Panamá se convierte en el primer país de Centroamérica y el quinto en América Latina en aprobar el registro sanitario de nirsevimab, un anticuerpo monoclonal destinado a proteger a los recién nacidos y lactantes del virus respiratorio sincitial (VRS).
Este anticuerpo monoclonal, aprobado por la Dirección Nacional de Farmacia y Drogas del Ministerio de Salud (Minsa), requiere una sola dosis por vía intramuscular, que debe administrarse durante los primeros meses de vida, tanto en niños sanos como en aquellos con factores de riesgo. La dosis se repite durante el segundo año de vida.
El anticuerpo monoclonal, cuyo estudio denominado Melody en fase tres fue realizado por un equipo de científicos del Centro de Investigación Cevaxin, involucró a unos 560 niños entre mayo de 2021 y diciembre de 2022. Además, el anticuerpo cuenta con la aprobación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
El estudio Melody también reunió a científicos de Estados Unidos, Sudáfrica, España, Bulgaria, Israel, Argentina y Chile.
“En Panamá, el virus sincitial respiratorio circula durante todo el año, y es necesario contar con una opción de inmunización para proteger a todos los infantes entre 0 y 2 años, logrando resultados como los alcanzados recientemente en Chile. Esa es la importancia del anuncio de la aprobación de este nuevo anticuerpo monoclonal de acción prolongada”, comenta Rodrigo De Antonio, director del Centro de Investigación Cevaxin.
Además, De Antonio agregó que “contamos con uno de los programas de inmunización infantil más completos de América Latina, y esto nos exige seguir avanzando para que estas tecnologías, con amplia evidencia que demuestran su valor y un mayor impacto en la salud pública, estén al servicio y al alcance de los niños panameños”, dijo.
En tanto, Xavier Sáez-Llorens, pediatra, infectólogo e investigador clínico, sostuvo que tanto en los estudios de fase tres como durante su uso en el mundo real (Europa y Estados Unidos), la efectividad para prevenir enfermedad severa y hospitalización está consistentemente por encima del 80%. Por primera vez, en el invierno de esas regiones, las salas de cuidados intensivos han estado prácticamente vacías de infantes con infecciones graves por VRS, indicó.
Cada año, el VRS genera un alto número de visitas a consultas médicas y servicios de urgencias, lo que supone una presión adicional para los hospitales y los profesionales de la salud. Además, las hospitalizaciones por este virus en menores de dos años están asociadas a importantes costos económicos y emocionales para las familias afectadas y el sistema de salud en Panamá.