La escasez de insumos y medicamentos básicos en la Caja de Seguro Social (CSS) se ha convertido en un problema cada vez más grave para los asegurados y el personal médico. El pasado 9 de agosto, el equipo de Urgencias del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid de la Caja de Seguro Social (CSS) envió una solicitud urgente a la jefa del servicio, detallando la falta de materiales esenciales como algodón e hilos de sutura.
El personal de salud indicó que no contaban con insumos básicos para la atención de los pacientes, como sonda Foley, algodones, gasas, tubo pleural, catéter de hemodiálisis, bandeja de punción lumbar, entre otros. Además, se reportó la falta de medicamentos necesarios para los tratamientos durante la atención, hospitalización y egresos del asegurado.
Otro problema destacado por el personal de Urgencias es la falta de especialistas en Cardiología. Las interconsultas se realizan de forma telefónica, presentando dificultades para la comunicación, ya que en ocasiones no se responden las llamadas o el teléfono está apagado. Esto impide consignar adecuadamente la atención del médico interconsultor en la hoja de seguimiento del servicio de Urgencias.
Asimismo, el personal de salud señaló que no cuentan con líneas telefónicas para comunicarse con otros servicios.
Ante esta situación, la jefa del servicio de Urgencias, Paola Pino, aclaró −mediante una nota el pasado 20 de agosto, es decir, 11 días después de la solicitud− que los insumos como sonda Foley, algodón, gasas, cánula de succión, hilos de sutura, tubo pleural, catéter de hemodiálisis y brazaletes de presión arterial se proveen desde el almacén central y se han estado surtiendo de manera controlada.
Pino remarcó que, cuando comienza a escasear, la jefatura de Urgencias ha estado solicitando a otros servicios u otras instalaciones de salud para garantizar la disponibilidad de estos materiales.
En cuanto a los medicamentos, Pino explicó que el departamento de Farmacia del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid depende del abastecimiento a nivel central. Por ello, solicitó al jefe de Farmacia el estatus de los medicamentos más utilizados en Urgencias que impactan en la atención de los pacientes.
Paralelismos en la crisis
El escenario que se vive en la sala de urgencias de este centro hospitalario es muy similar al que enfrentaron los médicos en marzo pasado en el Instituto Cardiovascular y Torácico de la Ciudad de la Salud.
En ese momento, el jefe de Cirugía Cardiovascular y Torácica del Instituto, Pedro Echevarría, envió el 18 de marzo una nota a las autoridades de la CSS, incluyendo al director médico de la Ciudad de la Salud, Jorge Ng Chinkee. En la nota, Echevarría comunicó que, debido a la falta de insumos, fue imposible realizar operaciones el viernes 15 y el lunes 18 de marzo.
Echevarría detalló los medicamentos urgentes e indispensables para retomar las cirugías, como fenilefrina, amiodarona, milrinona, bupivacaína, adrenalina, levophed, albúmina, sugammadex y remifentanil.
También señaló la falta de insumos como catéter venoso central, línea arterial, bisturí coronario, válvulas aórticas, balones de contrapulsación, suturas para válvulas aórticas, sutura para canulación aórtica, manta térmica y jeringuillas.
Una licitación en pausa
La licitación que llevaba adelante la CSS para la compra de fármacos e insumos fue suspendida por la entidad.
El presidente de la República, José Raúl Mulino, solicitó en su cuenta X al director de la CSS, Enrique Lau Cortés, que suspendiera la licitación para la adquisición de medicamentos por un total de $146,630,367.67, que estaba programada para el miércoles 14 de agosto.
Esta licitación, autorizada mediante el Decreto Ejecutivo No. 33 del 15 de mayo de 2024, comenzó durante la administración del expresidente Laurentino Cortizo (2019-2024).
Según el decreto, el 31 de enero de este año, la CSS solicitó al Ministerio de Salud (Minsa) realizar una compra estatal de 226 medicamentos para prevenir la escasez.
Mulino afirmó en un tuit que, si no se pudo abastecer en cinco años, no se logrará repitiendo los mismos procesos, mientras los pacientes esperan una solución efectiva a la falta y al alto costo de las medicinas.