Las lluvias intensas, acompañadas de inundaciones y crecidas de ríos, han vuelto a poner en alerta a las provincias de Coclé, Los Santos, Veraguas y Chiriquí, afectando a familias que se enfrentan nuevamente a la fuerza de la naturaleza.
La ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral, Jackeline Muñoz, hizo un llamado a la comprensión y explicó que, debido a las fuertes lluvias, la ayuda podría tardar un poco más en llegar. “No podemos movilizar los insumos hasta que el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) lo permita”, aclaró.
La situación es especialmente crítica en Tonosí, donde el corregimiento de Pueblo Nuevo ha sufrido nuevamente serios daños. También se reportan afectaciones en Pocrí (Coclé) y Boquete (Chiriquí).
“Sabemos que la espera puede ser difícil, pero les pedimos paciencia. Mantengan la calma y sigan las recomendaciones”, expresó Muñoz, reconociendo la angustia de los afectados pero apelando a la prudencia en estos momentos de emergencia.
El presidente de la República, José Raúl Mulino, se sumó a este llamado, instando a la ciudadanía a seguir las indicaciones del Sinaproc y el Centro de Operaciones de Emergencia (COE). “El clima sigue golpeando con fuerza y debemos estar preparados”, escribió en sus redes sociales.
Favor seguir y respetar las indicaciones y advertencias de @Sinaproc_Panama y lo COE. El clima vuelve a arreciar en distintas partes y tenemos que prevenir.
— José Raúl Mulino (@JoseRaulMulino) November 9, 2024
En tanto, la ministra de Gobierno, Dinoska Montalvo, reconoció la magnitud de la crisis y destacó la ardua labor de los equipos de búsqueda y rescate. “Desde el primer momento, el equipo ha trabajado sin descanso. El mejor acto de solidaridad que podemos pedir es que no se pongan en riesgo, ni ustedes ni sus familias. Todos debemos estar unidos, cuidándonos unos a otros”, dijo Montalvo.
En medio de la emergencia, las autoridades han dejado claro que los recursos de rescate y seguridad están concentrados en las áreas más vulnerables, pero que estas medidas no son decisiones arbitrarias. En estos momentos no se trata de pedirles que no desafíen las decisiones del gobierno. Lo que pedimos es que no desafíen a la naturaleza: a ella no la podemos detener”, puntualizó la ministra, recordando a todos que la situación sigue siendo crítica.
El Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá (Imhpa) también ha dado un informe sobre los altos niveles de saturación del suelo en varias regiones del país. Con lluvias continuas, las zonas más afectadas son la cordillera de Bocas del Toro, Chiriquí, la comarca Ngäbe Buglé, y las provincias de Veraguas, Darién y Panamá este. Las lluvias podrían provocar desbordamientos y deslizamientos en cualquier momento.
En la península de Azuero, los niveles de saturación también son preocupantes, con un riesgo considerable de desastres naturales en las próximas horas, según Imhpa.
Para proteger a la comunidad, la Alcaldía de Tonosí ha decidido suspender los desfiles y actividades programadas para el próximo 14 de noviembre, priorizando la seguridad de los habitantes ante la previsión de más inundaciones.
“Lo más importante en este momento es nuestra seguridad, y la solidaridad de todos. Juntos podemos superar esta situación”, concluyó Montalvo, confiando en la fortaleza de la comunidad para enfrentar lo que está por venir.
Mientras que en la Gobernación de Coclé se habilitó un centro de acopio para recibir artículos de aseo, limpieza para el hogar y alimentos secos para los más necesitados de la provincia.
El gobernador de Coclé, Irving González, ayer sábado desde tempranas horas de la mañana realizaba un recorrido para contabilizar el número de afectados en comunidades como Capellanía de Natá.
La situación en la comarca Ngäbe Buglé tampoco es alentadora, puesto que se han registrado 24 deslizamientos.
Así lo indicó la subdirectora del Sinaproc, Malitzie Rivera, quien detalló que 40 personas del corregimiento de Beriskó han sido evacuadas por seguridad.
Por su parte, el director encargado de Sinaproc en Chiriquí, José Guerra, sostuvo que en la región se mantendrán las lluvias de moderadas a fuertes, lo que podría generar inundaciones y deslizamientos por la saturación del suelo.
Mientras que el exdirector de Sinaproc, José Donderis, informó que considerando las precipitaciones acumuladas y la textura del suelo permite identificar zonas de alto riego de deslizamiento en los corregimientos de Jaramillo y Caldera, distrito de Boquete, en donde las precipitaciones que superan los 670 milímetro (mm) y 816 mm, respectivamente.
Subrayó que otra área es Bajo Boquete y Los Naranjos, aunque las precipitaciones fueron menores (493.3 mm a 518.2 mm), la combinación de lluvias con suelos franco arcillosos y arenosos eleva el riesgo moderado, ya que estos suelos pueden retener grandes cantidades de agua, lo que incrementa la posibilidad de deslizamientos.