La violencia sexual contra la población migrante en el Darién es cada vez más notoria. Al menos así lo reflejan estadísticas de la organización Médicos Sin Fronteras, la cual brinda atención a cientos de personas que arriban todos los días a esta zona selvática.
Según Médicos Sin Fronteras, entre enero y octubre de 2023 atendieron a 397 migrantes sobrevivientes de violencia sexual en la selva del Darién.
En ese contexto, detallaron que las cifras, que ya eran alarmantes en los meses pasados, tuvieron un ascenso súbito en octubre, puesto que solo en una semana atendieron 59 casos, lo que significa un evento de violencia sexual ocurriendo cada tres horas, y dentro de los que se cuentan tres menores de edad. En total, solo en octubre, recibieron 107 casos.
Aunque en la organización consideran que la cifra puede ser mayor. Carmenza Gálvez, coordinadora médica de la misión de Médicos Sin Fronteras Colombia – Panamá, subraya que no todas las personas que viven violencia sexual reciben atención oportuna debido al estigma contra las víctimas que envuelve esta forma de violencia, a las amenazas de los perpetradores, las formas de violencia sexual que no se reconocen como tal y a que las personas no se sienten seguras para pedir ayuda.
“Además, por el temor a procesos administrativos revictimizantes que retrasan su camino hacia el norte del continente”, acotó.
Los testimonios de las pacientes al personal de salud dan cuenta de hombres armados que secuestran a grupos enteros de migrantes tras horas de cruzar la frontera entre Colombia y Panamá. Les roban su dinero y les dicen que es el costo por pasar por allí.
Las víctimas también declaran que los casos ocurren frente a los demás migrantes o en carpas instaladas para ese fin en la mitad de la selva.
Mujeres, las más afectadas
Aunque también los hombres están expuestos a esta forma de violencia, el 95 % de las sobrevivientes atendidas son mujeres. No solo son adultas, ya que Médicos Sin Fronteras ha registrado un 6 % de casos contra menores de edad. Por ejemplo, la última semana de octubre se reportaron violaciones a migrantes de 11, 12 y 16 años.
“Esto se debe detener. Los migrantes no deberían sufrir ningún tipo de violación a sus derechos en la ruta. La violencia sexual genera consecuencias en la salud física y psicológica de las personas como infecciones de transmisión sexual que de no ser tratadas oportunamente pueden afectar la fertilidad de las mujeres, infecciones por VIH con el consecuente riesgo de desarrollar sida e infectar a otras personas, traumas físicos, embarazos no deseados, aislamiento social, sentimientos de culpa, pensamientos recurrentes sobre los eventos vividos, depresión y ansiedad”, aseguró Gálvez.
Además hizo dos llamados: el primero para que los gobiernos hagan presencia efectiva en la zona y otro para que, una vez ocurran este tipo de casos, las personas migrantes tengan todas las garantías para acceder a atención antes de 72 horas para evitar embarazos no deseados, y el contagio de VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.
Actualmente, esta organización brinda atención médica en las estaciones de recepción migratoria de Lajas Blancas y San Vicente, ambas en Metetí, así como en la comunidad indígena de Bajo Chiquito, en la comarca Emberá.
Allí, entre enero y octubre, llevaron a cabo 51,500 consultas médicas y de enfermería, 2,400 consultas de salud mental, 17,400 curaciones y atendieron 397 casos de violencia sexual.
Datos del Servicio Nacional de Migración dan cuenta que entre enero y el 17 de noviembre de este año cruzaron la frontera entre Colombia y Panamá 476,930 migrantes, de los cuales 306, 346 son venezolanos.