Desde hace unos años en Panamá se está registrando una situación poco común: niños que sufren de una enfermedad típica de personas mayores, debido al cambio radical en el estilo de vida y la obesidad, entre otros factores, que están acelerando la diabetes.
Son pocos los datos y estudios sobre el tema. No obstante, la Federación Internacional de la Diabetes ya ha alertado que puede convertirse en un nuevo problema de salud pública en el mundo.
En Panamá, en el Hospital de Especialidades Pediátricas Omar Torrijos Herrera de la Caja de Seguro Social (CSS), aproximadamente 300 niños reciben atención de control y seguimiento por diabetes.
José de Jesús Grimaldo, pediatra endocrinólogo del centro hospitalario, indicó que han atendido entre dos y tres casos en una semana, por lo que recalcó que hay una frecuencia importante de pacientes nuevos que anteriormente no se registraba en este hospital.
Los casos reportados van desde lactantes, preescolares, escolares y adolescentes. Las edades más frecuentes están entre los 10 y 17 años.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una enfermedad crónica en la que el cuerpo pierde su capacidad de producir insulina o se vuelve resistente a ella. Esta hormona controla los niveles de azúcar en la sangre y cuando falta o falla, el exceso de azúcar causa daños en diferentes órganos y acaba produciendo serios problemas de salud.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune con un fuerte factor genético. En la tipo 2, los mayores factores de riesgo son la mala alimentación, la obesidad y la falta de ejercicio. Se estima que comer sano y hacer algo de deporte podrían evitar hasta el 80% de los nuevos casos que se registran cada año.
En pediatría, la diabetes tipo 1 es la más frecuente en al menos el 90% de los casos; sin embargo, la diabetes tipo 2 ha aumentado asociado a la obesidad en niños y adolescentes, pero sigue siendo menos del 10% de los casos. Aunque existen otros tipos de diabetes en niños poco frecuente.
Heydi López, la pediatra endocrinóloga
La diabetes tipo 1 es la más frecuente en pediatría. Mientras que la prevalencia de diabetes tipo 2 en pediatría ha aumentado asociado a la epidemia de obesidad en niños y adolescentes”.
Así lo explicó la pediatra endocrinóloga Heydi López, del Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel, quien indicó que la diabetes tipo 1 tiene una presentación bimodal con un pico de diagnóstico en niños de 4 a 6 años de edad y otro pico en la pubertad temprana (10 a 14 años de edad). Mientras que la diabetes tipo 2 se presenta a partir de la pubertad y después de la pubertad, acotó.
Según datos de la Federación Internacional de la Diabetes, en Panamá, en el 2022, había un estimado de 404 pacientes diabéticos tipo 1 menores de 20 años de edad.
En tanto, en la consulta externa especializada de endocrinología del Hospital del Niño se han atendido 101 pacientes diabéticos de enero a julio de 2023, precisó López.
En el centro hospitalario, por año llegan a atender hasta de 150 pacientes por diabetes, según estadísticas.

¿Cuáles son los síntomas?
De acuerdo con López, los padres deben estar atentos si el niño orina mucho (poliuria) tanto de día como de noche, comienza a orinarse en la cama cuando ya no lo hacía, toma mucha agua (polidipsia), tiene pérdida de peso inexplicable a pesar de que come más de lo habitual (polifagia), y si está muy cansado y con decaimiento. Si estos síntomas empeoran con el tiempo y el niño presenta vómitos, boca seca, dolor abdominal, respiración muy rápida y tendencia al sueño, se debe acudir de inmediato al cuarto de urgencias.
En los niños pequeños, los padres pueden notar los pañales más pesados o que tienen que cambiar los pañales con más frecuencia, también que las hormigas son atraídas por la orina del pañal (que es dulce), que el niño está muy irritable, o tiene erupción o dermatitis en el área del pañal (genitales, glúteos, región inguinal), coincidieron los especialistas consultados.

Efectos de la diabetes en niños
Los especialistas Grimaldo y López indican que el diagnóstico de diabetes en un niño no solo tiene efectos físicos sino también psicológicos.
López añadió que cuando un niño es diagnosticado con diabetes con frecuencia experimenta emociones negativas como tristeza, desesperanza, llanto y sentirse agotado y abrumado. Puede tender a aislarse o a sentirse diferente de sus compañeros de clase si no conoce otros niños con su misma condición; también puede tener sentimientos de negación, enfado y frustración. Además, los padres también pueden atravesar un periodo de duelo cuando se diagnostica la condición en su hijo, sentir culpa o pasar por la negación.
Por eso es importante el manejo multidisciplinario del niño, integrar al pediatra y al pediatra endocrinólogo, así como a profesionales de salud mental, nutrición y la educación continua, a la familia y al niño para aprender a manejar y vivir con esta condición.
El apoyo de la escuela es clave para la integración y el cuidado del niño, el cual no debe ser discriminado por su condición, manifestaron los pediatras endocrinólogos consultados por este medio.
“La diabetes es un problema de hiperglucemia, es una enfermedad que produce daños vasculares, y si el paciente tiene el debido control puede alargar su vida, pero si no lo tiene, la puede acortar”, enfatizó Grimaldo.
Niños con diabetes tipo 1 aprenden a controlarse la enfermedad, medirse la azúcar y tomar sus medicamentos, pues son conscientes de que la diabetes bien controlada les permite seguir adelante.
¿Puede la covid-19 impulsar la diabetes?
Los especialistas en endocrinología indican que existen estudios de metaanálisis que demuestran un aumento global significativo de diagnósticos de diabetes tipo 1 en niños y también de cetoacidosis diabética y cetoacidosis grave en el momento del diagnóstico de diabetes tipo 1 durante la pandemia, en comparación con períodos anteriores a la covid-19.
Se puede establecer la hipótesis de que el SARS-CoV-2 es probablemente un estímulo para el sistema autoinmune, especialmente para la autoinmunidad pancreática, y el inicio de la diabetes tipo 1, aunque faltan más investigaciones para demostrar esta hipótesis, precisó López.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad multifactorial y la exposición a agentes infecciosos como virus en individuos genéticamente predispuestos puede desencadenar la enfermedad. Se ha demostrado que el virus ARN de la covid-19 puede dañar las células pancreáticas.


