El alza de precios, aunado al hastío de la población por el excesivo gasto estatal no le dejaron otro camino al Gobierno que asumir parte de la factura en combustible para bajar la presión social. Es así como el Estado ha asumido una cuenta de $76.6 millones de subvención a los conductores de autos particulares desde el mes de julio.
En el caso del beneficio aplicado al transporte colectivo, selectivo y, posteriormente, a los vehículos comerciales se estarían subsidiando $50 millones de la totalidad comprada.
La situación macroeconómica es compleja, considerando que en los dos últimos años se han aumentado los subsidios, y aunque la recaudación de ingresos ha mejorado en 2022, no es lo suficientemente robusta como para cumplir las metas.
VAN $76.6 MILLONES DE SUBSIDIO A PARTICULARES
Desde la aplicación del subsidio al combustible para los automóviles particulares, el Estado ha asumido una cuenta de 76 millones 695 mil dólares de subvención, de un monto total facturado de $281 millones 546 mil 314.
Esta información es recopilada por la Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental (AIG), institución que revela que los conductores particulares se han ahorrado un 27.24% de la factura, una vez aplicado el subsidio.
Estas cifras corresponden al balance hecho por la AIG desde el 15 de julio hasta el 18 de septiembre pasado, el cual detalla que han sido 804 mil 941 los conductores de vehículos beneficiados.
En el caso de los vehículos particulares, hasta este periodo se han realizado 9 millones 681 mil 863 transacciones, es decir, la cantidad de veces que los conductores van a las estaciones y compran combustible subsidiado.
En su más reciente informe, la entidad detalla que, también en el renglón de los particulares, el 13 de agosto pasado fue el día con el mayor número de transacciones.
Ese día se registraron 184 mil 691 operaciones; solo la mañana de ese sábado se hicieron 60 mil 545 transacciones.
Fue un día de gran movimiento por tratarse de un fin de semana largo para los citadinos, que tuvieron el lunes 15 de agosto feriado, fecha en que se celebra la fundación de la ciudad de Panamá.
El nuevo precio del combustible subsidiado a $3.25 por galón empezó a regir el 18 de julio para los vehículos particulares, de acuerdo con lo consensuado entre el Gobierno y la Alianza Nacional por los Derechos del Pueblo Organizado, que en el mes de julio encabezó las protestas para quejarse, entre otros motivos, por el alto costo de la vida.
Por tipo de combustible, el que más se compra es la gasolina de 95 octanos. Los conductores particulares han hecho transacciones por $146.6 millones con este combustible, mientras que el Estado tendrá que subsidiar $40.4 millones de esta factura.
En el caso de la gasolina de 91 octanos, la compra total se ha dado por $40.1 millones, lo que ha representado un subsidio de $9.4 millones; mientras que los autos particulares que utilizan diésel han consumido $94.6 millones, con lo cual han tenido acceso a una subvención por $26.8 millones.
Todo este desglose es lo que al final representa $76.6 millones de subvención para los vehículos particulares.
En el caso del beneficio aplicado al transporte colectivo, selectivo y, posteriormente y a los vehículos comerciales, se ha facturado la compra de $165.6 millones en combustible, subsidiándose $50 millones de la totalidad comprada.
En este apartado, el transporte comercial es el que más ha utilizado el beneficio del combustible subsidiado, con $21.7 millones que asumirá el Estado.
A las compras del transporte selectivo se le han aplicado $19.6 millones en subsidio, en tanto que al transporte colectivo solo $8.5 millones.
Con relación a este segmento del transporte, el beneficio ha representado un 30.1% de ahorro, según la AIG.
Para obtener el beneficio solo hay que presentar la cédula, entonces el despachador anota el número de placa y le solicita el monto de combustible que quiere cargar, han dicho las autoridades.
El cálculo que ha hecho el Gobierno para cumplir con este beneficio es un subsidio que requerirá de fondos por hasta $200 millones para estabilizar temporalmente el costo del combustible, atendiendo la variación del precio en el mercado internacional, ocasionado, entre otras razones, por la invasión de Rusia a Ucrania.


