Lo que sería una aventura en un lugar paradisíaco del océano Pacífico, específicamente en el área del archipiélago de Las Perlas, se convirtió la noche del pasado lunes en una experiencia terrorífica.
Varios hombres, con machetes y armas de fuego en mano, ingresaron al velero Constellation Sailing donde había cuatro ciudadanos estadounidenses, entre los que estaban la pareja de marineros Chris y Cory Archer.
Ambos decidieron participar del rally de veleros que promueve la organización Panama Posse, el cual se extiende entre noviembre y junio, es decir, nueve meses, y en el que los participantes salen de un extremo de Estados Unidos (California), recorren Centroamérica, cruzan el canal de Panamá y luego retornan al otro lado de Estados Unidos (Washington). En el recorrido participan alrededor de 300 veleros y yates privados.
Cory Archer conversó ayer miércoles con La Prensa y subrayó que vivieron horas de terror, durante el robo. Así lo describe: “Se acercaron rápidamente justo después del anochecer. Subieron al bote y se abrieron paso a través de las escotillas y las rompieron. Tenían pistolas y machetes”.
En palabras de la estadounidense, los malhechores saquearon el barco mientras les obligaban a acostarse mirando el suelo. “A algunos de nosotros nos golpearon. También nos robaron a nuestro perro”, sostuvo.
Así estuvieron durante una hora y media, mientras duró el hecho delictivo. También cuenta que uno de ellos recibió un golpe con el arma de fuego en la parte posterior de la cabeza.
Al día siguiente, las víctimas acudieron a presentar la denuncia, pero de momento las autoridades no han dado con el paradero de los delincuentes.
Cory también hizo un llamado al país: “Encuentren a los que hicieron esto. Protejan a sus navegantes con patrullas en el área. Si no se hace nada, nada cambiará y seguirá ocurriendo”.
De hecho, el mes pasado también se originó un hecho muy similar próximo a esa zona. Específicamente, el 9 de febrero un señor de 75 años de edad también fue víctima de robo en su velero con bandera de Estados Unidos, cuando estaba frente a la isla Espíritu Santo, en Las Perlas.
En aquel momento, la tripulación fue obligada a acostarse boca abajo en la cabina, mientras les apuntaban con armas en la cabeza. El yate fue saqueado.
Inseguridad
Este medio también conversó con el responsable de Panama Posse, Dietmar Petutschnig, quien manifestó que nunca habían visto un caso de este tipo en el Pacífico panameño.
“Nosotros estamos anunciando a nuestras embarcaciones que se retiren de Las Perlas porque no hay seguridad local”, dijo.
De acuerdo con Petutschnig, en Panamá se puede pasar de un océano a otro y la seguridad es uno de los elementos “más importantes” que el país puede proveer a los turistas y yates que cruzan todos los años el Canal.
“Lo más importante que puede hacer Panamá en estos momentos es capturar a estas personas que robaron a nuestras embarcaciones, porque si esto no para cada año pasarán menos barcos por sus aguas”, indicó.
Recordó que muchas marinas panameñas que brindan servicios a los veleros y yates se verán afectadas, si no se controla el tema de la seguridad en alta mar. Incluso, dijo que así comenzó hace 10 años el problema con los piratas en el país africano de Somalia.
Por su parte, las autoridades del Servicio Nacional Aeronaval han señalado que se encuentran patrullando la zona, para dar con los delincuentes.
El llamado
Luego de lo ocurrido, varias organizaciones se pronunciaron. En una nota, la Cámara Marítima de Panamá, la Asociación de Turismo Náutico, la Asociación de Armadores Panameños y la Cámara Nacional de Turismo de Panamá hicieron un llamado a las autoridades con el fin de evitar que este tipo de actos sigan ocurriendo, antes que se origine un llamado de alerta internacional, que podría ocasionar un daño irreversible a la comunidad y al turismo.
“Debido a que la comunidad de veleristas es muy unida, estas malas noticias viajan muy rápido y sus avisos causan que las embarcaciones rápidamente abandonen nuestras aguas y otros eviten anclar, conocer y disfrutar de nuestros atractivos turísticos”, señala el comunicado que lleva las firmas de Russel Goedjen, presidente de la Asociación de Turismo Náutico y Enrique Clement, presidente de la Cámara Marítima de Panamá.
El último caso que llamó la atención de las autoridades y en el que también fueron víctimas los tripulantes de un velero ocurrió en noviembre de 2019, cuando seis tripulantes noruegos que viajaban en el velero Alibabá, fueron asaltados en las aguas de Nombre de Dios, en el distrito de Santa Isabel, provincia de Colón.
Aquella vez la embarcación fue interceptada por una lancha artesanal, de la cual bajaron ocho sujetos que mantenían sus rostros cubiertos. Los asaltantes se llevaron varios artículos de valor y posteriormente fueron capturados por la Policía Nacional.