La Fundación Remar pidió ayer jueves a la Alcaldía de Panamá que responda por los adultos mayores retirados de las calles y conducidos a instalaciones de la oenegé por funcionarios municipales.
En Remar hay unos 54 adultos mayores que forman parte del grupo de indigentes que llevó la Alcaldía, entre 2001 y 2020. Remar se había comprometido a recibir hasta 200 personas rescatadas de las calles por la Alcaldía; a cambio, la entidad pagaba por el servicio, pero dejó de hacerlo en 2019. Les debe unos $166 mil.
Por su parte, la vicealcaldesa Judy Meana dijo que se han acercado a representantes de la fundación por el tema y agregó que, esta semana, la Alcaldía comenzó un programa para atender a esta población en riesgo.
Indigentes, la responsabilidad que nadie quiere atribuirse
Su presencia en las principales avenidas y rincones de la ciudad de Panamá se agravó con el comienzo de la pandemia de la covid-19 y se ha vuelto un problema del cual nadie quiere hacerse responsable.
Se trata de la población de indigentes o sin techo que deambula por el distrito de Panamá. Aunque no hay un censo oficial de este grupo, el Municipio calcula que hay unas 500 personas viviendo en las calles, solo en el distrito capital.
En marzo de 2020, Frank Archibold, líder religioso de la Iglesia Bautista del Calvario, en Calidonia, calificó la situación como “una bomba de tiempo”. Meses antes, específicamente a finales de 2019, el escenario se tornó más complejo, luego que el alcalde del distrito de Panamá, José Luis Fábrega, retiró el subsidio a varias oenegés y, entre esas, estaban algunas que atendían a esta población, como Remar.
Ahora, más de dos años después, la Alcaldía anuncia que implementará un programa llamado “Date una oportunidad”, que pretende ofrecer a este grupo de la población evaluación médica y traslado voluntario a un centro de rehabilitación o ante un juez de paz, en caso de alguna denuncia.
La información fue suministrada por la vicealcaldesa Judy Meana, quien reconoció que no es una situación fácil y se requiere el apoyo de otras entidades, como el Ministerio de Desarrollo Social y el Ministerio de Salud, pues varias de estas personas necesitan atención.
En palabras de Meana, con esta acción específica se decidió habilitar el gimnasio de El Marañón, en Santa Ana, donde se lleva a las personas y se les atiende. No obstante, dijo que es un problema de salud pública, pues el 90% de los indigentes tiene adicción a drogas o padecimientos de salud.
Millonario albergue
El anuncio de la Alcaldía de Panamá se da cuando esa entidad lleva a cabo una millonaria licitación para la construcción de un albergue municipal en el corregimiento de Las Garzas, en Panamá este.
Según el pliego de condiciones, el precio de referencia de este acto público es de $3.7 millones y el albergue contempla dos pabellones, uno con capacidad para 150 hombres y otro para hasta 100 mujeres. También habrá un área intermedia para personas en proceso de rehabilitación o desintoxicación.
Además, la licitación especifica que el albergue tendrá áreas de cocina y comedor, lavandería, depósito de ropa para mujeres y hombres, así como enfermería.
Precisamente, ayer jueves 5 de mayo se llevó a cabo la presentación de las propuestas económicas, acto en el que participaron dos empresas: Constructora Pacífico Atlántico y RJ Inversiones. Ambas ofertaron $3.7 millones.
Ahora, se espera que una comisión evalúe ambas propuestas económicas y una vez se entregue la orden de proceder a la empresa seleccionada, la obra deberá estar lista en un año, según la información que reposa en el portal Panamá Compra.
Lavar imagen
Para Adrián Almeida, director de la Fundación Remar, todo indica que con este nuevo programa se le quiere “lavar” la imagen al alcalde, José Luis Fábrega, quien en 2019 le dio la espalda a más de 60 adultos mayores que la Alcaldía había enviado a instalaciones de Remar y por los cuales nunca más respondió.
De hecho, Almeida manifestó que ahora son menos, porque en los dos últimos años fallecieron siete de ellos por diversas causas, ya que eran personas de edad avanzada. “Desde que el municipio dejó de ayudarnos en 2019, nosotros nos hemos tenido que hacer cargo de esta población, lo cual deja mucho que decir de esta administración”, opinó.
Ambas partes, Alcaldía y Remar, habían firmado un acuerdo desde 2001 a través del cual Remar se comprometía a recibir a 200 personas que la Alcaldía de Panamá rescatara de las calles. A cambio, el gobierno local le pagaba, en promedio, una cifra simbólica de $2.77 diarios por persona, lo que al mes equivale a poco más de $16 mil 666.
“Ellos [el Municipio de Panamá] le llaman subsidio, pero en realidad es un pago por un servicio que nosotros les brindamos. El municipio no subsidia a Remar”, aseguró el director de la organización, quien aún espera que la Alcaldía le cancele lo que se les adeuda, unos $166 mil.
Finalmente, Almeida explicó que, en las últimas semanas, representantes de la Alcaldía intentaron acercarse a la fundación, pero se les informó que de momento no quieren trabajar con esta administración, ya que la experiencia durante los últimos años con el alcalde Fábrega no ha sido buena.
