Uno de los pueblos indígenas más inhóspitos del país clama por ayuda y atención. Se trata de la comunidad Bri Bri, la cual habita en Bocas del Toro, muy cerca de la frontera con Costa Rica.
En ese contexto, las autoridades del pueblo Bri Bri sostuvieron una reunión con funcionarios del Ministerio de Ambiente para abordar una serie de problemáticas que se suscitan dentro del territorio indígena, como la tala ilegal, invasión de tierras, cortes de caminos sin permisos correspondientes, entre otros.
Esta comunidad indígena, de unas 10 mil personas, se extiende unas 27 mil hectáreas del Parque Internacional La Amistad (PILA), la cual es un área protegida entre Panamá y Costa Rica.
De hecho, el PILA fue declarado en 1983 patrimonio mundial de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
El encuentro
Durante el encuentro con las autoridades ambientales, Joaquín González, rey del pueblo Bri Bri, denunció que dentro del poblado indígena se registra la construcción de una carretera que no cuenta con estudio de impacto ambiental y la obra ocurre en zonas adyacentes al Parque Internacional La Amistad.
El dirigente indígena también mostró preocupación por los crecientes casos de tala ilegal en el área, la invasión de tierras y caza ilegal de vida silvestre.
Ante esta situación, la viceministra de Ambiente, Diana Laguna, acordó con los representantes de la zona indígena, en conjunto con personal técnico de la entidad ambiental y el Servicio Nacional de Fronteras, reforzar los patrullajes en el área por lo menos dos veces al mes, a fin de evitar que se registren más casos de deforestación, o cualquiera actividad que atente contra la protección de los recursos naturales.
Agregó que a través de la Dirección Regional de Bocas del Toro y los guardaparques del PILA darán seguimiento a todas las solicitudes presentadas con el fin de contrarrestar los delitos ecológicos dentro del territorio indígena.
La denuncia
Para el presidente de la Coordinadora Nacional de los Pueblos Indígenas de Panamá, Marcelo Guerra, se están reportando muchas irregularidades dentro de varios territorios indígenas, entre ellos el pueblo Bri Bri y la comarca Naso.
“El pueblo Bri Bri viene conservando los bosques y ríos del Parque Internacional La Amistad. Pero están llegando invasores y taladores con recursos económicos. Son personas y políticos que se quieren apoderar de tierras en Bocas del Toro”, manifestó Guerra sin decir nombres.
Además, el presidente de la Coordinadora de los Pueblos Indígenas dijo que estas invasiones de territorios pueden ser peligrosas, porque si el Gobierno brinda títulos a los invasores estarían desalojando al pueblo Bri Bri de su territorio.
“Si no se controla la deforestación, este bosque protegido puede terminar igual que Darién, donde hay deforestación y titulación ilegal de tierras”, puntualizó.
Otros casos
Este no es el primer pueblo indígena que denuncia este año este tipo de irregularidades. Ya lo hicieron dirigentes de la comarca Naso Tjër Di, entre Bocas del Toro y Chiriquí, donde hay conflictos relacionados con la invasión de tierras y la deforestación.
Lo anterior fue planteado por el rey naso Reynaldo Santana, quien subrayó que el escenario actual obedece a la falta de demarcación de límites de la reserva indígena, tema que consideró marcha a “paso lento”.
Este territorio indígena fue creado en diciembre de 2020 por la actual administración gubernamental; no obstante, no se ha cumplido con algunos artículos de la Ley 188 de 4 de diciembre de 2020, como por ejemplo el que establecía la demarcación de sus límites.
Al respecto, el artículo 32 de dicha normativa daba un término máximo de 180 días para verificar los límites y coordenadas de esta comarca indígena. Sin embargo, Santana dijo que solo han podido demarcar 37 kilómetros.