Tapón de Darién: 104 mil migrantes menores de edad afrontaron los riesgos de la selva en 2023

Tapón de Darién: 104 mil migrantes menores de edad afrontaron los riesgos de la selva en 2023
Migrantes caminan por una montaña con la intención de llegar a Panamá, a través del Tapón del Darién. EFE


El grupo poblacional más frágil en la crisis migratoria que se vive en el tapón de Darién, entre Panamá y Colombia, es el de los niños, niñas y adolescentes.

Las estadísticas del Servicio Nacional de Migración precisan que entre enero y el 16 de noviembre de 2023, cruzaron por Darién más de 104 mil 82 migrantes menores de edad. Para tener una idea del incremento, durante todo el año 2022 utilizaron esa ruta 40 mil niños, niñas y adolescentes.

La población de migrantes de niños y adolescentes representa el 22% del total de los caminantes que llegaron a Darién este año y que asciende a 476 mil, según los reportes estadísticos de Migración.

De hecho, el tránsito de niños por la selva de Darién es una realidad que ha sido calificada por organizaciones como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) como “alarmante”, puesto que cada año llegan más.

Muchos de estos chicos llegan con enfermedades, en estado de deshidratación y otros son víctimas de violencia sexual. De hecho, un informe de la organización Médicos Sin Fronteras dio cuenta que este año han atendido tres casos de violaciones a niñas.

Dramática realidad

De acuerdo con Unicef, en todo el mundo, los niños representan el 13% de la población migrante, pero en esta región, aproximadamente una de cada cuatro personas en movimiento (25%) es menor de 18 años de edad; en 2019 representaban el 19%. Esto solo puede rivalizar con África subsahariana, donde los niños y niñas también representan el 25% de la población migrante.

Lo que vienen observando los expertos internacionales de la agencia de Naciones Unidas es que cada vez son más pequeños los niños y niñas que realizan estos peligrosos viajes. Los menores de 11 años representan el 91% de todos los menores edad que se desplazan en algunos puntos de tránsito clave. Por ello, consideran que esta nueva realidad plantea desafíos a las políticas migratorias nacionales y a las respuestas humanitarias en los países de origen, tránsito y destino.

A esto agregan que los riesgos físicos a lo largo de las rutas migratorias irregulares son “innumerables”, especialmente para la infancia. Además del peligroso terreno que atraviesan (desde selvas y ríos hasta vías férreas y carreteras), los niños y niñas también pueden sufrir violencia, explotación y abuso.

En el caso de Darién, la situación se agravó en 2022, cuando hubo un récord de migrantes atravesando Darién. De hecho, el documento titulado “Informe defensorial sobre la situación de los derechos humanos de la niñez y adolescencia en movilidad humana y en zonas de frontera de Panamá” concluyó que durante ese año ingresaron caminando al país desde la frontera con Colombia, tras cruzar la peligrosa selva del Darién, 40 mil 438 niñas, niños y adolescentes, de los cuales mil 119 cruzaron sin compañía o separados de sus familias.

Para autoridades como el defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc hay que prestar especial atención a esta población, puesto que viven momentos difíciles y complejos en la selva.

Incluso, algunos han muerto durante el trayecto debido a la violencia que se vive en la selva o la crecida de los ríos en esa zona inhóspita.


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