El flujo migratorio irregular descontrolado por la selva de Darién, que separa Panamá de Darién, ejerce una fuerte presión sobre las instalaciones de salud que tiene el Ministerio de Salud (Minsa) en la provincia.
El personal médico es insuficiente para la cantidad de personas que están llegando a Darién por día, que oscila de 2 mil 500 a 3 mil, puesto que en los pueblos de acogida como Canaán Membrillo y Bajo Chiquito solo hay un médico y una enfermera.
La situación está obligando al Minsa junto con las direcciones regionales de Darién, Guna Yala y Chiriquí a reforzar los equipos de atención médica.
Los datos de la Dirección Regional de Salud en Darién indican que de enero a agosto de este año han brindado atención 27 mil 838 migrantes, lo que representa 16 mil 167 migrantes más que los registrados el año pasado para el mismo período, donde la cifra fue de unos 11 mil 671.
Los números reflejan el alza en atenciones, así como lo costoso que trae consigo esta crisis migratoria, indicó a este medio el director regional de salud en Darién, José Samudio.
Ante el incremento de migrantes en Darién, el funcionario aseguró que espera aumentar los equipos médicos para finales de este año en esta provincia.
Detalló que cuando un migrante llega a los puestos de salud, deben estar preparados para todo, en este contexto podemos afirmar que la población pediátrica y mujeres embarazadas se ha incrementado de manera proporcional en comparación con años anteriores.
Entre los problemas de salud que presenta la mayoría de los migrantes que están llegando a Darién son respiratorios, diarrea, deshidratación, dermatitis, laceraciones en la piel, hipertensión, diabetes mellitus, entre otros.
Samudio indicó que en las estaciones de recepción migratoria en Darién se cuenta con carpas de atención médica en donde el Minsa, Cruz Roja Panameña y Médicos Sin Fronteras (MSF), brindan servicios de salud de primeros auxilios, atenciones de salud básica, acciones de promoción, prevención y atención psicológica.
No obstante, dijo que existen desafíos en la coordinación entre todos en cuanto a los servicios que se brindan y los horarios de atención para dar una respuesta integral en todo momento.
De hecho, el organismo humanitario MSF, alertó en agosto pasado que no se están dando abasto ante la crisis migratoria.
El coordinador de terreno de MSF en el Darién panameño, José Lobo, aseguró que las organizaciones humanitarias no se dan abasto ante el incremento de personas que llegan a diario. “En las últimas semanas, hemos tenido días de hasta 3 mil migrantes en un solo punto”, añadió.
“Son más 2 mil personas que a diario se ven forzadas a enfrentar riesgos como lesiones y ahogamientos por las condiciones geográficas, robos, agresiones y violencia sexual por cuenta de las bandas criminales. Luego, a su llegada a Panamá, no encuentran la atención que necesitan”, denunció Lobo.
Creación de un presupuesto sostenible
El Minsa está elaborando un plan estratégico de atención médica para la población, donde se debe incluir un presupuesto a corto y mediano plazo que sea sostenible en el tiempo.
Así lo explicó Thays Noriega, directora de Asuntos Internacionales y Cooperación Técnica del Minsa, quien agregó que la migración no se va a detener y es por ello que han decidido incluir las diferentes secciones del Minsa para que puedan mantener alguna incidencia desde la perspectiva sanitaria.
Además, dijo que con este plan se está tomando en cuenta que la salud debe ser abordada primordialmente para evitar cualquier situación que pueda perjudicar a la población.
El flujo migratorio cada vez ejerce mayor presión sobre las ya sobrecargadas capacidades de recepción, redes de albergues y comunidades de acogida.
La migración irregular no se logra detener
A pesar de las medidas migratorias anunciadas por las autoridades de Gobierno, el tránsito irregular de migrantes por Darién no se detiene.
La crisis migratoria en la selva del Darién ha alcanzado un punto crítico y Panamá anunció acciones para abordarla, incluyendo la eliminación de puntos de control en comunidades receptoras y el aumento en deportaciones. También se anunciaron medidas como la reducción de la estancia de algunos turistas de 90 a 15 días o aumentar los umbrales financieros para entrar al país.
Sin embargo, las cifras del Servicio Nacional de Migración indican que entre el 8 y el 14 de septiembre pasado 18 mil 125 migrantes irregulares cruzaron el tapón de Darién procedentes de Colombia, lo que eleva la cifra de 2023 a 370 mil 421.
En dos años la crisis migratoria por la región ha cambiado de rostro. En 2020 y 2021 las estadísticas las encabezaban las personas procedentes de Haití. Ahora la mayoría de los viajeros que desafían la inhóspita selva de Darién, rumbo a Estados Unidos en busca de un mejor futuro para sus familias, son venezolanos.
Entre 2022 y lo que va de 2023, 380 mil 872 migrantes venezolanos han ingresado al país por Darién. En 2020 Migración Panamá apenas registró 69 venezolanos y en 2021 la cifra fue 2 mil 819.
La crisis migratoria en el Darién ha enfrentado posiciones entre Panamá y Colombia. El Gobierno de Laurentino Cortizo ha pedido mayor control por parte del de Gustavo Petro. Pero el mandatario colombiano ha asegurado que la actual situación responde a causas estructurales.
De hecho, el 7 de septiembre aseguró en su cuenta de X que para solucionar la crisis hay “desbloquear económicamente a Venezuela”.
Si queremos en verdad frenar el desastre humanitario del éxodo por el Darién hay que desbloquear económicamente a Venezuela.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 8, 2023