Ministro de Ambiente anuncia rechazo del estudio de impacto ambiental de mina en Veraguas

Ministro de Ambiente anuncia rechazo del estudio de impacto ambiental de mina en Veraguas
Oenegés, comunidades y gobiernos locales expresaron su malestar contra el proyecto minero durante la consulta ciudadana que se realizó como parte de la evaluación del estudio ambiental. Cortesía


El ministro de Ambiente, Milciades Concepción, anunció este martes el rechazo del estudio del estudio de impacto ambiental categoría III del proyecto minero Greenfield Mining o conocido como la antigua mina del Remance, en San Francisco, Veraguas.

Concepción comunicó el rechazo del proyecto minero a las autoridades locales durante una cortesía de sala que le brindó el Consejo Provincial de la provincia de Veraguas y sustentó su decisión en las “recomendaciones” que realizaron los técnicos evaluadores del ministerio.

Según el ministro, se realizaron todas las evaluaciones a este estudio, según las normas ambientales del país y aclaró que en “estricto derecho” el Ministerio de Ambiente tomó la decisión de rechazo.

De momento, la empresa proponente del proyecto no se ha notificado, por lo que, según los parámetros establecidos, el Ministerio de Ambiente informó que una vez se concrete este aspecto se emitirá una resolución oficial a fin de que quede constancia de lo decidido.

En la reunión también intervinieron más de 10 concejales con interrogantes para el ministro, abordando otros temas ambientales como la disposición de los desechos sólidos, la deforestación indiscriminada, situación de la minería, la situación del Parque Nacional Coiba, Parque Nacional Santa Fe y las Reservas Forestales de la Yeguada y Alto Guarumo.

La mina Remance es una concesión hecha por la empresa Greenfield Resources, Inc. para la extracción de minerales metálicos (oro y otros) en una zona de 2 mil 400 hectáreas ubicada en los corregimientos de Remance, San Juan y San José, distrito de San Francisco, provincia de Veraguas. Esta concesión minera buscaba ser reabierta luego de fracasar en la década de 1990.

No obstante, oenegés y entidades como el Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados advirtieron que la concesión representaba un riesgo para las tomas de agua que estaban en el río Santa María y que abastecían a los distritos de Santiago y San Francisco.



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