Sin cumplir, el 1% del PIB para inversión en ciencia

Sin cumplir, el 1% del PIB para inversión en ciencia


Que el Ejecutivo haga realidad la promesa de aumentar la inversión pública total en materia de ciencia, tecnología e innovación hasta el 1% del producto interno bruto (PIB) —plasmada en el Plan de Acción Uniendo Fuerzas— es poco probable en lo que resta del mandato.

Datos proporcionados por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) indican que Panamá invierte alrededor de 0.13% del PIB en esta materia, lo que se reduce a 0.08% al restar la inversión que en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales hace Estados Unidos.

El escenario económico para la ciencia no cambia al pasar los años, pues la Senacyt y el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, dos entidades que trabajan para enfrentar la pandemia, cuentan con un presupuesto de $91 millones 46 mil, entre ambas.

Esta situación originó en 2017 la realización de la primera Marcha por la Ciencia, para resaltar su importancia y la necesidad de un mayor presupuesto. Ayer se realizó la sexta marcha tras dos años de conmemorar la fecha en redes sociales, por la pandemia.

‘La ciencia es la cenicienta para la asignación de fondos’

El secretario nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Eduardo Ortega Barría, manifestó que Panamá es uno de los países de la región de América Latina y el Caribe que menos invierte en investigación y desarrollo.

A juicio de Ortega Barría, es muy poco probable que la meta de la inversión de 1% del PIB se logre cumplir en esta administración, pues la pandemia que ha azotado el mundo no solo ha causado una crisis sanitaria sino que ha golpeado fuertemente la economía y eso no contribuye a que el incremento se dé, aunque la ciencia ha demostrado claramente su valor en la crisis de salud pública, social y económica que el nuevo coronavirus ha generado.

Sostuvo que se requiere una colaboración entre los diferentes sectores del país (público, privado y académico) para incrementar la inversión, así como mejorar la capacidad de ejecución de los sectores, incrementar la demanda de investigación, innovación tecnológica por el sector productivo y la sociedad, y mejorar la gestión de los fondos de investigación para que sea ágil y efectiva.

“Es el momento propicio para incrementar esa inversión en el país y catalizar la transformación que la sociedad panameña necesita a través de la generación de conocimiento propio y su transformación en tecnología e innovación”, agregó.

El último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) indica que los países de la región de América Latina y el Caribe que más invierten en ciencia son Brasil, con 1.26%; Argentina, con 0.54%; y Uruguay, con 0.84%.

Actual presupuesto

Datos proporcionados por la Senacyt indican que para llegar a un óptimo desarrollo científico se debería invertir un estimado de $700 millones por año, dependiendo del PIB.

Sin embargo, la realidad es diferente. Entidades dedicadas a la ciencia, como la Senacyt y el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges), que han trabajado en la búsqueda y revisión de evidencia para enfrentar la pandemia del coronavirus únicamente cuentan para este año con un presupuesto, entre ambas, de $91 millones 46 mil, según la Ley 248 del 29 de octubre de 2021 que dicta el presupuesto general del Estado para la vigencia fiscal de 2022 publicada en Gaceta Oficial.

De ese total, la Senacyt tiene un presupuesto de $50 millones 370 mil 243 y tiene bajo su paraguas los centros de investigación e innovación bajo la modalidad de asociación de interés público (AIP), con los que debe distribuir el presupuesto (ver gráfico).

Entre estos centros se encuentra el Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat), Infoplazas, el Centro Nacional de Metrología de Panamá (Cenamep), Coiba, Investigación Científica Aplicada en Tecnología de Información y Comunicaciones (Indicatic), el Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (Cieps), entre otros tres más en formación.

El Icges tiene un presupuesto de $40 millones 675 mil 757. La mayor parte del presupuesto de ambas entidades es para inversión.

La jefa de la Oficina de Planificación de la Senacyt, Milva Samudio, precisó que el presupuesto asignado para este año será utilizado para fortalecer programas de formación e investigación, entre otras iniciativas fundamentales para abordar de manera exitosa el manejo postpandemia.

Añadió que la Senacyt es una de las pocas instituciones que destina alrededor del 90% de su presupuesto a universidades, centros de investigación en diversas temáticas, Sistema Nacional de Investigación, así como entidades que desarrollan proyectos de ciencia, tecnología e innovación, a través de las convocatorias, proyectos, convenios, y otras actividades.

La ley del presupuesto general del Estado permite señalar que los presupuestos de la Senacyt y el Gorgas juntos no superan el de la Asamblea Nacional, que es de $143 millones 955 mil 516, de los cuales $135 millones 21 mil 124 son para funcionamiento y $8 millones 934 mil 392 son para inversión.

Hacer ciencia, un reto

Científicos del movimiento Ciencia en Panamá están conscientes de que hay varios factores que impiden el desarrollo científico en el país.

Ivonne Torres Atencio, presidenta de Ciencia en Panamá, subrayó entre esos factores el bajo presupuesto, la burocracia que hace difícil ejecutar y gestionar eficientemente los fondos asignados a través de las convocatorias de investigación.

Además, la falta de conocimiento por parte de los gobiernos de lo que significa el trabajo en ciencias, ya que políticamente no puedes obtener rédito de las investigaciones financiadas porque tienen impacto en un mayor tiempo.

Para Torres Atencio, la ciencia es una cenicienta para la asignación de fondos, pero con resultados de superestrellas y la pandemia lo demostró.

En 2017, el movimiento realizó en Panamá la primera Marcha por la Ciencia, debido al bajo presupuesto y recortes. Ayer, después de dos años de conmemorar la fecha en redes sociales, debido a la pandemia, fue presencial.

La Marcha por la Ciencia es una iniciativa global que busca resaltar la importancia de la ciencia en nuestro diario vivir, que surgió debido a varias circunstancias de orden político y social.

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