Los representantes de las conversaciones sobre el futuro de la Caja de Seguro Social (CSS) dieron por concluidas, hoy lunes 21 de octubre, las reuniones de las mesas técnicas del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) y de Salud. El próximo miércoles 30 de octubre se presentarán los resultados finales de los aportes que se considerarán para elaborar el proyecto que se discutirá en la Asamblea Nacional en noviembre.
Francisco Bustamante, relator de las mesas por la CSS, explicó que en la mesa del IVM se evaluaron las maneras de financiar los cambios que se desean implementar. Se mencionaron dos enfoques: uno es la reorganización del gasto público, redirigiendo algunos gastos establecidos hacia el seguro social; el otro, la creación de nuevos tributos dirigidos al sector privado, que, según los participantes, debería asumir la financiación de los gastos relacionados con pensiones, enfermedades y maternidad.
También se propuso la creación de un impuesto a las grandes fortunas como una posible solución para financiar el sistema. Además, se sugirió aprovechar las ventajas de Panamá como país de tránsito para aplicar impuestos a personas que no están ligadas a la economía local, pero que, de alguna forma, se benefician de ella.
Mientras que los grupos empresariales como la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (Cciap) y el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) mantienen su postura a favor de un sistema basado en tres pilares, subrayó Bustamante.
Conclusiones de la mesa de salud
Por su parte, Rogelio Gordón, subdirector de la CSS y relator de la mesa de salud, manifestó que los participantes coincidieron en que, durante el desarrollo de las conversaciones, se mantuvo un ambiente de respeto y escucha hacia todas las ideas y propuestas.
En las conclusiones de la mesa, se acordó un compromiso de Estado para resolver el problema relacionado con la Ley 51 de 2005 en cuanto a insumos y mora quirúrgica. Respecto a los mecanismos de compra directa para abordar el desabastecimiento, se determinó que las adquisiciones deben realizarse a través de la Ley 419 y, de forma complementaria, con la Ley 22. Además, se estableció que las compras deben llevarse a cabo de manera conjunta entre el Ministerio de Salud y la CSS.
También se discutió la formación de una fuerza de tarea conjunta especializada que dé seguimiento permanente al tema. La recomendación final fue buscar organismos internacionales que faciliten la compra de medicamentos e insumos.
La semana pasada, las mesas de diálogo sobre la Caja de Seguro Social analizaron el esquema de normas que rigen actualmente a la CSS y se mencionó que desde 2001 existen nuevas normativas de información contable del sector público, adoptadas por la gran mayoría de los países de Latinoamérica desde 2018. Sin embargo, aunque Panamá las anunció en su momento, no las ha implementado hasta el día de hoy. Por lo tanto, el estado financiero de la CSS no se ajusta a la realidad de las normas vigentes de las entidades públicas globales.
Los participantes en el diálogo argumentaron que es necesario adoptar dichas medidas para definir la base contable, generar confianza en el control interno y asegurar que los datos generados en los sistemas de información cumplan con los requerimientos de auditoría, que es la certificación que, al final del día, determina si la situación es razonablemente real.
Resaltaron que es fundamental que la CSS cuente con confianza en su control interno, fortaleciendo dicho ambiente y revisando la información utilizando proyecciones actuariales. Asimismo, señalaron los requisitos para una correcta auditoría, mencionando que deben existir sistemas contables cerrados, con sistemas informáticos debidamente instalados y un análisis adecuado de la información disponible sobre las distintas cuentas, así como informes actuariales. También solicitaron que la CSS cuente con personal contable y financiero de la más alta calidad.
En este punto, se abrió un espacio para consultas y surgió de nuevo la interrogante sobre si esto implicaba la contratación de auditorías externas especializadas, dado que la contabilidad de la CSS no se ha podido actualizar. Finalmente, quedó claro que la Contraloría es el auditor natural de la CSS y que, junto con la administración, debe generar un equipo de trabajo que depure las cuentas, identificando las situaciones más críticas.
