El oropouche, un virus transmitido por el jején (Culicoides paraensis) y, en menor medida, por el mosquito Culex quinquefasciatus, ha causado hasta el 15 de febrero un acumulado de 153 casos de la enfermedad en Panamá. Entre los afectados se encuentran dos embarazadas, de entre 21 y 25 semanas de gestación.
Así lo informó Blas Armién, jefe del departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa), quien aclaró que en el país no se está registrando transmisión autóctona del virus, aunque existen personas infectadas que han viajado a otras regiones. Armién también señaló que la mayoría de los casos de oropouche están concentrados en la provincia de Darién, particularmente en las áreas de Metetí, Yaviza y Río Iglesias.
El jefe de Epidemiología del Minsa subrayó la existencia de dos ciclos de transmisión del virus: uno selvático y otro urbano, lo que aumenta la complejidad de controlar su propagación.
Además, aclaró que actualmente no existen tratamientos ni vacunas específicas para la enfermedad. Los síntomas más comunes de oropouche incluyen fiebre de inicio agudo (o historial de fiebre) superior a los 38°C, que puede persistir hasta por cinco días, acompañada de una cefalea intensa. Además, la persona afectada debe haber viajado a zonas con circulación documentada o sospechosa del virus en las últimas dos semanas.

Uno de los aspectos que llaman la atención, según Armién, es que hasta el 60% de los pacientes infectados con el virus de oropouche pueden experimentar una recaída en los síntomas entre 1 y 10 días después de haber mostrado signos de mejoría. Por ello, debido a la similitud entre los síntomas de oropouche y los del dengue, es fundamental realizar un diagnóstico clínico diferencial. El diagnóstico precoz es crucial para evitar la confusión entre ambas enfermedades, pues aunque el oropouche no es un arbovirus que actualmente esté circulando de manera prevalente en el país, el cuadro clínico puede ser muy similar.
El seguimiento y monitoreo de los casos son esenciales, así como la evaluación de signos de alarma que puedan indicar que se trata de un caso de dengue y no de oropouche. En cuanto a la cefalea, además de ser intensa, suele tener una localización posterior (parieto-occipital), lo que la distingue de otros tipos de dolor de cabeza, y persiste incluso cuando la fiebre desaparece. Este detalle es importante para los médicos, ya que puede ayudar en el diagnóstico.

Jean Paul Carrera, virólogo y epidemiólogo del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges), expresó que el brote de oropouche en Darién sigue una tendencia a la disminución. Sin embargo, destacó la importancia de que la población de las zonas afectadas acuda a los centros de salud en busca de atención médica.
Carrera también lamentó que muchas personas, al visitar las casas, indiquen que no buscan atención médica para evitar la espera y las largas filas en los centros de salud. Esta situación podría poner en riesgo la salud de los afectados y de quienes los rodean.
El experto también sugirió que la cepa del virus que está afectando a Panamá podría haber sido introducida desde países como Italia, Cuba y Brasil, lo que abre la posibilidad de que el virus haya llegado a la región a través de viajeros. No obstante, el científico aclaró que trabajan en determinar la procedencia de la cepa y la fecha de su introducción al país.
De hecho, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó hace unas semanas que Panamá y Brasil están entre los países con el mayor número de casos de oropouche en la región de las Américas.
Un virus conocido
El primer brote documentado de oropouche en Panamá ocurrió el 24 de agosto de 1989, cuando el laboratorio Gorgas investigó un brote de fiebre en la comunidad de Bejuco, Chame, que presentaba síntomas similares al dengue. Tras analizar muestras de suero de tres pacientes, se confirmó la presencia del virus.
Durante ese año, el Gorgas procesó un total de 191 muestras, 14 de las cuales resultaron positivas al virus. Entre julio y septiembre de ese año, se notificaron 70 casos de fiebre en Bejuco, y un estudio serológico posterior reveló que el 25% de la población había estado expuesta al virus, lo que sugiere que el virus estuvo circulando en la región durante ese periodo.
Científicos del Instituto Gorgas y funcionarios del Minsa presentaron los hallazgos y datos más recientes sobre el brote en un Simposio de Epidemiología Molecular titulado “Una sola salud para dilucidar y controlar un brote del virus oropouche en Darién”. En este evento, se discutieron las estrategias de control y las medidas necesarias para frenar la propagación del virus en las comunidades afectadas.
