El tráfico de migrantes por la densa selva de Darién —cuya extensión es de 575 mil hectáreas— se ha convertido en una de las actividades más perseguidas por los estamentos de seguridad, como el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).
Informes suministrados por esa entidad a este medio precisan que este año, un total de 120 personas han sido aprehendidas por este delito en la frontera, de los cuales 80 son panameños y 40 extranjeros (38 colombianos y dos venezolanos).
Por ejemplo, el pasado 30 de agosto, el Senafront informó que agentes de la entidad aprehendieron a un ciudadano de nacionalidad venezolana, luego de ser señalado por un grupo de 15 migrantes, entre ellos ocho menores de edad, como presunto “coyote” y dejarlos abandonados en la selva. Los migrantes fueron trasladados a un puerto seguro, mientras que el ciudadano venezolano fue puesto a orden de la autoridad competente por el presunto delito de tráfico ilícito de migrantes.
En números globales, el estamento de seguridad subrayó que las 120 detenciones han permitido el rescate de unos 625 migrantes de estas redes criminales, ya que muchos de los caminantes son abandonados en la selva o en alta mar por los coyotes.
La realidad actual
Senafront apuntó que tanto la trata como el tráfico de personas son delitos penados por la ley y la norma penal panameña castiga el tráfico de migrantes como un delito de lesa humanidad, por lo que cualquier persona que traslade migrantes por la selva de Darién está cometiendo el delito de tráfico.
Pese a la advertencia de las autoridades la realidad actual está poniendo a prueba a las entidades de seguridad del Estado. Datos del Servicio Nacional de Migración indican que mil migrantes ingresan a diario al país por la selva, estadística nunca antes reportada.
En total, el país reporta 102 mil 67 migrantes que ingresaron por el tapón de Darién entre enero y agosto de 2022, mientras que, en el mismo período de 2021, los registros reflejan 70 mil 361.
Tanto Senafront como el Servicio Nacional de Migración señalan que la pandemia hizo aún “más difícil” la situación económica en los países de la región, por lo que eso impulsa el incremento de los migrantes que transitan por Darién.
Atención médica
Este domingo, el Ministerio de Salud (Minsa) informó que alrededor de mil migrantes, en su mayoría provenientes de Venezuela, son atendidos diariamente en las estaciones receptoras de migrantes ubicadas en el área fronteriza de Darién.
El director regional de Salud de Darién, Juan Rosales, explicó que, ante el incremento del tránsito migratorio en el país, la demanda en la atención sanitaria es “mayor” por lo que han “reforzado” los servicios las 24 horas del día en los puestos de Canaán Membrillo, Bajo Chiquito, Lajas Blancas y San Vicente.
En estos cuatro puntos se brinda atención integral en salud, urgencia, vacunación, saneamiento ambiental, distribución de agua potable, así como intervención por parte del Departamento de Control de Vectores.
En palabras de Rosales, las instalaciones de salud están conformadas por médicos, enfermeras, técnicos de enfermería y saneamiento ambiental. Además, subrayó que las principales patologías atendidas son síndromes diarreicos, infecciones respiratorias, lesiones y traumas producto de la travesía por la selva.
Agregó que durante este mes se han intensificado las campañas de prevención y autocuidado ante la covid-19, la viruela símica, entre otras enfermedades.
Para organismos como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en este denso bosque tropical las familias de migrantes con niños y niñas están particularmente expuestas a la violencia, incluida la agresión sexual, la trata de personas y la extorsión por parte de bandas criminales.
Además menciona que los niños y niñas que cruzan la selva de Darién también corren el riesgo de contraer diarrea, enfermedades respiratorias, deshidratación y otras dolencias que requieren atención inmediata.
El Servicio de Migración detalla que de los 102 mil 67 caminantes que cruzaron la jungla este año, 25 mil 707 o un 25.1% son mujeres. En tanto, 14 mil 571 son menores de edad.
Esta semana, oficiales de derechos humanos de la Defensoría del Pueblo se trasladaron hasta las comunidades de tránsito de Bajo Chiquito y Canaán Membrillo con el objetivo de observar la realidad de los migrantes, en especial de los más vulnerables, como niños, niñas, adolescentes, mujeres y personas mayores. La gira se realizó junto a miembros de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.