Para completar la construcción del nuevo Museo Antropológico Reina Torres de Araúz, entre Calidonia y Santa Ana, se necesitará más tiempo y dinero. Todo parece indicar que la obra no será entregada a finales de 2023, como estaba previsto.
Este icónico inmueble, que guarda la historia del hombre panameño, tiene lustros de estar cerrado y de momento atraviesa una etapa de remodelación y construcción, que genera expectativa entre historiadores y defensores del patrimonio cultural.
Anayansi Chichaco, directora de Museos del Ministerio de Cultura, subrayó que la construcción presenta un 46% de avance, lo cual incluye mejoras al edificio nuevo de resguardo de las piezas, restauración del edificio principal, urbanización del entorno y dos salas de exhibición.
Agrega que ya se tramita una adenda de tiempo y costo a favor del contratista, en la que se incluirán trabajos adicionales propios en los procesos de restauración.
También detalló que se ha restaurado un 70% de las piezas que serán exhibidas y se continúa la producción y desarrollo de la museografía. Para tener una idea, este museo cuenta con una colección compuesta por 15 mil 475 piezas históricas.
Se consultó al Ministerio de Cultura por cuánto tiempo más se extendería la obra y el costo de los trabajos adicionales, pero la respuesta es que todavía están en negociaciones con el contratista, por lo que no podía compartir la información.
Como se recordará, los trabajos en este histórico museo comenzaron a finales de 2020 y tienen un costo original de cerca de $14.7 millones. El proyecto fue financiado con un préstamo que otorgó el Banco Interamericano de Desarrollo a Panamá en la administración pasada (2014-2019), para el apoyo a la conservación y gestión del patrimonio cultural y natural.
El valor
Una de las tantas deudas con la cultura en el país es la culminación del Museo Antropológico Reina Torres de Araúz. Allí se concentra la historia del hombre panameño.
El museo fue fundado en diciembre de 1976 con el nombre de Museo del Hombre Panameño y renombrado tiempo después en honor a la reconocida antropóloga y defensora del patrimonio histórico panameño Reina Torres de Araúz. No obstante, desde el año 2013 permanece cerrado y sus piezas resguardadas.
Para el historiador Rommel Escarreola, la colección del Museo Reina Torres de Araúz tiene un valor “incalculable”, porque cuenta la historia del hombre panameño.
“Allí hay piezas de antes y después de la llegada de los españoles. Además, esto es un reconocimiento a Reina Torres de Araúz, quien puso sus conocimientos en abrir este y otros museos en el país”, manifestó. Ahora hay que velar porque se concluya la obra en el tiempo establecido.
En ese contexto, explicó que restaurar o mejorar cualquier museo del país es un esfuerzo por resguardar la memoria histórica. “Las piezas precolombinas que tiene este museo son una muestra de que los primeros pobladores del istmo de Panamá tenían una visión propia y artística del mundo”, aportó.
Además, hizo un llamado no solo al Gobierno, sino también a la empresa privada, con el fin de que impulsen y desarrollen proyectos similares con los demás museos que hay en el país.
Una larga licitación
Esta obra fue adjudicada en 2020 al consorcio CEN Museo Marta, luego de tres licitaciones.
En el primer acto público, efectuado en febrero de 2018, el proyecto fue adjudicado a la Constructora Pirenaica, por $10.7 millones, pero en enero de 2019, la Contraloría General de la República decidió no refrendarlo, porque dicha empresa había sido inhabilitada por tres años para celebrar contratos con el Estado.
La segunda licitación, efectuada en abril de 2019, fue declarada desierta.
Las acciones de conservación y restauración incluyen cuatro salas de exhibición permanente y dos salas de exhibición temporal, auditorios, dos cafeterías, un edificio especial de resguardo para mantener las piezas conservadas y la nueva museografía, que es la última parte de esta renovación.
El edificio especial de resguardo será soterrado y albergará unas 15 mil piezas, la más importante colección del país. Precisamente, en este edificio se conservarían las piezas, para que no se desgasten con el tiempo, y servirá como un taller de restauración de las mismas.