Por décadas, los muertos que nadie reclamaba en la capital eran sepultados en fosas comunes de los cementerios del Municipio de Panamá, que ahora, sin embargo, se niegan a recibirlos por falta de espacio.
Esta situación ha generado que la Morgue Judicial del Ministerio Público y el depósito de cadáveres de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá (UP) estén prácticamente saturados.
De acuerdo con el director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Imelcf), Humberto Mas, el problema comenzó hace poco tiempo, luego de que en el Municipio de Panamá les informaron que no recibirían más esos cuerpos, que últimamente eran llevados al cementerio de Utivé, en el corregimiento de Pacora.
Mas se mostró sorprendido con la decisión de las autoridades locales, ya que siempre llevaban a los muertos que nadie reclamaba a estos cementerios para un entierro de solemnidad.
“Parece que el cementerio que utilizábamos (Utivé) colapsó y dicen que no tienen más lugares”, precisó.
Detalló que tuvieron problemas al mantener por casi dos años en las neveras de la Morgue Judicial 54 cadáveres a los que no podían darles sepultura. “El Municipio decidió ayudarnos por última vez en 2015 y logramos depositarlos en una fosa”, dijo.
No obstante, aclaró que dentro de “poco tiempo” tendrán el mismo inconveniente, porque los cuerpos ya comenzaron a acumularse en la Morgue Judicial. Justo ahora reposan allí 32 cuerpos de personas reconocidas y de otras sin reclamar.
Ante esta situación, consideró que la salida es que el Municipio de Panamá administre un terreno para efectuar allí funerales de solemnidad a las personas cuyos restos no son reclamados en la Morgue Judicial, en la UP y en los centros hospitalarios de la capital.
CENIZAS EN LA UNIVERSIDAD
A la morgue de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá también llegan cuerpos para que los estudiantes puedan llevar a cabo estudios e investigaciones.
Estos cadáveres no reclamados provienen, muchas veces, de la Morgue Judicial y de los hospitales. El requisito es que el cuerpo esté completo.
Óscar Castillo, catedrático de Anatomía de la facultad, explicó que reciben un promedio de entre 10 y 15 cuerpos por año, que son destinados a labores de docencia con los estudiantes de medicina.
“Se analiza la anatomía humana a detalle y cuando terminábamos hacíamos los trámites de sepultura”, dijo.
Castillo sostuvo que por años el Municipio les había asignado una fosa en el cementerio de Chilibre y luego en el de Pacora. Cada semestre académico, sepultaban entre seis y ocho cuerpos con la coordinación de las autoridades locales.
“Todos iban en bolsas y cada cuerpo iba identificado para que más adelante supieran dónde estaba cada uno ”, detalló.
Añadió que hace poco tiempo el proceso se suspendió y que la razón que les dio el Municipio fue que no contaban con espacio, aunque no comparte esto, porque, según adujo, diariamente mueren panameños a los que les brindan espacios en los cementerios.
Dijo que pidió una reunión con el alcalde de Panamá, José Isabel Blandón, para buscar una solución al problema, pero le reiteraron que “no había espacio”. “No nos quedó otra opción que cremar los cuerpos y tener las cajas con las cenizas en la Facultad de Medicina”, dijo.
En la actualidad, la Facultad de Medicina tiene 21 cuerpos en su morgue, con los que no saben qué hacer, debido a que no tienen dónde darles sepultura.
Incluso, evalúan solicitar a las autoridades locales del distrito de Panamá que les vendan un terreno para enterrar a estos difuntos.
La morgue de la Facultad de Medicina solo tiene capacidad para 24 cuerpos; es decir, solo tienen espacio para 3 más, por lo que les urge sepultar los cadáveres.
A las autoridades de esa casa de estudios superiores les inquieta que cada año llegan más estudiantes, que requieren más cadáveres para investigaciones, pero a la vez necesitan evacuar los cuerpos que ya no utilizan.
Otra opción que analizan las autoridades de la Facultad de Medicina es buscar espacio en otros cementerios localizados en Arraiján o La Chorrera, en la provincia de Panamá Oeste, aunque hasta el momento no toman una decisión sobre ese tema.
Castillo reconoció que nunca pagaron al Municipio por este servicio. Es más, explicó que las propias autoridades locales suministraban una retroexcavadora para realizar esa labor en el cementerio de Utivé.
“Esta situación también afectará a los hospitales, porque allí hay cuerpos que no retiran. Nosotros, como Universidad, estamos dispuestos a pagar”, concluyó.
RAZONES MUNICIPALES
Jacqueline Deleuze, subgerente de Empresas Municipales de la Alcaldía de Panamá, explicó que durante los últimos años estos cadáveres llegaban a Utivé, pero puntualizó que cancelaron esa práctica que por años se “manejó sin control”. “La tuvimos que suspender, porque era una práctica no sanitaria”, precisó.
Deleuze manifestó que a la fosa común llegaban también restos de humanos y vísceras provenientes de los hospitales; sin embargo, las instituciones médicas ahora decidieron contratar los servicios de cremación.
La funcionaria de la Alcaldía también dijo que deben hacer más efectivo el uso del espacio para el servicio de sepultura que brindan a los contribuyentes.
Esta práctica fue cancelada. Lo más recomendable es que esas instituciones lleven a cabo, a través de contratación, la sepultura de sus cuerpos”, resaltó.
La Subgerencia de Empresas Municipales administra, a través del Departamento de Servicios Funerarios, ocho cementerios municipales: Alcalde Díaz, Amador, Concepción, Chilibre, Juan Díaz, Pacora, Utivé y Pueblo Nuevo.
Además, trata de adquirir un terreno de 20 hectáreas en La Cabima, Panamá norte, para destinar ocho hectáreas a un cementerio.
Por su parte, la vicealcaldesa del distrito de Panamá, Raisa Banfield, reiteró que tienen cementerios que están colapsados y que las fosas comunes están causando problemas sanitarios.
Según Banfield, la Alcaldía empezó un proceso de adecuación de cementerios, desde el año pasado, por lo que se avisó a estas entidades que ya no se tenía la capacidad de recibir los cadáveres no reclamados.
OTRAS OPINIONES
Aurelio Rangel, director de la Región Metropolitana de Salud del Ministerio de Salud (Minsa), señaló que la decisión, en cuanto al manejo de los cadáveres, debe ser resuelta entre Medicina Legal y el Municipio de Panamá.
En cuanto al papel del Minsa, sostuvo que a ellos solo les compete hacer la vigilancia sanitaria en caso de que un cuerpo presente una patología contagiosa que requiera una investigación epidemiológica.
Mientras que el exministro de Salud Fernando Gracia indicó que en este asunto tienen que colaborar todas las entidades. “Aquí hay aspectos sanitarios que competen al municipio”, acotó.
El capítulo IV del Código Sanitario, relacionado con las atribuciones y deberes en materia de salud pública local, establece: “es función esencial del Estado velar por la Salud Pública y los gobiernos locales deben cooperar en esta labor”.
El artículo 88, numeral 9 de la misma norma, inherente al control del ambiente, añade que “es una actividad sanitaria local transportar y enterrar los cadáveres humanos encontrados en la vía pública u otros sitios, previo reconocimiento y autopsia por médico”.
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