Alfonso Penedo, un panameño con 30 años de experiencia en la empresa internacional Greyhound –operador interestatal de autobuses de pasajeros con más de 3 mil 700 destinos en Estados Unidos (EU), Canadá y México–, es la persona encargada de mejorar el servicio del sistema Metro Bus en la ciudad capital.
Se trata de un hombre que vivió durante su niñez y juventud en Concepción y Villalobos, corregimientos de Juan Díaz y Pedregal, respectivamente. Estudió desde kínder hasta la secundaria en el Instituto Panamericano, en la vía España, Pueblo Nuevo.
Posteriormente, ingresó a la Facultad de Administración Pública de la Universidad de Panamá a estudiar la carrera de contabilidad. No obstante, el escenario le cambió cuando una tía residente en Pensilvania, EU, le ofreció durante una visita a Panamá la oportunidad de viajar a ese estado e ingresar en la Universidad de Edinboro, donde se graduó de contabilidad.
A pesar de vivir por 36 años en Estados Unidos, aún recuerda cómo era su infancia en suelo istmeño. Entre esas remembranzas está que muchas veces viajaba de “pavo” en los autobuses de Concepción cuando salía del colegio. Era conocido por los vecinos y transportistas como Españita, por tener raíces del país europeo por parte de su padre.
Ahora, a Penedo se le presenta la oportunidad de hacer cambios en el sistema de transporte público panameño, luego de que el Gobierno decidiera en septiembre pasado comprar las acciones de la empresa Transporte Masivo Panamá, S.A., (Mi Bus), concesionaria y operadora del Metro Bus desde diciembre de 2010.
El experto en transporte, junto con su equipo de trabajo de First Transit (subsidiaria de Greyhound), llegó a Panamá el 15 de octubre de 2015, pero tomó las riendas del sistema luego de que el Estado concretó la compra de las acciones de Mi Bus el pasado 29 de enero.
¿Quién se comunicó del Gobierno con usted para ofrecerle el manejo del sistema de transporte público de Panamá?
El ministro consejero de la Presidencia, Francisco Sierra, se comunicó conmigo en Estados Unidos para informarme que mi nombre había sido mencionado para la administración del sistema por dos motivos: ser panameño y tener experiencia. Sierra quería saber si estaba interesado en el asunto y me planteó más o menos el panorama.
Yo, verdaderamente, al principio estaba intrigado y no interesado; sin embargo, hubo cierta insistencia y decidí escuchar la propuesta presentada.
¿Viajó usted a Panamá a reunirse con las autoridades del Gobierno?
Sí, en febrero de 2015 me reuní con el ministro Sierra, el ministro de Asuntos del Canal y presidente de la junta directiva del Metro de Panamá, Roberto Roy, y con la jefa de Urbanismo del Metro de Panamá, Ana Laura Morais, entre otros expertos, quienes me enseñaron el plan que tenían.
Incluso, para mí fue una sorpresa cuando se me informó que el presidente, Juan Carlos Varela, quería sentarse a hablar conmigo. Obviamente, como panameño, dije que por lo menos iba a tomarme una foto.
Durante la reunión, el presidente me habló de su visión de trabajo y que estaba interesado en conocer si para Greyhound era atractivo administrar el sistema de Metro Bus. En realidad fue el Gobierno el que me vendió la idea.
Luego, viajé a Estados Unidos para plantear a los directivos de la empresa la idea de las autoridades panameñas con documentos en mano. Sin embargo, soy sincero, nunca creí que estarían interesados en el proyecto, pero dos semanas después viajé a Panamá con un equipo de First Transit para reunirnos nuevamente con las autoridades. El mismo equipo de First Transit decidió que podía hacer el trabajo.
¿Cuáles fueron los pasos a seguir, luego de la decisión?
Se auditó e inspeccionó la flota de autobuses con un equipo de 40 expertos de la empresa. Además, se comenzó a elaborar el plan de estabilización del sistema de Metro Bus con ayuda de expertos de Inglaterra. El proyecto fue escrito en inglés y luego traducido al español. Eran mil 200 páginas que debieron editarse a 400, para presentar a las autoridades.
¿En qué consiste el plan de estabilización?
