El acuerdo entre Panamá y Costa Rica para llevar a cabo un paso expedito de los migrantes irregulares que ingresan por la selva de Darién, frontera con Colombia, se inició este martes 10 de octubre con el traslado de unas 1,500 personas, distribuidos en 30 buses.
Luego de la reunión bilateral el pasado viernes en Darién entre los presidentes de Panamá, Laurentino Cortizo, y de Costa Rica, Rodrigo Chaves, se pactó llevar a cabo este flujo controlado con el fin que los viajeros no quedaran varados en la frontera común y que siguieran su camino hacia el norte del continente.
María Isabel Saravia, directora encargada del Servicio Nacional de Migración, resaltó que esta es una extensión del corredor humanitario que inicia en la provincia de Darién, a través de la Operación Flujo Controlado, con la finalidad de evitar las acciones delictivas del crimen organizado.
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Las autoridades resaltaron que en el operativo participaron agentes de Migración, del Servicio Nacional de Fronteras y las entidades homólogas de Costa Rica, y que se coordinó el tránsito directo de 1,593 migrantes de distintas nacionalidades, quienes viajaron en 30 buses previamente programados.
Se informó que estos buses cumplen con los requisitos solicitados por las autoridades competentes para transportar a estas personas hasta el Centro de Atención Temporal de Migrantes, localizado en Barrio El Carmen, en Costa Rica.
Migración Panamá reportó que 350 agentes migratorios, distribuidos desde Darién hasta Chiriquí, atienden esta operación. Además, que los propios migrantes sufragan sus gastos de movilización.
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Hasta la fecha se registra el paso de 420,700 migrantes irregulares por el Tapón del Darién, la mayoría de ellos venezolanos.
Gran parte de estos viajeros tienen como principal objetivo llegar a Estados Unidos y Canadá.