir sus puertas desde el pasado lunes 10 de marzo, cuando inició el periodo escolar.
Estudiantes y padres de familia de la Escuela Isabel Herrera protestan ya que no tienen donde dar clases. @meduca pic.twitter.com/IIOIj0GmZX
— Alvaro Alvarado - Noticias 180 Minutos/ Sin Rodeos (@AlvaroAlvaradoC) March 24, 2025
Entre las principales deficiencias estructurales que enfrenta el plantel se encuentran rajaduras en las paredes de los salones y pasillos, lo que representa un peligro para los estudiantes y docentes.
Con una matrícula de más de mil estudiantes, la comunidad educativa ha expresado su indignación ante la falta de soluciones.
La semana pasada, en la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional, se aprobó al Ministerio de Educación (Meduca) un total de 13 traslados de partidas por $106.9 millones, destinados a temas como mejorar la infraestructura educativa actual.
Sin embargo, no han faltado críticas respecto a lo tardío que llegarían los trabajos y el mantenimiento.
Un estudio patológico y evaluación estructural de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) confirmó la crítica situación de la escuela, que está próxima a cumplir 102 años de fundación.
La misiva, enviada el pasado 19 de marzo, a la viceministra de infraestructura, Marcela Herrera, indica que las estructuras de los pabellones no cumplen en su gran mayoría para resistir las cargas combinadas de acuerdo con la normativa del Reglamento Estructural Panameño Vigente.
“El edificio principal y el anexo tienen las mismas falencias estructurales”, añade.
También menciona que la resistencia del concreto de las columnas está por debajo del mínimo requerido y que el grado de rehabilitación y de intervención a las estructuras es de gran magnitud, ya que para suplir la demanda de carga lateral se tiene que edificar un sistema de reforzamiento local o global según el diseño.
El costo del diseño de rehabilitación es más elevado que el de un diseño totalmente nuevo.
La docente Teresa Argüelles señaló este domingo que “durante las vacaciones no se hizo nada” para mejorar la infraestructura del plantel, aunque sí se realizaron seminarios para maestros y profesores.
Además, mencionó que hay salones sin ventanas en una zona donde hay un alto tránsito de autos, y esto afecta la atención de los estudiantes durante las clases.
“Yo quiero dar clases”, enfatizó la profesora Argüelles, reflejando la frustración de la comunidad educativa, que exige respuestas inmediatas para garantizar el derecho a la educación en condiciones seguras.