Con poca clientela y una gran cantidad de puestos de venta cerrados, así se encuentran algunos de los mercados municipales ubicados en el distrito capital, que forman parte de la Red Integral de Mercados Municipales (Rimmu), un programa impulsado durante la administración pasada de la Alcaldía de Panamá, para el que se destinaron al menos $37.3 millones para infraestructura.

Esta es la realidad que se vive en estos mercados, que son relativamente nuevos y fueron creados con el objetivo de brindar alimentos a precios más accesibles a los moradores de diversas comunidades de las periferias del distrito.
Alexis Méndez, un residente del sector de Pueblo Nuevo, señaló a La Prensa que la esencia de los mercados es buena, porque consigue productos para la sopa y ensaladas a precios más económicos y frescos en comparación con los supermercados o abarroterías.
Según Méndez, quien es taxista desde hace dos décadas, es más fácil movilizarse en su vehículos en busca de mejores precios. Sin embargo, considera que otras personas que viven en comunidades apartadas de los mercados y no cuentan con automóvil terminan comprando en los comisariatos o supermercados cercanos a sus casas.
El mercado municipal de Pueblo Nuevo, inaugurado a mediados de 2024 a un costo de $1.3 millones, ha visto una disminución en su clientela desde que comenzó a funcionar, cuando estaban arrendados los 17 módulos. Actualmente, en este mercado solo están habilitados unos 10 puestos: dos de carnicería, algunos de frutas y verduras, y uno de batidos.

Uno de los arrendatarios, que prefirió reservar su nombre, explicó que debido a la baja clientela, muchos dueños de módulos han optado por retirarse para evitar pérdidas.
Para obtener un módulo, cada arrendatario fue seleccionado tras un proceso de postulación. El costo de arriendo oscila entre $50 y $60 mensuales, pagados a la alcaldía capitalina. Además, cada dueño de módulo debe invertir en la compra de mercancía y en el salario de un personal de apoyo.
En el caso del mercado municipal de Alcalde Díaz, La Prensa encontró una realidad similar a la de Pueblo Nuevo: baja clientela comprando en este mercado, donde hay variedad de productos como vegetales, frutas, legumbres, verduras y cárnicos.
En este mercado hay unos 35 módulos destinados a la venta de productos, de los cuales un 50% está habilitado y funcionando; el resto, permanece cerrado y desocupado, sin arrendatario.

El mercado de Alcalde Díaz fue inaugurado el año pasado como parte de la Rimmu, y su costo de construcción fue de $12 millones. Esta red de mercados fue una idea que nació durante la administración de Roxana Méndez (2012-2014) y posteriormente fue adoptada por José Luis Fábrega (2019-2024).
La Rimmu está compuesta por ocho mercados en el distrito capital: Alcalde Díaz, Chilibre, Pueblo Nuevo, Don Bosco, Tocumen, Pacora, incluyendo el Mercado de Mariscos y San Felipe Neri.

Precisamente, el último mercado periférico adjudicado en la administración pasada fue el de Tocumen, con un costo de $11.2 millones y no ha sido habilitado.
La idea de estos mercados es ofrecer la venta de carne bovina, porcina, pescados y mariscos, granos, frutas y vegetales, así como panadería, dulcería, refresquería y cafetería.
Según el Municipio de Panamá, la meta era cubrir a la población del área periférica de cada mercado, un total de medio millón de personas.
Consultada la administración actual, a cargo de Mayer Mizrachi, sobre el estatus de la red de mercados, prefirieron no emitir respuesta al cuestionario enviado.
Precisamente, la Dirección de Mercados, una dependencia del Municipio de Panamá, apoya a los mercados de alimentos municipales; coordina y maneja todos los procesos dentro de ellos para ofrecer productos frescos y a buen precio a toda la ciudad de Panamá.
Esta Dirección de Mercados se encarga del Mercado San Felipe Neri, el Mercado de Mariscos y los nuevos mercados periféricos.
La Dirección de Mercados fue creada mediante el Acuerdo Municipal No. 133 del 23 de julio de 2019.