La ola migratoria irregular que está registrando Panamá ha elevado los niveles de alertas de las autoridades nacionales, por diversas situaciones que se dan cuando miles de personas cruzan la frontera de Darién, procedentes de Colombia.
La directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine, alertó que los menores de edad están siendo afectados por esta situación y que los organismos internacionales no están dando el debido apoyo para enfrentar la crisis.
“Estamos cometiendo situaciones realmente violatorias a los derechos de los niños, que no tienen voz y los organismos internacionales que los deben proteger, como la Unicef (el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, por sus siglas en inglés) no está haciendo nada. Vienen donde mí a preguntarme ¿qué haces tú cuando esos niños llegan? Pero yo les digo: ¿por qué no van a Colombia y preguntan: ¿por qué lo dejan pasar? Allá en Colombia no hacen nada. Allá es un negocio, no hay autoridades...” , señaló en una entrevista con TVN.
De acuerdo con los datos de las autoridades panameñas, al menos 60 mil menores de edad han ingresado al país cruzando la selva de Darién entre enero y agosto de 2023.
Medio Ambiente
Panamá también ha expresado su preocupación por los daños al ambiente que está generando la migración irregular por el Parque Nacional de Darién, un área protegida.
Se estima que con el paso de los viajeros irregulares ya hay cerca de medio millón de metros cúbicos de tierra erosionada.
Además, los afluentes para la toma de agua potable de los pueblos de la región también están siendo afectados por la ola migratoria, advirtieron.
Se espera que el Gobierno panameño haga un pronunciamiento sobre las nuevas acciones que tomará para enfrentar esta ola migratoria.


