La Dirección Nacional de Farmacia y Drogas del Ministerio de Salud (Minsa) a través del Departamento de Sustancias Controladas, tomando en cuenta la pérdida de 19 mil ampollas de fentanilo —un opioide sintético de uso controlado para diversos tratamientos—, en la farmacia del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid de la Caja de Seguro Social (CSS), instruyó el pasado 16 de marzo realizar inspecciones en dicho establecimiento para verificar el inventario de los productos controlados, incluyendo los vencidos, encontrando una serie de fallas en el control de la droga.
La decisión de Farmacia y Drogas del Minsa fue previa al comunicado de prensa que emitió el 18 de marzo la CSS, en donde no brinda detalles relevantes sobre la pérdida de las ampollas. Ese mismo día el Ministerio Público (MP) dio a conocer que adelantaba dos investigaciones por el tema. Por esa información del MP se conoció que la investigación empezó porque un agente de seguridad de la CSS encontró un maletín con el medicamento. En esa nota de prensa, la institución informó que el MP había declarado en “reserva” la pesquisa.
Los técnicos del Departamento de Auditorías de Calidad a Establecimientos Farmacéuticos y No Farmacéuticos y del Departamento de Sustancias Controlados del Minsa realizaron inspecciones los días 27, 28, 29 y 30 de marzo de 2023, encontrando irregularidades en el control del medicamento que es 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más que la morfina, en la farmacia del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid.
Los detalles de cada una de las visitas quedaron plasmados en la Resolución 255 de 12 de junio de 2023 de la Dirección Nacional de Farmacia y Drogas del Minsa, luego de revisar los depósitos de la farmacia, los diferentes bancos establecidos del medicamento, de la evaluación del libro de control y citaciones al regente actual y el regente anterior se concluyó que la farmacia del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid no cumple con las disposiciones establecidas en la Ley 14 de 19 de junio de 2016 “que regula las actividades y uso de las sustancias controladas para fines médicos o científicos y dicta otras disposiciones” y el Decreto Ejecutivo 183 de 8 de junio de 2018 que reglamenta la Ley 14.
Entre las irregularidades encontradas está que transfirieron sustancias controladas sin el respectivo vale autorizado por la Dirección Nacional de Farmacia y Drogas a un establecimiento que no cuenta con licencia de operación, como es el caso del establecimiento al que dominan “farmacia satélite”, ubicada en la Ciudad de la Salud.
También encontraron 3,464 recetas de fentanilo, entre las 5,333 evaluadas en el centro hospitalario, que no cumplían con los requisitos generales establecidos en la norma, con las cuales se suplieron los bancos de medicamentos controlados, y se rebajaron de los registros de inventario de la Farmacia. Esta situación representa una falta grave, ya que el artículo 88 del Decreto Ejecutivo 183 establece de manera clara la información que debe ser completada en su totalidad por el profesional médico en las recetas de medicamento controlado.
Además, los técnicos encontraron que los registros del fentanilo no se realizaron de forma oportuna de conformidad con la normativa vigente, ya que en el mes de octubre de 2022, registraron recetas con fechas de emisión de agosto y septiembre, igual ocurrió en los meses de noviembre, diciembre de 2022, enero y febrero y marzo de 2023. En ese sentido, 113 recetas, de las 5,333 recetas evaluadas, fueron utilizadas para suplir los bancos de medicamentos controlados, se registraron en meses diferentes correspondientes.
Otras anomalías plasmadas en el documento de la Dirección De Farmacia y Drogas es que prescribieron recetas a nombre de una paciente, para cubrir varios pacientes; en el centro hospitalario se generaron prescripciones las cuales indican la dosis pautada y dosis de rescate en la misma receta; y de las recetas evaluadas, se observaron algunas prescritas por 100 ampollas de fentanilo inyectable, por dos días consecutivos, omitiendo los días de tratamiento.
En el caso de las dosis en rescate, lo establecido por normativa es que vaya en una receta por separado, pues es un esquema que puede ser de más largo plazo y se requiere conocer cuántas se usará, pues es posible que en rescate se tenga que dar dosis de carga y varias ampollas en corto tiempo.
Las fallas encontradas por el equipo de técnicos del Minsa que visitaron la instalación de la CSS son consideradas como leves y graves, indica la Resolución 255 que lleva la firma de la directora nacional de Farmacia y Drogas Elvia Lau.
Por otro lado, el MP lleva a cabo las investigaciones, la primera, la primera fue denunciada por el jefe de seguridad de la CSS, quien informó que el 9 de noviembre de 2022 se conoció que en la entrada de la oficina de Diagnóstico Especializado del Complejo Metropolitano, en el puesto de atención al asegurado, un anestesiólogo dejó un estuche plástico de color negro con tapa transparente en cuyo interior había ampollas de fentanilo.
En tanto, la segunda investigación nace a través de un informe de la Subdirección Nacional de Auditoría de los Servicios de Salud, en el que se advierte sobre “la falta de observancia de las normas y disposiciones legales, así como de aquellas que regulan las actividades y uso de sustancias controladas para fines médicos”. Esta auditoría se realizó entre el 1 y 15 de octubre de 2022.
Fentanilo: más adictivo y tóxico
Los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, en su página web, advierte que hay dos tipos de fentanilo: el farmacéutico y el fabricado ilícitamente, pero ambos se consideran opioides sintéticos. Añade que el fabricado ilícitamente se distribuye en mercados de drogas ilegales por su efecto similar al de la heroína y su uso provoca más de 150 muertes diarias por sobredosis. En Estados Unidos, el fentanilo es responsable de una de las mayores crisis de salud pública.
Desde 2019 a 2021, las muertes por sobredosis de fentanilo en Estados Unidos aumentaron un 94 %, según datos de los CDC, por sus siglas en inglés). Se estima que casi 200 estadounidenses fallecen cada día por consumir esta droga.
Los CDC también han revelado que, solo en 2021, al menos 71,000 personas murieron en Estados Unidos por sobredosis causadas por opioides sintéticos. Esta situación ha hecho que la Casa Blanca ponga en marcha un plan para reducir las muertes por sobredosis mediante una estrategia que se basa en trazar un plan con socios internacionales para interrumpir el comercio ilícito de drogas sintéticas.
La semana pasada el secretario de Estado, Antony Blinken, reunió virtualmente este viernes a representantes de 84 países, una lista que incluía a México, principal vía de entrada de la potente sustancia en Estados Unidos, pero no a China, el tercer vértice de su fabricación, tráfico y consumo globales, en una coalición para aumentar la cooperación en la lucha contra esa y otras drogas sintéticas.
Blinken en su discurso trató de concienciar a sus homólogos con una gráfica metáfora. “Estados Unidos es como el canario en la mina de carbón”: en otras palabras, lo que está pasando aquí con el fentanilo pronto sucederá, vino a sugerir, en el resto del mundo. “Una vez han saturado nuestro mercado, las mafias criminales transnacionales están enfocándose en otros lugares para aumentar sus beneficios”, les dijo. “Si no actuamos juntos con feroz urgencia, será una catástrofe”.
El fentanilo que se consume ilegalmente y que está asociado con más frecuencia con las sobredosis recientes, se fabrica en laboratorios. Este fentanilo sintético se vende ilegalmente en forma de polvo, vertido en gotas, sobre papel secante, en envases de gotas para los ojos o rociadores nasales, en pastillas parecidas a las de otros opioides recetados.
Lo más grave es que apenas dos miligramos de fentanilo son suficientes para matar a una persona. Esa dosis letal, en su versión polvorienta, cabe en la punta de un lápiz.
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