"¡Esta es la juventud del papa!". La consigna ha visibilizado a los peregrinos que durante los últimos días se han tomado la calles de la ciudad de Panamá en espera del máximo líder de los católicos.
¿Realmente quiénes son estos jóvenes que anhelan escuchar al papa?
Son los llamados millennials (mileniales), la generación de los nacidos entre 1980 y 2003, etiquetada como "perezosa, poco preparada y sin aspiraciones", pero esta realidad "no representa la realidad de los millones de jóvenes en la región que pertenecen a ella".
De acuerdo con el Banco Interamerciano de Desarrollo, el 41% de los mileniales se dedica a estudiar, el 21% a trabajar, 17% hace ambas actividades, y el 21% no tiene trabajo ni estudia. Así estamos en la región.
Aquí, en suelo panameño, están cargados con la energía de un cuerpo joven. Caminan largas distancias, no le temen al sol del trópico y aman la comida chatarra.
En la ciudad capital, los restaurantes de comida rápida podrían ser los favoritos. Precisamente porque les atienden rápido, pero además porque las franquicias están en el ADN del mundo.
Su color es su bandera y la fe es el eslabón que los une en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
La esperanza grupal es que el papa se refiera con nombre propio a varios países de la región y hable de los desafíos que deben enfrentar ante la crisis migratoria, que impacta a las familias y a los jóvenes.
Dura realidad
En América Latina muchos mileniales viven sumidos en la crisis social y económica de sus países, con pocas o nulas oportunidades, víctimas de la violencia y estados represivos.
El mensaje del papa tendrá especial importancia para los jóvenes de América Latina, que hoy mueren en protestas antigubernamentales y son los más vulnerables en las crisis migratoria.
Los jóvenes de 15 a 24 años representarán casi un quinto de la población total de la región en el año 2020. Y muchos han venido a Panamá para llevarse el mensaje de que no todo está perdido.
Crisis regional
El papa Francisco llegó a Panamá en un ambiente tenso a nivel diplomático, político y económico.
Mientras el jefe del Vaticano volaba hacia Panamá, el opositor Juan Guaidó se juramentó como presidente interino de Venezuela. Hoy jueves 24 de enero, se contabilizaban 16 personas muertas a consecuencia de los enfrentamientos en contra del régimen de Nicolás Maduro.
Las manifestaciones se presentan en medio de la peor crisis del país petrolero. El país sufre de escasez y la hiperinflación es de 10,000.000% para 2019.
Violencia. En Nicaragua, la Asociación Nicaragüense pro Derechos Humanos ha reportado más de 500 personas muertas durante la crisis sociopolítica en Nicaragua desde el estallido social en abril de 2018 frente al gobierno del presidente Daniel Ortega.
Estas situaciones son las que impulsan la migración de los latinos.
El Salvador, Honduras y Guatemala son países que además de su cercanía geográfica tienen el factor pobreza y violencia en común.
Honduras tiene la tasa más alta de homicidios en el planeta: de 43.6 asesinatos por cada 100 mil habitantes. En Guatemala, 60% de la población vive sumida en la pobreza. El caso se replica, en diferentes niveles, pero con brutales consecuencias hasta llegar a México, ocupado por el narcotráfico y la corrupción.
El papa Francisco tendrá la misión de dar aliento.
Con información de agencias internacionales
