Panamá es el epicentro de una discusión que para muchos es impostergable: el futuro de los océanos. Contaminación, pesca ilegal, minería submarina, calentamiento global y tráfico de especies fueron algunos de los problemas que se abordaron durante el primer día de la conferencia mundial Our Ocean 2023.
Algunos de los primeros en tomar la palabra ayer jueves durante el acto inaugural fueron el ministro de Ambiente, Milciades Concepción; el director de la Escuela de Liderazgo Biocultural de Geoversity, Juan Monterrey, y el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo. Luego lo hizo el enviado presidencial especial de Estados Unidos para el Clima, John Kerry, quien impulsó la celebración de estos foros en 2014, cuando fungió como secretario de Estado en la administración de Barack Obama.
Monterrey, un joven de 35 años de edad, inició su intervención con un llamado. “Nuestros océanos se están muriendo. Esta conferencia no puede ser un espectáculo diplomático más. Los jóvenes exigen acciones concretas de ustedes, nuestros líderes”, puntualizó.
En palabras del activista, hay que promulgar una “moratoria mundial” sobre la minería en aguas profundas, ya que la extracción de minerales del fondo marino tendrá impactos negativos graves y a largo plazo sobre la biodiversidad y ecosistemas marinos, particularmente en regiones como América Central, donde se experimentan desastres por el aumento del nivel del mar.
También recordó que, en el caso de Panamá, hace pocos días, el diputado independiente Juan Diego Vásquez presentó un anteproyecto de ley para prohibir por completo el aleteo de tiburones y su comercialización. Pidió a Cortizo que apoyara la iniciativa de Vásquez.
“Nuestro oro es azul”, apuntó Monterrey.
Nueva reserva
Como anfitrión, Panamá anunció la extensión de la protección de sus mares. La novedad fue dada a conocer por el ministro de Ambiente, quien informó que siendo un país en el que el 82% de su jurisdicción es océano, es totalmente dependiente de este ecosistema, desde el Canal de Panamá hasta las pesquerías multiespecies y el turismo sostenible.
Frente a eso, Concepción anunció que a partir de ayer jueves se amplía el área de recursos manejados de Banco Volcán, en Colón, la cual incrementará de 14 mil 201.13 kilómetros cuadrados (que es la superficie actual) a una extención de 93 mil 390 kilómetros cuadrados, lo cual representa un incremento de 79 mil 178 kilómetros cuadrados.
“A partir del día de hoy, a través de esta conferencia, anunciamos que la República de Panamá estará conservando el 54.3% de su zona económica exclusiva, es decir, su espacio marino”, manifestó el ministro.
Según el estudio técnico elaborado por el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales sobre esta extensión del área protegida, Banco Volcán tiene limitaciones territoriales que no permiten proteger la conectividad ecológica funcional con las áreas protegidas marinas de otros países cercanos como Colombia, Nicaragua, Honduras, Jamaica y Costa Rica.
En ese contexto, se califica esta ampliación de “esencial” para proteger la fauna marina de la intervención humana y el cambio climático, para proteger los ambientes de aguas profundas de Panamá y el Caribe y para mantener la conectividad de las rutas migratorias de especies oceánicas y marino-costeras.
Concepción también recordó que esta semana empezó la consulta pública para la creación del Refugio de Vida Silvestre de Saboga, en el archipiélago de las Perlas, otra nueva reserva marina, que reforzará la Zona de Manejo Marino Costero de las Perlas, en un área importante para especies en peligro crítico de extinción como las tortugas carey, tiburones y aves migratorias.
Sobre este tema, Cortizo subrayó que se ha “priorizado” la expansión de áreas marinas protegidas, especialmente la protección y conectividad del Corredor Marino del Pacífico Este Tropical, trabajando en coordinación con los países vecinos para propiciar la protección transnacional de los recursos marinos y desarrollar acciones contra la pesca ilegal.
“Nos honra servir de anfitriones para la celebración de la octava edición de esta importante conferencia internacional, donde los países del mundo sostenemos conversaciones francas con el propósito de comprometernos con acciones para la preservación y el fortalecimiento de la vida en el océano”, indicó el mandatario.
El llamado
Luego que culminó la ceremonia inaugural, la conferencia continuó con las primeras plenarias.
En la primera intervino Kerry, quien comenzó exclamando que no podía pensar en un lugar mejor para un cónclave sobre los océanos del mundo que Panamá.
“Estamos aquí para hablar de lo que indiscutiblemente es uno de los desafíos más importantes que debemos afrontar. La crisis climática y la crisis de los océanos es una misma y no se puede abordar una sin tratar la otra”, expresó Kerry.
En cuanto, a la importancia de los océanos, el delegado estadounidense resaltó que el 50% del oxígeno que respiramos viene de los océanos y el 90% del calentamiento global es absorbido por estos ecosistemas.
“El tiempo se agota y la ciencia nos lo está diciendo”, puntualizó.
A juicio de Kerry, simplemente hay que reconocer que se debe acelerar la transición hacia las energías limpias.
“Necesitamos al sector privado sentado con nosotros en la mesa y estoy convencido de que la conferencia buscará ese éxito. Es importante que ahora todas las organizaciones y actores estatales puedan fortalecer sus compromisos y así construir el futuro que nuestros ciudadanos esperan”, destacó.
La conservación
Durante el evento también estuvieron presentes representantes de organizaciones ambientales. Tal fue el caso de Mirei Endara, exministra de Ambiente y presidenta de la junta directiva de la oenegé Marea Verde, quien subrayó que estos temas requieren la colaboración de todos los actores, no solo gobiernos.
Marea Verde, a través de sus programas, evita que miles de toneladas de basura vayan al mar y, en palabras de Endara, todos deben estar “alineados”, para contrarrestar la contaminación.
Por su parte, Tania Arosemena, gerente de Incidencias Políticas de la Fundación Mar Viva, señaló que los compromisos que se generen en Panamá deben lograr acuerdos vinculantes, que permitan a los países del mundo cuidar los océanos.
Su mensaje fue claro: “Panamá es hoy el epicentro del mundo en cuanto a la conservación oceánica, pero la tarea pendiente es alcanzar acuerdos vinculantes entre los países”.