Un grupo de residentes del Casco Antiguo de la ciudad de Panamá se manifestaron la mañana del 16 de abril en señal de protesta por la toma progresiva de funcionarios gubernamentales de los estacionamientos públicos del sector.
“Estamos hartos de la arbitrariedad de las autoridades” expresaron los moradores que cerraron la entrada del edificio de estacionamientos ubicado en calle Novena, contiguo a la plaza Herrera (antigua planta eléctrica del Irhe).
Dicho edificio de estacionamientos, construido en 2013 por el Ministerio de Obras Públicas tenía como finalidad “ser usado por visitantes y vecinos del Casco”.

“El estacionamiento, que tiene capacidad para 200 autos, ha sido apropiado por funcionarios públicos, con el apoyo del Servicio de Protección Institucional (SPI). Es más, actualmente otra parte está ocupada por autos del gobierno abandonados, un gran cementerio de chatarra. El ascensor, que sirve a las cinco plantas, se dañó y nunca fue reparado. Es un ejemplo de la desidia y negligencia del gobierno en el manejo de los bienes públicos” – declaró el abogado Octavio del Moral, presidente de la asociación de vecinos.
A través de los años, los planes de rehabilitación del Casco Antiguo han incluido la construcción de plazas de estacionamiento en la periferia del sector. La estrategia para controlar el insufrible tráfico vehicular consiste en que los visitantes se estacionen en los límites del área y caminen dentro del Casco.
Esta parte de la estrategia ha fracasado rotundamente porque la Presidencia, el SPI y funcionarios de distintas entidades han decidido apropiarse de los mismos.

“Lo mismo que ocurre con el estacionamiento de calle Novena pasa con el estacionamiento público construido a la entrada del Casco, en la plaza V Centenario, así como con la franja de estacionamientos de la Cinta Costera próxima al Casco. Está totalmente acaparado por los empleados de la presidencia y por las unidades del SPI”- comenta otro de los vecinos del Casco.
Los grupos organizados del sector se han reunido con las autoridades por más de dos años con el fin de lograr que los estacionamientos vuelvan a ser de uso público. Todos sus esfuerzos han sido en vano.

La arbitrariedad de los funcionarios no se limita al acaparamiento de los estacionamientos. La estrategia de circulación del Casco incluye que no pueden estacionar vehículos en las calles, so pena de multa. “Pero, usted va al Casco y ve decenas de vehículos estacionados. Si son miembros del SPI o de la presidencia, allí se quedan, día y noche. Pero si son de particulares, son multados” denunció el residente.



