El Ministerio de Educación (Meduca) ha anunciado la reactivación de los apoyos extraordinarios para planteles educativos que requieran recursos adicionales. Estos apoyos podrán alcanzar hasta $110 mil anuales, distribuidos en dos desembolsos de $50 mil cada uno destinados al Fondo de Matrícula, y dos apoyos de $5 mil anuales para el Fondo de Bienestar Estudiantil.
Esta medida se implementa tras la aprobación, el pasado 4 de diciembre de 2024, de una reforma al decreto ejecutivo que regula el Fondo de Equidad y Calidad de la Educación (FECE). En esta reforma se modificó el artículo 16, previamente ajustado por el Decreto Ejecutivo No.1280 del 31 de diciembre de 2019. Según lo establecido, a partir de enero de 2025, el monto anual asignado por estudiante en las escuelas beneficiadas será unificado en $60.
Para acceder a estos apoyos extraordinarios, los centros educativos deberán demostrar que han ejecutado completamente los fondos previamente asignados, según los lineamientos del programa. Este esquema, que vuelve a activarse tras cinco años de suspensión, tiene como objetivo garantizar que las escuelas oficiales cuenten con los recursos necesarios para mejorar la calidad educativa, afirmó el Meduca.
Aunque el monto anual asignado sea uniforme, el Meduca aseguró que los procesos operativos establecidos en el manual del FECE no se verán afectados, permitiendo que las escuelas continúen funcionando sin interrupciones. La entidad subrayó que el enfoque principal de estas reformas es transformar el acceso a los recursos educativos, asegurando que los estudiantes tengan las herramientas necesarias para un aprendizaje efectivo.
No obstante, esta reforma contrasta con la implementada en 2019 durante la administración de Laurentino Cortizo, mediante el decreto ejecutivo, se asignaba $100 por estudiante a las escuelas ubicadas en los 300 corregimientos más pobres del país, según el Índice de Pobreza Multidimensional de Niños, Niñas y Adolescentes. Además, otorgaba $150 por estudiante con discapacidad certificada por personal idóneo.
Decreto Ejecutivo aquí:
Adjuntos
GacetaNo_28940_20200115 (1).pdfLa justificación:
Expertos en educación han manifestado su preocupación ante esta reducción de fondos, advirtiendo que podría profundizar las desigualdades existentes en el sistema educativo. Estas brechas afectan principalmente a los estudiantes en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica.
Vicenta Solano, directora nacional del FECE, explicó que no toda la población educativa se beneficiaba del esquema anterior, ya que los $100 se asignaban exclusivamente a escuelas seleccionadas en los corregimientos más pobres. Como ejemplo, mencionó que en Chiriquí Grande, de tres escuelas, solo una recibía el monto asignado de $100 por estudiante en ese periodo.
Solano también destacó que, tras un periodo de cinco años sin apoyos extraordinarios, estos se han reactivado, permitiendo que todas las escuelas oficiales puedan optar por esta ayuda económica.
Por otro lado, Yair Velásquez, miembro de Jóvenes Unidos por la Educación, destacó los efectos de esta reforma con un ejemplo concreto: una escuela en Gualaca, Chiriquí, con 150 estudiantes, pasará de recibir $22,500 anuales bajo el esquema de 2019 a tan solo $9,000 con la nueva regulación.
Según Velásquez, esta reducción limitará la capacidad de las escuelas para cubrir necesidades básicas como alimentación, mantenimiento de baños y reparaciones de infraestructura. Esto afecta directamente la calidad de vida y el aprendizaje de los estudiantes, especialmente en comunidades empobrecidas, donde la falta de servicios básicos desmotiva la asistencia escolar y perpetúa el abandono.
Humberto Montero, dirigente magisterial, recordó que durante la administración 2019-2024 se implementaron medidas para fortalecer el apoyo a las escuelas de difícil acceso, aumentando los fondos asignados por estudiante. Estas decisiones buscaban beneficiar a las comunidades más vulnerables del país.
Los datos sobre el panorama educativo en Panamá son preocupantes. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), uno de cada seis niños menores de cinco años en el país sufre desnutrición crónica, una cifra que se multiplica por 2.5 en las comarcas indígenas. En estas regiones, el 23% de los niños carece de agua potable y el 17% no tiene acceso a saneamiento adecuado.
Además, un informe de la Defensoría del Pueblo indica que el 91% de las escuelas panameñas presenta infraestructura inadecuada y carece de servicios básicos, evidenciando la necesidad de recursos adicionales para garantizar una educación digna y equitativa.
Si bien el regreso de los apoyos extraordinarios representa un alivio para muchas escuelas, los expertos en educación indican que la reducción de fondos por estudiante podría agudizar las desigualdades ya existentes. En un país donde las condiciones socioeconómicas de miles de estudiantes limitan su acceso a una educación de calidad, será crucial que las autoridades garanticen un monitoreo constante y ajustes necesarios para que estas medidas logren el impacto esperado en las comunidades más vulnerables.