Nuevas voces se manifiestan contra la propuesta de desarrollar un relleno marino de 50 hectáreas en la calzada de Amador, corregimiento de Ancón, un proyecto cuyo estudio de impacto ambiental está en fase de evaluación por el Ministerio de Ambiente (Miambiente).
Ya lo hicieron oenegés como el Centro de Incidencia Ambiental, la Alianza para la Conservación y el Desarrollo y la Fundación Panamá Sostenible. Ahora se pronunció la Fundación Amador, la cual administra el Biomuseo, una de las creaciones de mayor valor arquitectónico del país.
Esta semana, la Fundación Amador emitió un comunicado en el que hizo un llamado a Miambiente a analizar profundamente el nuevo relleno y su impacto negativo sobre la biodiversidad.
La Prensa conversó con Gilda de Ferrer, miembro de la junta directiva de la Fundación Amador, quien recordó que el afamado arquitecto canadiense Frank Gehry diseñó el Biomuseo, con el compromiso de que ocupara un lugar preponderante a la entrada del Canal de Panamá. Por eso el museo está en la calzada de Amador.
Esa es la única obra de Gehry en Latinoamérica y el único museo de la biodiversidad en todo el continente. Para de Ferrer, si hacen ese relleno, el museo perdería toda su importancia y característica arquitectónica como “valioso hito” en la entrada al Canal.
“El museo es una gran escultura para que la aprecien todos aquellos que ingresan al Canal. Este proyecto, sea lo que sea, va en contra de todo lo que es conservación y debe ser rechazado”, manifestó.
Entre otros aspectos, la Fundación Amador planteó que un nuevo relleno en Amador amenaza el sitial del Biomuseo como ícono visible de la biodiversidad del país, su misión de protegerla y su valor como destino turístico de clase mundial.
Además, considera que este megaproyecto cambiaría para siempre la configuración geográfica de la calzada y le quitaría su valor histórico, ambiental y social.
“El hecho de que exista este museo en Panamá es increíble y se logró construir con el apoyo de cuatro gobiernos sucesivos, un proyecto de Estado ampliamente respaldado por su misión de proteger nuestra biodiversidad”, manifestó.
En ese contexto, consideró que el Estado tiene la responsabilidad de salvaguardar esta gran inversión, la cual es superior a los $100 millones, ante amenazas como el citado relleno.
“Si tú rodeas al Biomuseo con lo que sea que se va a hacer allí, ya se pierde esa característica arquitectónica. Pero además, ahora que Panamá está volcado hacia la protección de los océanos, nos preocupa el impacto que eso pueda tener sobre el océano en la calzada de Amador”, puntualizó.
Otro detalle que destacó la integrante de la Fundación Amador es que, de momento, es difícil evaluar todo lo que va a pasar allí, porque las autoridades no les han podido decir con detalle en qué consistirá el proyecto.
Alcance
Según el estudio de impacto ambiental, el relleno será habilitado para plazas, parque temático, playa pública, hoteles, áreas de ocio y de negocios y dos marina. El proyecto se denomina Desarrollo Marítimo Amador y el promotor es la sociedad L.G.S. Panama Tourism Development, S.A. La sociedad tiene en trámite una concesión de uso de mar en la Autoridad Marítima de Panamá.
Aunque el desarrollo supone 50 hectáreas de relleno en el mar, el estudio precisa que el área de influencia directa del proyecto comprende una superficie aproximada de 156 hectáreas, divididas en área acuática y terrestre.
Isaías Ramos, biólogo del Centro de Incidencia Ambiental, manifestó que como organización de la sociedad civil solicitará el rechazo de ese estudio ambiental y presentará la oposición correspondiente ante el Ministerio de Ambiente durante el proceso de evaluación.
“No podemos seguir permitiendo que los espacios colectivos se vean afectados por la mala planificación, el manejo particular y la inconsistencia gubernamental en la protección de los espacios públicos”, expresó.
También consideró que es necesario que los ciudadanos y organizaciones presenten su oposición de forma clara y escrita ante el Ministerio de Ambiente, en la fase de consulta pública.
Como parte del proceso de evaluación y por tratarse de un estudio de impacto ambiental categoría III, se requerirá la realización de un foro público, aunque hasta el momento no se ha establecido una fecha para tal fin.
Actualmente, sólo dos entidades emitieron su criterio sobre el estudio ambiental del relleno, las cuales fueron el Ministerio de Salud y el Ministerio de Obras Públicas. En ambos casos no presentaron objeción.
Ministros opinan
Algunos ministros se han pronunciado sobre este tema. Por ejemplo, el de Obras Públicas, Rafael Sabonge, señaló que para los estudios de impacto ambiental hay ciertos requisitos técnicos que se deben cumplir para que no sean objetados.
“Si esos requisitos se cumplen se da una no objeción al estudio y el Ministerio de Obras Públicas no entra a valorar el proyecto como tal”, dijo Sabonge sobre por qué la entidad que dirige no objetó el relleno.
Mientras, el vicepresidente de la República y ministro de la Presidencia, José Gabriel Carrizo, reconoció que ha “escuchado” del proyecto, pero no tiene certeza de lo que se va a desarrollar.
Las declaraciones de Sabonge y Carrizo se dieron durante la feria Expo Vivienda Capac 2022, el pasado 21 de abril.
El ministro de Ambiente, Milciades Concepción, indicó a este medio que se analizará “profundamente” el estudio de impacto ambiental, según lo exija la normativa ambiental.
Sobre por qué se admite un estudio de un relleno marino para uso privado en una zona como esta y sobre el cual hay poca información, el ministro manifestó que en la revisión inicial se analizan esos aspectos.
“Si no cumple, se rechaza”, remarcó el ministro.