El proyecto de ley 323, que promueve el desarrollo de la agroindustria del cáñamo —derivado del cannabis— en el sector agropecuario nacional, fue aprobado por unanimidad en primer debate en la Asamblea Nacional, el pasado 19 de octubre.
La propuesta, que llegó a la Comisión de Comercio y Asuntos Económicos de la mano de la vicepresidenta de la Asamblea y diputada del Partido Revolucionario Democrático, Kayra Harding, fue presentada hace 3 años, el 8 de octubre de 2019, para ser exactos.
Harding sostuvo que a través de esta ley se incentiva y promueve la economía con la producción nacional del cáñamo y permite emprender iniciativas encaminadas a trabajar la materia prima y sus derivados, además de que se podrá continuar investigando acerca de las virtudes y beneficios de este rubro.
En septiembre pasado, la diputada participó en el primer foro interdisciplinario sobre el cannabis —denominado Latam Cann. Biz—, en el que anunció a los empresarios que en los próximos días se aprobaría la ley de cáñamo, considerada la “segunda pata” de esta industria.
Si bien la industria del cannabis ha experimentado una apertura en la región de Latinoamérica desde 2013, cuando Uruguay legalizó el cultivo de la planta de marihuana, ahora Panamá busca convertirse en un hub del cannabis medicinal.
Durante el primer debate del proyecto 323, el diputado independiente Juan Diego Vásquez apoyó la propuesta, ya que favorece e incentiva la producción nacional.
Sin embargo, subrayó que cuando el proyecto sea discutido en segundo debate en el pleno legislativo, se le debe hacer una serie de modificaciones que permitan robustecerla.
En el primer debate del proyecto 323 participó Alberto Avilés, en representación de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura, quien se mostró a favor del proyecto, argumentando que ya hay empresarios e inversionistas interesados en el cultivo agroindustrial del cáñamo en Panamá, una vez el proyecto se convierta en ley de la República.
El cáñamo es una planta que pertenece al conjunto familiar de las cannabáceas. Esta planta tiene unos 3 mil usos industriales conocidos, entre productos y subproductos, en sectores como textiles, alimentos, construcción, bioplásticos, biocombustibles y medicina.
En Panamá, el uso del cannabis medicinal está amparado en la Ley 241 del 13 octubre de 2021, reglamentada por el Decreto Ejecutivo 121 del 1 de septiembre del Ministerio de Salud (Minsa). Ese mismo día, el Ministerio de Seguridad Pública expidió otro decreto ejecutivo, el número 85, que crea la Dirección Nacional para el Monitoreo de las Actividades Relacionadas con el Cannabis Medicinal.