La selva de Darién no solo consume las fuerzas de aquellos migrantes que se atreven a desafiarla durante siete duros días de camino. Allí, donde reina la ley del más fuerte, también se puede perder la vida.
Según estadísticas suministradas por el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), este año han muerto 18 de los cerca de 100 mil migrantes que han cruzado esta peligrosa frontera entre Panamá y Colombia. Sin embargo, a dicha cifra hay que agregar una defunción: la de un menor de seis años que falleció en medio de un robo en la jungla.
La mayoría de estos cuerpos terminan en la morgue de La Palma, en Darién, lo que en ocasiones causa hacinamiento, pues la entidad solo tiene siete espacios.
Frente a esta realidad, el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses –que opera bajo el paraguas del Ministerio Público– puso en su agenda la construcción de un cementerio humanitario para migrantes que mueren en esa zona y sus cuerpos no son reclamados.
El director de la institución, José Vicente Pachar, informó que ya hicieron la presentación del proyecto a la comunidad y arrancó la construcción de los nichos para este grupo de personas.
“Esperamos contar con este espacio en aproximadamente dos meses, ya que es una iniciativa humanitaria que se viene planificando hace años”, comentó el funcionario, quien destacó la cooperación en este proyecto del Comité Internacional de la Cruz Roja y del Municipio de Pinogana.
Precisó que entre 2021 y 2022 a la morgue de Darién han llegado unos 70 cuerpos de migrantes que perdieron la vida en la selva y han sido enterrados en “funerales de solemnidad” en varios cementerios de Darién, ya que permanecen semanas y no aparece ningún familiar.
No obstante, en este camposanto humanitario lo que se busca es contar con un sitio específico donde tener los cadáveres, en caso de que en un futuro un familiar quiera reclamarlos. “Es un proyecto muy similar a un cementerio humanitario que hay en Honduras”, dijo Pachar.
Por su parte, Eduardo Silgado, oficial de Agua y Hábitat del Comité Internacional de la Cruz Roja, señaló que el proyecto implica construir un nicho para el resguardo de 100 personas adultas en El Real de Santa María.
“Cada día va en aumento la cantidad de personas que atraviesan Darién”, acotó Silgado, quien explicó que en esta propuesta se tomó en cuenta la participación de la población y de las autoridades locales de Pinogana.
Mientras que Liliana Dueñas, especialista forense del Comité Internacional de la Cruz Roja, resaltó que con esta iniciativa se establecen los acuerdos necesarios para dar el alcance humanitario requerido por los migrantes.
Peligrosa ruta
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), agencia de Naciones Unidas, el tapón del Darién es uno de los puntos en las Américas que presenta un mayor subregistro de datos sobre personas migrantes fallecidas y desaparecidas, debido a los peligros de dicha ruta en materia de topografía y otros riesgos, como la presencia de grupos criminales que cometen un sinnúmero de actos de violencia contra las personas migrantes. Además, la dificultad de acceso representa un reto para recolectar datos sobre estas fatalidades.
Un informe estadístico de este organismo internacional puntualiza que en 2021 se registraron 51 vidas perdidas de migrantes, que en 2020 se reportaron 26 y en 2019, 40. No obstante, los informes anecdóticos indican que gran cantidad de personas migrantes fallece en esta ruta y sus restos nunca son recuperados, por lo que las cifras presentadas probablemente reflejan “solo una pequeña fracción” del verdadero número de vidas perdidas.
Tal es el caso de Rosemary, una mujer de nacionalidad venezolana quien ahora mismo reside en La Chorrera, Panamá Oeste, y quien en 2021 mientras cruzaba la selva perdió a su esposo e hijo. Ella aún conserva la esperanza de que las autoridades panameñas en algún momento le lleven noticias de sus familiares, que fueron arrastrados por la fuerte corriente de un río.
Rosemary desistió de seguir su ruta hacia Estados Unidos, mientras aguarda por alguna novedad.
Muere menor de edad
Nuevamente una tragedia se reportó ayer miércoles en Darién. Un grupo de migrantes fue asaltado en Tres Bocas y como consecuencia de este suceso un menor de seis años de edad falleció, mientras que dos adultos resultaron heridos.
Tras el incidente, el Senafront indicó que se realizó un operativo en el área, lo que dio con el decomiso de un arma calibre 380 en la comunidad de Marragantí.
El estamento de seguridad también comunicó que las víctimas fueron rescatadas, evacuadas y trasladadas a un centro hospitalario, mientras siguen con las labores de búsqueda de los responsables de este hecho delictivo.
Este sería el migrante número 19 que muere en la frontera. La mayoría de los decesos reportados este año entre migrantes tiene como principal causa “inmersión”.