Tapón de Darién: 202 muertes de migrantes entre 2014 y 2022

Tapón de Darién: 202 muertes de migrantes entre 2014 y 2022
La mayor parte de los migrantes muere por inmersión, mientras intentan cruzar los caudalosos ríos de la provincia de Darién. Agustín Herrera


El tapón de Darién, entre Panamá y Colombia, es una de las rutas migratorias de América donde más muertes se reportan, junto a la frontera Estados Unidos-México, las llamadas trochas en Suramérica o las rutas marítimas en el Caribe.

De hecho, entre 2014 y 2022, han muerto 202 migrantes irregulares en Darién. Está estadística se desprende de un informe del proyecto “Migrantes desaparecidos”, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el cual documenta casos de personas migrantes, incluyendo refugiados y solicitantes de asilo, que fallecen en las fronteras de los países o en el proceso migratorio hacia un destino internacional.

El documento menciona que, en el caso específico del tapón de Darién, en 2022 se registraron 36 muertes; en 2021 fueron 51; en 2020, la cifra fue de 26, y en 2019 se contabilizaron 40.

No obstante, los informes anecdóticos indican que gran cantidad de migrantes fallecieron en esta ruta, pero como sus restos nunca fueron recuperados, no fueron contabilizados como muertes. Por tanto, las cifras presentadas probablemente reflejan una fracción del verdadero número de vidas perdidas.

La historia de Rosemary, una mujer de nacionalidad venezolana, ayuda a entender mejor esta situación. Rosemary ahora reside en La Chorrera, Panamá Oeste, y en 2021, mientras cruzaba la selva, perdió a su esposo e hijo. Ella aún conserva la esperanza de que las autoridades panameñas en algún momento le lleven noticias de sus familiares, que fueron arrastrados por la fuerte corriente de un río.

La mujer desistió de seguir a Estados Unidos, mientras espera conocer qué pasó. “Yo no puedo seguir hasta tener alguna novedad”, dijo a este medio.

Estos datos de las agencias de Naciones Unidas que miran el tema migratorio se usan para dar forma al indicador de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 10.7.3, en relación con el “número de personas que murieron o desaparecieron en el proceso de migración”.

Asimismo, la labor del proyecto apoya el Objetivo 8 del Pacto Mundial sobre Migración, que llama a los Estados a “salvar vidas y emprender iniciativas internacionales coordinadas sobre los migrantes desaparecidos”.

Las características

La investigación detalla que la región de las Américas (que incluye Suramérica, Centroamérica, Norteamérica y el Caribe), se caracteriza por flujos migratorios mixtos, complejos y dinámicos. Define a las personas que transitan por la región como refugiados, solicitantes de asilo, migrantes con problemas económicos y visitantes de corta estadía.

Sobre Darién, la califica como una zona notoriamente remota de terrenos pantanosos y bosques pluviales que se extienden a lo largo de 100 kilómetros en la frontera entre Colombia y Panamá.

“Las personas que toman esta ruta provienen mayormente de países en África, Asia, y el Caribe, y esperan poder migrar hacia el norte para poder llegar a Estados Unidos. Ingresan al continente a través de varios países suramericanos que tienen relativamente menores requisitos de visado que los países que están más al norte”, dice el informe.

En cuanto a las condiciones del viaje, señala que se trata de una travesía que dura de cinco a ocho días, y que cuando emergen al otro lado del tapón de Darién, ya en Panamá, continúa a lo largo del corredor migratorio de Mesoamérica rumbo a Estados Unidos.

También precisa que las personas en esta ruta enfrentan riesgos fatales asociados a su tránsito por topografía inhóspita y barreras naturales caracterizadas por ríos caudalosos, inundaciones repentinas, follajes densos y la presencia de animales salvajes.

Además, menciona que mucha gente sufre deshidratación, caídas fatales y ahogamiento, y también violencia y agresión sexual, así como secuestros asociados a grupos paramilitares y al crimen organizado que opera en la zona.

Una de las últimas en morir dentro de esta zona selvática fue María Cuyo, de 38 años de edad, originaria de la provincia de Cotopaxi, en Ecuador, acompañada de sus tres hijos, de 12, 9 y 6 años de edad, y de una amiga.

El hecho se reportó el pasado 5 de diciembre y se presume que Cuyo murió por inmersión, mientras intentaba cruzar uno de los caudalosos ríos de Darién.

Muertes en América

De acuerdo con el informe, entre 2014 y 2022 se registraron 7,059 muertes o desapariciones de migrantes en el continente.

De ese total, 4,172 ocurrieron en la frontera México-Estados Unidos, 321 en la ruta entre Cuba y Estados Unidos, 286 entre República Dominicana y Puerto Rico, y 202 en el tapón de Darién. El resto se reportó en otras rutas y trochas de América.

Funcionarios como el defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc, y el director del Instituto de Medicina Legal, José Vicente Pachar, han coincidido en que el país necesita una base de datos para llevar los registros de las defunciones de migrantes en la selva.

En ese contexto, Leblanc solicitó a las entidades públicas que tienen que ver con el tema mantener un plan de contingencia, ante la posible llegada de miles de migrantes el próximo año por esa frontera debido a los problemas políticos y económicos que se mantienen en varios países de la región.


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