Es un documento que busca sentar las pautas de lo que se puede lograr en corto, mediano y largo plazo, conformado por seis ejes: enfoque al usuario, seguridad, cultura, organización, tecnología y ambiente.
No obstante, como todo plan, debe ser autorizado por la junta directiva de Mi Bus [conformada por ministros de Estado y otros miembros], ya que implica inversión de recursos.
Por ejemplo, en el tema de enfoque al usuario se busca establecer las horas en que pasarán los autobuses para que los pasajeros las conozcan con precisión.
Otro aspecto que debe ser revisado con prioridad es la organización, ya que en esa empresa se presentaron serios problemas de gobernabilidad por más de un año.
¿Que problemas de gobernabilidad tiene Mi Bus?
En vez de problemas, mejor llamémosle oportunidades, pero el más marcado para mí es la falta de gobernabilidad que tiene esa empresa. Allí no se trabaja en equipo, ya que los choferes tienen una visión negativa de la gerencia. Ellos [los conductores] sienten que la empresa ha tomado ventaja sobre su persona. Es evidente una enorme falta de comunicación entre la gerencia y los empleados.
La otra situación es la condición de la flota, pero es algo que se puede arreglar. Sinceramente, estos autobuses no están en las condiciones en que estoy acostumbrado a ver en otros países.
¿Qué les hace falta?
Ufff, artículos tan sencillos como el martillo para romper la ventana son hurtados. Los panameños debemos recordar que esos autobuses ya no son de los colombianos, sino de todos los panameños. Si robas un martillo, estás exponiendo a un amigo a un peligro.
¿Qué otras situaciones encontró en la empresa?
El 30% de los horarios no se cumple por ausentismo. Hay días que es tan previsible que los colaboradores no irán a trabajar como por ejemplo un día después de la quincena. Es algo que tenemos que mitigar.
Además, otra realidad que hay que cambiar es que la mayoría de las salidas de los choferes termine en el mismo patio donde se inició, pues el 60% nunca finaliza su jornada laboral donde comenzó. El objetivo es reducirla a 5%.
El tiempo de capacitación de los operadores también debe cambiar. Ahora mismo, tarda seis meses [y] buscamos que sea entre cinco a siete semanas, dependiendo de la experiencia, así como abrir centros de reclutamiento en el interior del país y en Panamá una vivienda para hospedar a quienes
decidan viajar a la capital. Son planes que tenemos.
¿Cómo avanza el finiquito con los trabajadores?
Estamos en esa etapa. Hemos entregado un finiquito y explicado en detalle cada línea del documento a los 3 mil 200 colaboradores. Después de firmado el acuerdo y presumiendo que el operador desea continuar con la empresa, se le otorga un nuevo contrato. En realidad, no he prometido que voy a pagar mejor, pero sí he prometido transparencia y comunicación en los 22 meses que estaré de administrador.
Cinco años de tropiezos de la empresa Mi Bus en Panamá
El sistema de Metro Bus, administrado por la empresa colombiana Transporte Masivo de Panamá, S.A. (Mi Bus), inició sus operaciones el 28 de diciembre de 2010 con 130 operadores en las rutas de Don Bosco, San Pedro, Los Caobos y Pedregal-corredor Sur.
El comienzo del nuevo sistema fue supervisado por el entonces ministro de la Presidencia Demetrio Papadimitriu y el presidente Ricardo Martinelli.
Luego, el sistema de Metro Bus fue ingresando progresivamente en otras áreas de la ciudad capital, pero no llenó las expectativas de los más de 700 mil usuarios diarios.
La queja principal y constante de los pasajeros es el incumplimiento en la frecuencia entre los autobuses, pese a que el decimoctavo punto del título IV del contrato No. 21-10, que otorgó la concesión a Mi Bus, establece lo siguiente:
“el tiempo de espera promedio para los usuarios en terminales o piqueras no podrá ser superior a los 15 minutos en los períodos pico, en días laborables, para ningún servicio”.
Con el pasar de los años, las quejas fueron mayores y los paros de los trabajadores por salarios y otras reivindicaciones, constantes.
Frente a esta situación, el presidente, Juan Carlos Varela, acordó en Consejo de Gabinete en septiembre de 2015 comprar las acciones de la empresa y en octubre de ese año autorizó a Metro de Panamá, S.A., a efectuar el proceso, que concluyó en enero de este año.