Mi Bus, contra las cuerdas por falta de piezas y presupuesto

Mi Bus, contra las cuerdas por  falta de piezas y presupuesto
La flota de metrobuses está integrada por mil 436 unidades, de las cuales más de 300 están en espera de reparación. Usuarios resienten la falta de transporte.


Transporte Masivo de Panamá, S.A. (Mi Bus) —administradora del servicio de transporte público en los distritos de Panamá y San Miguelito— sorprendió en mayo pasado a los usuarios cuando anunció que cambiaba, de manera temporal, 25 rutas troncales a complementarias como respuesta a la crisis mundial energética y de logística.

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A partir del 23 de mayo, Mi Bus pasa rutas troncales a complementarias

La decisión llegó en el momento en que las personas más necesitaban del transporte público para trasladarse, ya que algunos empezaron a optar por dejar su automóvil en sus casas tras el progresivo aumento del costo del combustible.

Detrás de esta medida hay dos realidades que enfrenta la empresa Mi Bus: 300 metrobuses están fuera de servicio en espera de repuestos y falta dinero a raíz de los recortes presupuestarios.

El gerente general de Mi Bus, Luis Campana, especificó a este medio que, además de los 300 buses en espera de piezas, hay 300 que periódicamente deben recibir mantenimiento.

Antes de la pandemia mantenían entre 15% y 20% de la flota —integrada por mil 436 unidades de Metro Bus— en mantenimiento preventivo y correctivo, y hoy día, por la situación de logística, se ha duplicado. Es decir, hay menos buses operativos.

La empresa no cree que la situación se solucione pronto, ya que está previsto que los primeros repuestos comiencen a llegar en el transcurso de este mes de junio.

“Proyectamos que dentro de dos a tres meses podremos tener disponible la flota”, agregó.

¿Qué repuestos están esperando para solucionar el problema? Campana detalló que la mayoría de los autobuses se encuentra en espera de piezas de los sistemas de acondicionadores de aire, así como partes de chasis y carrocería. Otro grupo requiere repuestos de carrocería, como vidrios rotos producto del vandalismo.

Remarcó que una vez tengan la mayor cantidad de buses operativos, paulatinamente irán retornando las rutas troncales, especialmente las que presentaban mayor demanda.

Mi Bus, contra las cuerdas por  falta de piezas y presupuesto
Mi Bus pasó 25 rutas troncales a rutas complementarias. Gabriel Rodríguez

Menos presupuesto

Campana alegó que requieren un mayor presupuesto para lograr las inversiones necesarias para mejorar el servicio, pues es necesario comprar nuevos buses, robustecer el sistema de información al usuario, entre otras tareas pendientes.

La última vez que Mi Bus compró metrobuses fue en 2017, cuando adquirieron 203 vehículos del modelo torino. Ahora analizan la compra de buses con tecnología eléctrica, pero no hay nada definido.

“Desde el inicio de la pandemia, el presupuesto ha sido recortado, como le ha sucedido a la mayoría de las instituciones, por lo tanto, es esencial que implementemos medidas para operar de una forma más eficiente para reducir los costos operativos y poder continuar brindando el servicio todos los días sin necesidad de aumentar el pasaje”, precisó.

Para este año, Mi Bus tiene un presupuesto de $137 millones 177 mil 634, de los cuales, $130 millones 753 mil 912 son para funcionamiento y $6 millones 423 mil 722 para inversión, según la Gaceta Oficial.

Del monto total de funcionamiento, $24 millones 449 mil 382 corresponden a partidas de mantenimiento. En adición, dentro del presupuesto de funcionamiento están incluidos los salarios de los técnicos de mantenimiento de la empresa, que suman unos $9 millones, desglosó Campana.

El presupuesto de 2022 representa $43 millones 192 mil 366 o 17.5% menos que el de 2019 (prepandemia), cuando ascendió a $180 millones 370 mil. De ese monto, $166 millones 270 mil correspondieron a funcionamiento y $14 millones 100 mil a inversión.

El sistema de metrobuses arrancó operaciones el 28 de diciembre de 2010, luego de que se comenzarán a reemplazar los buses conocidos como “diablos rojos” que brindaron el servicio por décadas en el país y que eran motivo de múltiples quejas de los usuarios.

La empresa fue administrada por el consorcio colombo panameño Transporte Masivo de Panamá hasta 2015, cuando el gobierno panameño compró y asumió las operaciones (quedando bajo el paragüas del Metro de Panamá) y se contrató a la empresa estadounidense First Transit, subsidiaria de First Group, en la parte administrativa hasta diciembre de 2019. A partir de este momento pasó totalmente a administración panameña.


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