Panamá no participará en la prueba PISA 2025 (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos), organizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esta evaluación internacional, que se realiza cada tres años y cuyos resultados reflejan el estado de la educación un año después, permite a los países medir el rendimiento de sus estudiantes y la efectividad de sus políticas educativas.
El Ministerio de Educación (Meduca) notificó a la OCDE sobre el retiro de Panamá de la prueba el pasado 29 de julio, según informó Andreas Schleicher, director de Educación del organismo internacional, en declaraciones a La Prensa. Schleicher lamentó esta decisión, señalando que el país ya había completado gran parte de los preparativos y que la versión nacional de la prueba PISA 2025 estaba lista para ser aplicada.
Schleicher destacó que la participación de Panamá en la prueba PISA 2025 habría sido una oportunidad única para recopilar datos sobre nuevas áreas de evaluación, en particular, las competencias de los estudiantes en ciencias ambientales y sus actitudes frente al cambio climático y otros desafíos ecológicos. Según el director de Educación de la OCDE, estas áreas son de especial relevancia en un contexto global donde la sostenibilidad ambiental cobra cada vez mayor importancia.
Además, la prueba de 2025 estaba diseñada para ofrecer hallazgos valiosos a los países participantes sobre las políticas y prácticas más efectivas para mejorar el aprendizaje y el bienestar de los estudiantes. Sin la participación de Panamá, el país se queda sin una referencia comparativa internacional que podría haber ayudado a fortalecer sus políticas educativas e identificar áreas de mejora clave.
El padre de la prueba PISA, Schleicher, detalló que el costo de participación del país en la evaluación ascendía a 199,105 euros en total (217,910 dólares), lo que cubre los costos básicos de la evaluación internacional. Si bien habría costos adicionales para la implementación nacional de la prueba, el director de la OCDE estimó que estos no llegarían a los 8 millones de dólares, resaltando que el esfuerzo financiero podría haber sido manejable para el país, considerando el valor de los datos que la evaluación proporcionaría.
Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE.
La participación de Panamá en la prueba PISA 2025 habría sido una oportunidad única para recopilar datos sobre nuevas áreas de evaluación, en particular, las competencias de los estudiantes en ciencias ambientales y sus actitudes frente al cambio climático y otros desafíos ecológicos”.
La intención de retirarse de la prueba fue dada a conocer por la propia ministra de Educación, Lucy Molinar. A 15 días de haber asumido el cargo, en una entrevista en el programa Cara a Cara de Telemetro, declaró que “cualquier prueba solo confirmará lo que ya sabemos sobre la educación en el país”.
“Con ese dinero puedo capacitar a los docentes y equipar las escuelas. Por ejemplo, tenemos escuelas con bachillerato en ciencias, pero sin laboratorios. ¿Cómo salen estos alumnos? No voy a gastar 8 millones de dólares en una prueba para que me diga lo que ya sé”, subrayó Molinar, poniendo en duda la efectividad y el costo de estas evaluaciones académicas.
Sin embargo, en ese momento, la ministra aclaró que la decisión la tomarían los expertos en educación: “Ellos tienen la decisión final”, afirmó la funcionaria, refiriéndose a organizaciones nacionales e internacionales con fines educativos que asesoran a Panamá en este tema.
En 2012, el Meduca, bajo la administración de Molinar, decidió no participar en la evaluación internacional.
Una inversión para el futuro
A juicio de la psicóloga y expresidenta de la Comisión de Educación de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), Noemí Castillo, Panamá debe continuar realizando tanto pruebas nacionales como internacionales, ya que la educación es una inversión para el futuro.
Subrayó que la prueba PISA no mide solo los conocimientos académicos de los estudiantes; lo que realmente evalúa es el aprendizaje acumulativo en las asignaturas básicas de lenguaje, matemáticas y ciencias, así como el desarrollo de las competencias que permitirán a los jóvenes enfrentarse a los retos de la vida cotidiana. Esta información es crucial para ayudar a las escuelas y a los responsables de las políticas educativas a examinar en detalle a sus docentes, estudiantes, escuelas y regiones educativas, añadió.
Según Castillo, el costo de la última evaluación de la OCDE en el país fue de aproximadamente 375,000 dólares. Este es un valor que puede incrementarse significativamente debido a varios factores, entre los que se incluyen el costo de impresión de las pruebas, aunque también se pueden aplicar digitalmente. Además, los gastos relacionados con los evaluadores, transporte, viáticos, la evaluación de los resultados, la elaboración de bases de datos, el análisis y la divulgación de la información pueden elevar el costo total hasta cerca de 3 millones de dólares.
Por su parte, el dirigente magisterial Humberto Montero, indicó que al Meduca decidir no participar de PISA se puede optar por revisar el curriculum educativo, para posteriormente comenzar hacer pruebas regionales con la finalidad de conocer el nivel de conocimiento de los estudiantes.
Añadió que la participación de la prueba PISA no es solo para obtener una puntuación, sino que también ayuda a los estudiantes en aspectos de análisis para su futuro.
La prueba PISA no evalúa los contenidos específicos de los programas curriculares, sino que se centra en el reconocimiento y valoración de las habilidades y los conocimientos adquiridos por los alumnos en lectura, matemáticas y ciencias.
Resultados de PISA
En la última prueba PISA, Panamá ocupó el puesto 74 de 81 países evaluados, incluyendo 14 de América Latina y el Caribe. Esta prueba educativa, de referencia mundial y realizada cada tres años, se llevó a cabo entre julio y agosto de 2022, con la participación de 5,308 estudiantes de 15 años, distribuidos en 243 escuelas oficiales y particulares de las 16 regiones educativas. Evaluó las competencias en áreas clave del aprendizaje, como lectura, matemáticas y ciencias.
El retrato de la educación panameña que dejaron los resultados correspondientes a 2022, presentados en diciembre de 2023 de forma simultánea en varios continentes, evidenció que hay mucho trabajo por hacer para mejorar la calidad educativa en el país.
La evaluación PISA realizada en 2018 también dejó a Panamá en una posición de desventaja en la enseñanza en relación con la media de los países de la OCDE. En esa ocasión, participaron unos 6,300 estudiantes de 15 años de escuelas oficiales y particulares.
En la prueba de 2018, se evaluaron 77 países y Panamá quedó en el puesto 71. En ese momento, participaron 6,270 alumnos, una muestra al azar de un total de 72,084 estudiantes de 15 años.
