La Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió, el 28 de octubre, una alerta epidemiológica ante la reciente identificación de conglomerados y casos de sarampión en la región de las Américas, instando a los países a intensificar sus esfuerzos de vacunación y vigilancia.
Un informe de la OPS detalla que, en 2024, y hasta el 5 de octubre, se han registrado al menos 14,000 casos sospechosos de sarampión, con 376 confirmados en ocho países de las Américas, principalmente en Estados Unidos (267 casos), Canadá (82) y Argentina (11). La mayoría de estos casos son importados o están relacionados con la importación. La región de las Américas fue certificada como de sarampión endémico en 2016.
El grupo de edad más afectado incluye a niños de 1 a 9 años y a jóvenes adultos de 20 a 29 años. El 57% de los casos confirmados no estaba vacunado y, en el 28%, su estado de vacunación era desconocido, lo que resalta la necesidad urgente de abordar las brechas en la cobertura de vacunación.
Aunque ha habido un aumento de casos desde mediados de febrero de este año, la tendencia general muestra una disminución a partir de finales de marzo; sin embargo, se han seguido confirmando casos en los meses siguientes.
La OMS alertó en febrero pasado sobre la rápida propagación del sarampión en el mundo, con más de 306 mil casos declarados el año pasado, un aumento del 79% en un año, y pidió una intensificación de la vacunación.
“Estamos muy preocupados por lo que está sucediendo con el sarampión”, dijo Natasha Crowcroft, asesora de la OMS para el sarampión y la rubéola en ese momento.
Una enfermedad viral
El sarampión es una enfermedad viral muy contagiosa que afecta principalmente a los niños y puede causar complicaciones graves, como diarrea intensa, infecciones de oído, ceguera, neumonía y encefalitis (inflamación del cerebro). Algunas de estas complicaciones pueden resultar fatales.
Panamá avanza con la segunda campaña de vacunación bajo el lema “Mi amor va más allá, por eso los protejo contra el sarampión”, con la cual el Ministerio de Salud (Minsa) aspira a inmunizar a los 45,600 niños pendientes en todo el país, a través de la estrategia de vacunación casa por casa. Hasta la fecha, el vacunómetro del Programa Ampliado de Inmunización (PAI) del Minsa indica que la cobertura alcanza el 92%.
La primera jornada de vacunación contra el sarampión este 2024 se llevó a cabo del 11 de marzo al 19 de mayo.
El último caso autóctono de sarampión se registró en la semana epidemiológica 48 de 1995, es decir, hace 28 años. Posteriormente, en 2011, se presentaron cuatro casos importados sin que se registraran casos secundarios derivados de ellos, informó el Minsa.
Para Xavier Sáez-Llorens, pediatra e infectólogo del Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel, el retorno de los casos de sarampión en la región de las Américas se atribuye, en gran medida, a la reticencia a la vacunación de sectores de la población, un fenómeno agravado por las campañas de desinformación durante la pandemia de covid-19, que sembraron dudas sobre la seguridad de las vacunas.
La desinformación trajo como resultado que la cobertura de vacunación haya disminuido en algunos países a niveles peligrosamente bajos, alcanzando menos del 80-90%, lo que deja a muchas comunidades vulnerables a brotes de enfermedades prevenibles, acotó.
Subrayó que este año, el PAI ha ejecutado dos campañas de vacunación intensiva, con el objetivo de elevar la inmunización al 95%, especialmente entre los niños pequeños, quienes constituyen la población más susceptible a contraer la enfermedad.
Sáez-Llorens destacó que la estrategia más reciente de vacunación contra el sarampión ha elevado la cifra por arriba del umbral del 95% a nivel nacional, aunque hay todavía zonas en San Miguelito, Panamá este, la Región Metropolitana y Colón con niveles de riesgo.
Recomendaciones clave para mantener a Panamá libre de sarampión
Para asegurar la prevención y control del sarampión en el país, el Ministerio de Salud (Minsa) y expertos en salud pública sugieren las siguientes medidas:
Mantener coberturas homogéneas de vacunación superiores al 95%: Es esencial que todas las comunidades, sin importar su ubicación geográfica, mantengan niveles de vacunación por encima del 95% para reducir el riesgo de transmisión y asegurar la inmunidad colectiva.
Implementar campañas educativas permanentes: La educación sobre la importancia de las vacunas debe ser una tarea continua. Realizar campañas informativas de manera cotidiana, con el fin de concienciar a la población sobre la eficacia y seguridad de las vacunas, es fundamental para combatir la desinformación y los mitos que han surgido en los últimos años.
Consolidar el esfuerzo de todo el personal de salud: Para lograr estos objetivos de inmunización, se necesita la colaboración activa de todos los profesionales de la salud. La atención, orientación y seguimiento que brindan al público son esenciales para lograr que las coberturas de vacunación se mantengan en niveles seguros.
Asegurar la inmunización de turistas e inmigrantes: Las autoridades de salud deben asegurarse de que los turistas y los inmigrantes, especialmente aquellos menores de 50-60 años procedentes de países con brotes de sarampión, hayan recibido al menos dos dosis de la vacuna contra esta enfermedad antes de su ingreso al país.
Búsqueda activa de casos sospechosos y fortalecimiento de la vigilancia: El personal de salud debe intensificar la búsqueda activa de personas con síntomas sospechosos de sarampión, como fiebre y exantema, y fortalecer los sistemas de vigilancia y diagnóstico en salud pública para responder de manera oportuna ante cualquier caso.